Corazón roto

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Pasaron unos dos meses después de incorporarme al trabajo y pronto era el cumpleaños del señor Cumberbatch.

Al llegar a la oficina me encontre con un ramo de rosas roja con un lazo negro y un sobre.
Lo abrí y leí la nora que tenía.

"Espero que me perdones pronto. Celebro una fiesta la semana que viene ¿Vendrías conmigo?.
Benedict Cumberbatch"

Una sonrisa iluminó mi rostro, al leer aquella nota la alegría invadió mi cuerpo.
-¿Qué me dices?- dijo BEnedict apareciendo por detrás mío -¿Vienes conmigo?-
-¡BEnedict!- dije pegandole con el bolso -no me des esos sustos-
-Lo siento- dijo riendo - pero necesito saberlo porque necesito una pareja-
-si no voy yo- dije seria -¿Con quién irás?-
-No sé- dijo serio -puede que invite a Sophie-
-Ni de cooña- dije algo molesta -no pienso verte con ella-
-Es broma- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -¿Vas a ser mi pareja o no?-
-Está bien- dije sonriendo -pero no quiere decir que te perdone-
-Vale- dijo besandome con suavidad -te extraño mucho, mi cama es demasiado grande sin ti-
-Pues aún tienes mucho que esperar- dije sonriendo.

Volvió a besarme y se fue a su despacho, no sin antes ordenarme que le preparase un café como solo yo sabía hacerlo.
Fuí a la máquina y lo prepare a su gusto para luego llevarselo pero cuando entré mi mundo se vino abajo.

Al abrir la puerta me encontré con Benedict y Sophie besandose como si no hubiese un mañana.
Mi corazón se hizo mil pedazos y las lágrimas brotaron de mis ojos como dos cascadas, no podía creer lo que veían mis ojos.
Él siempre decía que Sophie no era su tipo, que solo era una amiga, pero ahora podía ver que no era así.
Sequé mis lágrimas y me acerqué a su escritorio dejando el café.
-Aquí tiene su café Señor Cumberbatch- dije seria.
-(T/N)______- dijo él pálido -puedo explicartelo-
-No hace falta que me digas nada BEnedict- dije dolida -simplemente quieres jugar con todo el mundo-
-No eso no es así- dijo tomando mis manos -y tú lo sabes-
-Adiós señor Cumberbatch- dije saliendo de allí mientras Sophie mostraba una sonrísa maléfica en su rostro aparentemente angelical.

Sin más dilación tomé mis cosas y me fui de la oficina sin dar ninguna explicación.
Al llegar a casa me tumbé en mi cama y me puse a llorar desconsoladamente pensando en que todo lo que había vivido con Benedict había sido una completa mentira.
Lloré tanto que mis ojos me dolían horriblemente.

Fui a la cocina y tomé un bote de helado de chocolate de 2 litros, me senté en el sofá y me puse a ver la televisión.
A las tres de la tarde Kate volvió a casa.
-Hola cariño- dijo Kate sin mirarme pero luego se fijó -¿Qué ocurre? ¿Por qué has llorado?-
-Benedict- dije sollozando -le vi esta mañana besándose con Sophie Hunter-
-Cielo- dijo ella abrazándome -tiene que haber una explicación-
-Si- dije sollozando -que la quiere más que a mí, que solo me utilizó y que yo solo soy un juguete para él-
-No es cierto- dijo ella -venga ve a lavarte la cara que vamos a ir de compras para la fiesta-

Me levanté y fui a arreglarme con rapidez, Kate sabía perfectamente como animarme.
Fuimos a un centro comercial y nos probamos un montón de vestidos que nos sentaban de maravilla.
Kate se compró un vestido de flores y yo me compre un vestido azul con vuelo y un lazo negro que ceñía la cintura.
-Cuando Benedict te vea así vestida- dijo Kate con una sonrisa -se arrepentirá de lo que ha hecho-
-Lo sé- dije con una sonrisa ladeada -y además sé a quién voy a invitar-
-¿Ah si?- dijo Kate -espera... no irás a invitar a Mike ¿Verdad?-
-Premio para la dama de la bella sonrida- dije riendo -BEnedict siempre era muy celoso cuando él estaba cerca de mí-
-¿Sabes lo que te haces?- dijo ella acariciando mis hombros.
-Si- dije sonriendo -Cuando me vea con él Ben estará muy celoso y vendrá a apartarme de su lado-
-Está bien- dijo ella -pero no quiero que te metas en problemas-
-Tranquila- dije sonriendo -sé lo que me hago-

Nos fuimos de la tienda donde compramos los vestidos y vimos que Benedict y su hermano estaban comprando algo en una joyería.
Estuvimos un rato espiándoles pero no lográbamos escuchar nada por lo que fuimos de nuevo a casa.

Al llegar a casa informé a Mike de que él seria mi acompañante en la fiesta y acepté sus disculpas por el accidente de aquella noche en la que me había emborrachado.
Obviamente no puso ninguna pega a ir conmigo a aquel evento tan importante y estaba dispuesto a ayudarme en mi plan para poner celoso a Ben a pesar de que él no quería que estuviese con él.

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora