Un par de días después de nuestra llegada, Benedict decidió llevarme a dar un paseo en coche.
Hacía un día perfecto, pues el sol deslumbraba en todo su esplendor mientras una suave brisa soplaba evitando que el calor fuese asfixiante.
De pronto y sin esperarlo, Benedict tomó un desvío por el cuál no solíamos ir.
-¿A dónde me llevas?- dije extrañada -no solemos venir por aquí-
-Tranquila- sonrió -os va a gusta a los dos-
-¿Nos fiamos de papá?- pregunté a nuestro hijo que estaba tumbado en su sillita detrás de su padre y el cual rió -creo que eso es un si-Al poco rato, Benedict dejó el coche junto a un todoterreno blanco.
Caminamos a través de un muro derruido para encontrarnos una enorme mansión de dos plantas con garaje.
Los jardines eran enormes aunque estaban muy descuidados por el paso del tiempo y la fachada se mantenía intacta aunque estaba cubierta por la suciedad y la vegetación.
A decir verdad era una casa preciosa.
-Que bonita- dije sujetando al pequeño que estaba sorprendido.
-Me alegra que te guste- sonrió Ben -porque en unos meses, tras reformarla, será nuestra-
-¿Has comprado una casa?- pregunté con una sonrisa.
-Este pequeño no puede crecer en nuestro piso- dijo besando su mejilla -y si planeamos ampliar la familia...-
-Espera- reí -¿Quieres otro bebé?-
-Claro- sonrió -por lo menos una niña-
-¡Bienvenidos!- dijo una mujer de cuerpo escultural y rubia.
-Hola Amanda- saludó Ben -cielo esta es Amanda Miller, un prodigio en la arquitectura-
-Que tonto eres- sonrió coqueta estrechando mi mano -tienes mucha suerte-
-Lo sé- dije con una sonrisa.
-Pasad- dijo ella para entrar.Entramos en aquella enorme casa y nos encontramos con una enorme sala de estar.
El polvo cubría todos los rincones, al igual que las telarañas, pero los enormes ventanales hacían que aquello pareciese mágico.
Sobre una mesa, descansaban unos enormes planos que Benedict se puso a repasar con ella mientras nos poníamos a su lado.
Tenía pensado derribarla y construir una casa totalmente nueva, lo que no me parecía apropiado.
Ella tomó el brazo de Ben estrujándolo con suavidad mientras una enorme sonrisa coqueta iluminaba su rostro.Aquellos pequeños gestos hacían que los celos me hirviesen de golpe, pues ella era espectacular.
Benedict, al levantar la vista, notó mis celos y puso una sonrisa ladeada para "flirtear" con ella solo para provocarme.
-Podemos discutirlo con una cena- habló -¿El sábado?-
-Claro- sonrió ella jugando con su pelo.
-No es necesario que vayas deslumbrante- sonrió mientras nuestro hijo comenzaba a llorar.
-Cambio de pañal- dije acercándome a Ben para dárselo -te toca-
-Vale- sonrió antes de besar mi cuello y susurrar en mi oido -ponla en su sitio cariño-Cuando ambos se fueron yo me puse a mirar los planos.
Ella seguía mostrando una sonrisa tonta antes de ponerse a hablar.
-No te preocupes por el tiempo- sonrió la rubia -en un par de meses todo estará listo-
-No es necesario todo esto- dije seria -demasiado pretencioso. Estoy segura de que eres muy buena en tu trabajo, si no fuese así Ben no hubiese pedido tu colaboración-
-A Ben le gusta lo que he pensado- dijo con un tono estúpido.
-Para ti es el señor Cumberbatch- dije con seriedad -y deja de actuar con mi marido como si yo no estuviera aquí-
-(T/N)_____...- sonrió -he diseñado muchos proyectos prestigiosos a lo largo de mi carrera-
-Para ti soy la señora Cumberbatch- dije con los brazos cruzados -y este no es un proyecto prestigioso esta va a ser NUESTRA casa, así que, si de verdad quieres este trabajo, te sugiero que mantengas las manos alejadas de mi marido porque como me sigas fastidiando me encargaré personalmente de arrancarte esas extensiones y arruinar tu carrera-La chica se quedó paralizada justo antes de que Benedict volviese con el pequeño con una sonrisa.
Besó mi mejilla y me agarró la cintura mientras sujetaba al pequeño.
-¿Qué te parece la reforma?- preguntó con una sonrisa.
-Excesiva- dije con una sonrisa -la estructura que hay ahora me gusta, tiene carácter-
-Tienes razón- sonrió -¿Podríamos aplicar los cambios a la estructura actual? Es decir, añadir la piscina con el jacuzzi, los caminos, los muros y demás-
-Claro- dijo con una leve sonrisa -aunque será muy poco eficiente-
-Decide mi mujer no yo- rió Ben -pues podéis empezar mañana con las obras. ¿Vamos a ver a los abuelos?-El pequeño comenzó a aplaudir mientras reía y nosotros abandonamos la estancia.
La adrenalina de haber puesto a aquella mujerzuela en su sitio aún corría por mis venas cuando me subí al coche.
Benedict besó mis labios con fuerza mientras su mano se deslizaba bajo mi falda en un impulso descontrolado.
-Ben...-dije con un suave gemido.
-Shhh...- dijo mordiendo mi cuello.
-Benedict- dije apartándole para que viese al niño que nos miraba con una dulce sonrisa ausente de lo que pasaba -ahora no-
-Se me olvidó- dijo para arrancar -pero más tarde tendrás tu premio-
-Eso espero- sonreí.Fuimos a casa de los padres de Ben y decidimos dejar allí a nuestro hijo, ya que al día siguiente teníamos que madrugar mucho más.
Llegamos a nuestro apartamento y yo puse camino hacia nuestro dormitorio, pues estaba algo cansada.
Benedict tomó mi muñeca con suavidad haciendo que me diese la vuelta y quedase pegada a su escultural cuerpo.
-¿Dónde cree que va señora Cumberbatch?- dijo rozando su nariz lentamente con la mía haciendo que mi pulso se acelerase.
-A la cama- dije con una dulce sonrisa haciendo un intento de acercarme a sus labios pero el se apartó con una suave risa -¿Me acompañas?-
-Mmmm- dijo deslizando sus manos por mi cintura para agarrar mis nalgas -suena muy tentador-
-Es lo que intento- dije mordiéndome el labio para provocarlo con una pícara risa.Como si de un animal salvaje se tratase, Benedict se abalanzó sobre mis labios con una inmensa pasión.
Acelerada y tremendamente excitada, salté sobre él para enredar mis piernas en su cintura sin romper nuestros besos. Rápidamente entramos en la habitación roja donde Ben me tiró sobre la cama para abalanzarse sobre mí mientras se quitaba la ropa al mismo tiempo que yo.
Se notaba que ambos nos habíamos extrañado demasiado desde que nuestro pequeño junior había nacido, pues explorabamos cada rincón de nuestras pieles como dos amantes que habían tardado años en volver a estar juntos.
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Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)
FanfictionEres una joven que está dispuesta a trabajar en una de las más importantes empresas de Inglaterra. En la entrevista conoces a un hombre llamado Benedict Cumberbatch, el soltero más codiciado de todo Reino Unido. Era un hombre extraño pero algo en él...