El accidente

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Mis encuentros con Benedict se fueron haciendo más seguidos a medida que los meses pasaban.
Aún nadie sabía que Benedict y yo manteníamos aquella relación que a ojos de los demás estaba totalmente fuera de lugar, y preferíamos que siguiese siendo así.

Aquella tarde, una suave caricia se posó sobre la parte baja de mi espalda desnuda mientras un par de besos recorrían mi hombro con suavidad.
Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras mis ojos se posaban sobre mi acompañante.
-Estaría así toda la vida- dije para darle un suave beso.
-Yo también- dijo Benedict para besarme con una hermosa sonrisa -pero tenemos que volver a nuestra vida normal-
-Si- dije con un suspiro para ponerme mi ropa interior -¿Vas a ir a la entrega de premios a los mejores empresarios del sábado?-
-Por supuesto- dijo abrochando su camisa -a alguien tienen que dar el primer premio ¿No?-
-Creido- dije riendo para besarle antes de tomar mi teléfono que vibró con un mensaje.

El número era desconocido, desbloqueé el móvil y abrí los mensajes.

Abrí el nuevo mensaje y comencé a leer.
"Veo que te gusta jugar con cosas prohibidas. ¿Sabes qué no eres la única que ha intentado cambiarle? Vas a fracasar en tu intento como todas las demás. Más te vale alejarte de Benedict si no quieres que tu futuro se vea perjudicado querida."

¿Quién habría mandado ese SMS? Y lo que es peor ¿Cómo sabía que seguía teniendo una relación con Ben a pesar de haber sido sumamente cuidadosos?
Mi corazón comenzó a latir con fuerza debido a los nervios que tenía en aquel momento, ya que no podía creer que alguien nos hubiese descubierto tan pronto.

Una vez Benedict terminó de vestirse, tomó mi mano con una sonrisa que derretiría las penas de cualquier mujer que se le pusiese delante.
-¿Lista para que te lleve a casa?- dijo él.
-Claro- dije con inseguridad.
-¿Ocurre algo (T/N)_______?- dijo Benedict algo preocupado -pareces nerviosa-
-Ben- dije tomando aire -alguien sabe que estamos haciendo esto-
-Eso es imposible- rió -hemos sido sumamente cautelosos con todos los encuentros-
-Pues alguien lo sabe- dije enseñándole el mensaje que recibí para ver como empalidecía.
-Mierda- dijo apoyando su cabeza en la pared del ascensor -¿Cómo demonios lo sabe?-
-No lo sé Ben- dije -pero... a mí el futuro que me espere me da lo mismo. Sólo quiero que te quedes conmigo-

Benedict me estrechó entre sus fuertes brazos una vez más y besó mi cabello con suavidad.

Rodeé su cintura con mis brazos para intensificar la fuerza del abrazo y aspiré el dulce aroma de su perfume.
No quería distanciarme del hombre al que amaba con todas mis fuerzas, por muchos mensajes amenazantes que nos enviasen.
Benedict levantó mi mentón con suavidad y posó sus labios sobre los míos una vez más.
-No permitiré que nadie te haga daño- dijo con seguridad -haré lo que sea para que estés a salvo-
-No quiero que tomes riesgos Ben- sollocé -no soportaría que te pasase algo-
-Por ti- dijo Benedict mientras acariciaba mis mejillas -iría al fin del mundo para salvarte si fuese necesario-

No pude evitarlo y le besé con intensidad.

Cuando el ascensor llegó al garaje de Benedict, nos subimos en un precioso Mercedes que Benedict había añadido a su colección de coches recientemente.
Benedict puso la radio para que pudiese distraer a mi mente de aquella situación en la que nos encontrábamos.
La canción que estaba sonando en aquel momento era "Wake me up before you go-go" de Wham!.
Era una de nuestras canciones favoritas y empezamos a cantarla y bailarla mientras reíamos.
Ver a Benedict imitando a George Michael mezclado con Carlton del príncipe de Bel air hacía que me riese tanto que me dolía el estómago.

De pronto me di cuenta de que Ben se desviaba por un camino que no era el que llevaba a mi apartamento.
-Benedict- dije -este no es el camino-
-Nos están siguiendo- dijo él con seriedad -voy a intentar distraerles-
-¿Qué coche es?- dije mirando hacia atrás.
-Un porche negro- dijo él -está detrás del Seat rojo-

Benedict tomó una curva a la derecha y al poco de haber tomado la desviación, el coche apareció.

Cada curva que tomábamos, cada giro, cada desviación... era imitada por ese maldito coche.
No podía ser una casualidad que un porche estuviese siguiendo nuestra ruta, aquello estaba claramente intencionado.
Para intentar perder de vista al vehículo, Benedict se metió en la autopista.

Estábamos al límite de la velocidad máxima permitida y aquel maldito coche seguía pisándonos los talones.
Los nervios invadían mi cuerpo, mis manos sudaban y mi corazón parecía que se iba a salir del pecho.
A pesar de que la autopista tenía bastante tráfico, aquel maldito porche no se nos despegaba.

Benedict tomó una ultima desviación que nos llevaba a una carretera estrecha y con bastantes curvas que subía por una montaña.
-Benedict- dije agitada -¡Vas demasiado rápido!-
-¡Tenemos que librarnos de ese maldito coche!- dijo él molesto.
-¡¿Qué demonios quieren?!- dije asustada.
-Pregúntales- dijo sarcástico.

De pronto nuestro coche fue golpeado violentamente por el porche.

El coche comenzó a patinar sobre el asfalto haciendo que Benedict perdiese el control.
Cuándo golpeamos la vaya, está se partió haciéndonos caer montaña abajo dando unas vueltas muy violentas.
Los cristales se partieron en mil pedazos creándonos heridas muy dolorosas.
Finalmente el coche se estrelló contra una enorme roca haciendo que ambos perdiésemos el conocimiento.
Lo último que recuerdo de aquello era oír a Benedict gritar con mucha fuerza antes de que quedásemos inconscientes.

Un fuerte olor a medicinas y voces comenzaron a hacerme recuperar la consciencia.
-Shhh- escuché a Kate -se está despertando-
-¿Estás bien princesa?- dijeron mis padres.
-¿Dónde está Benedict?- pregunté cegada por la intensa luz blanca.
-Está en otra habitación cariño- dijo Richard acariciando mi cabeza con suavidad -lo importante es que tú y el bebé estáis bien-
-¿Qué?- dije confusa.
-El médico ha dicho que estás embarazada mi niña- dijo mi madre acariciando mi mejilla -ha sido un milagro que no lo perdieses en ese desastroso accidente-

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora