La mansión

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Cuando entramos en aquella enorme mansión, el primer espacio con el que nos encontramos era un precioso salón.

Era amplio, tanto paredes y suelo eran de madera y los muebles eran una mezcla de estilo rústico y moderno.
Junto a la chimenea había un pequeño sofá y dos butacas de cuero en color negro.
Debido al frío, lo primero que hice fue acurrucarme junto al fuego en el sofá.
-Mañana a primera hora traeré vuestro equipaje- dijo Max con una sonrisa -el champán está donde siempre-
-Gracias Max- dijo Benedict entrando.
-¿Quiere que avise a sus familiares?- dijo el chofer con una suave sonrisa.
-¿Fin de semana familiar?- dijo Ben dedicándome una mirada cómplice.
-Puede estar bien- dije sonriendo -que vengan mañana por la noche-
-De acuerdo- dijo el chofer -y enhorabuena-
-Gracias- respondimos Ben y yo al unísono.

Una vez Max se fue, Benedict vino a mi lado con la silla.

Pasó su brazo por mi hombro y besó mi cabello con suavidad.
-Ben...- dije contemplando el fuego -¿Esto es real?-
-Por supuesto- dijo con una risilla -aún no te lo crees ¿Verdad?-
-Es que...- dije incorporando la postura correcta -hemos pasado por tantas cosas que... me cuesta creer que todo sea perfecto-
-Pues ahora lo es- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -y haré lo que sea porque tú y nuestro pequeño estéis bien-
-Lo sé- dije para soltar una risa al escuchar el sonido de las tripas hambrientas de Ben -¿Tienes hambre?-
-Si- dijo poniendo la mano en su vientre -esos banquetes de lujo... no me satisfacen-
-Prepararé algo- dije yendo a la cocina.
-También podemos pedir pizza si te apetece- dijo riendo mientras tomaba su móvil.
-De acuerdo- respondí con una sonrisa.

Benedict llamó a la pizzería del pueblo y a la media hora nos trajeron dos pizzas con patatas y diferentes salsas.

Nos pusimos nuestros pijamas y nos sentamos junto al fuego para ver la televisión mientras cenábamos.
Ninguno de los dos necesitaba restaurantes lujosos, ni comidas dignas de un rey... tan solo necesitábamos la compañía del otro.
-¿Cómo crees que reaccionarán los demás?- dijo Ben.
-Kate gritará como una loca mientras salta para estrujarme al igual que tu hermana- reí -tu hermano te abrazará y nuestros padres estarán muy contentos-
-¿Y con lo del bebé?- dijo él.
-No pasará nada- sonreí -es su nieto después de todo-

De pronto los labios de Benedict se encontraron con los míos en un delicado beso.

Poco a poco la intensidad fue aumentando pero, sin esperarlo, él se separó.
-No puedo- dijo él suspirando -mis piernas...-
-Lo siento amor- dije acariciando sus mejillas -pronto volverás a caminar, lo prometo-
-Espero que sea verdad- suspiró -no puedo resistirme a ti-
-Ni yo a ti- dije para besarle con suavidad -pero por tu bien debemos aguantar-
-Si- dijo acariciando mi cabello -¿Quieres que nos vayamos a dormir?-
-La verdad ya es tarde- dije mirando el reloj -son casi las cinco-
-Pues vamos- dijo con una sonrisa para entrar en un ascensor que daba a la planta superior, puesto que la habían reformado por la incapacidad de Ben.

Nos dirigimos a la última habitación de aquel enorme pasillo.

La habitación de Benedict era enorme, casi parecía un apartamento y todos los muebles daban una sensación de tranquilidad y paz además de una enorme comodidad.
Nos pusimos nuestros pijamas y no tardamos demasiado en dormirnos.

A la mañana siguiente mientras preparábamos el desayuno, escuchamos como tres coches aparcaban delante de la casa.
Nuestra familia había llegado y lo primero que oímos fue a Dylan ordenando a mi padre darse prisa.

Fui a la puerta con una sonrisa y abrí para recibirles.
-Dylan ¿Qué te dije de exigir tanto?- dije para tomarle en brazos.
-Es que quería verte- dijo para abrazarme con una tierna sonrisa.
-Espera Wanda- dije corriendo a ayudar a mi querida suegra -yo te ayudo-
-No es necesario querida- dijo ella arrastrando las maletas.
-Hola familia- dijo Ben con una sonrisa a mi lado -llegáis justo a tiempo para desayunar-
-Me muero de hambre- dijo Claire.

Todos entraron en la casa y pudimos disfrutar de un gran desayuno.

Cuando terminamos, Ben decidió dar la noticia.
-Tenemos algo que contaros- dijo Ben.
-¿El qué?- dijo mi madre curiosa.
-(T/N)____ y yo- dijo con una sonrisa rodeando mi cintura con su brazo -vamos a casarnos-
-¡¿Qué?!- dijo el resto mientras Kate y Claire gritaban emocionadas para abrazarme.
-¿Y qué pasa con el bebé?- dijo mi padre -tú no eres...-
-Si lo es papá- dije acariciando la nuca de Ben -Benedict es el padre de mi bebé-
-Dios mío...- dijo él -yo... no te crié así-
-Eso no tiene que ver (N/TPadre)____- dijo Tim con una sonrisa -estos dos se aman con locura y créeme que yo veo muy bien que lo hubiesen echo-
-Gracias Tim- dijimos con una sonrisa.
-Bueno- dijo Wanda con un suspiro -no me esperaba esto la verdad pero... si (T/N)_____ está de vuelta en esta familia, estoy totalmente agradecida de que Benedict hubiese tomado esa decisión-
-Gracias mamá- dijo Benedict besando mi cabello -¿Quién se apunta a esquiar?-

Todo el mundo fue a buscar sus cosas y nosotros fuimos a cambiarnos.

Benedict nos llevó a Kate, Claire, Tim y yo en su coche, siendo Tim quien conducía, a una estación de Esquí no muy lejos de la casa.

Aquel día solo había un par de personas en la estación por lo que pudimos disfrutar plenamente del lugar.
Las fotos, las risas, caídas, bolas de nieve, etc inundaban todo aquello llenándolo de alegría y felicidad.

Que todos ellos hubiesen aceptado la noticia tan bien nos hacía estar muy tranquilos a Ben y a mí.
Ahora solo tendríamos que esperar un par de meses para que nuestro pequeño naciese y así poder llevar a cabo la ceremonia.
-¿Estás contenta?- dijo Benedict mientras me extendía un chocolate caliente.
-Demasiado- sonreí sentándome en una roca -ha sido una gran idea invitarles-
-Haría cualquier cosa por ti (T/N)____- dijo con una sonrisa -mucho más ahora que serás mi esposa y la madre de mi hijo-

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora