Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)

El viaje

Narras tú

Justo cuando Benedict terminó, su teléfono comenzó a sonar.

Se deshizo de mis ataduras y contestó mientras yo me ponía la ropa interior y una bata de seda roja.
-¿Diga?- contestó -si claro. Ajá... muy bien nos veremos allí-
-¿Pasa algo?- pregunté con los brazos cruzados.
-Tengo que irme dos semanas a Nueva York- dijo acariciando mis mejillas -me voy por la mañana-
-No pasa nada- dije con una suave sonrisa mientras besaba mi frente -yo me encargo de todo-
-Y por favor- suspiró -del trabajo a casa. No quiero que te pase nada-
-Pero...- respondí.
-Sin peros- dijo agarrándome en brazos yendo a nuestra habitación -desde que Richard está por ahí tengo miedo de que te haga daño-
-Tengo a los guardaespaldas cielo- sonreí.
-Hazme caso- suplicó -no salgas hasta que vuelva-
-Está bien- suspiré.

Tras ponerme un pijama corto de seda, me acurruque bajo las sábanas mientras Benedict se metía a mi lado.

Sus brazos rodearon mi cuerpo y besó mi cabello con suavidad mientras se quedaba dormido.
Entendía que estuviese preocupado porque Walley intentaba hacernos daño, pero tampoco podía impedirme salir con mis amigos.
A la mañana siguiente, Benedict se levantó muy temprano para irse no sin antes despedirse con un beso.

Los días sin Ben se hacían eternos pero el trabajo y Junior me tenían distraída.
Era viernes y justo después de comer recibí un mensaje de Kate para ir a tomar algo las dos con el pequeño, le respondí que por supuesto iría.

Como siempre, John me esperaba en la puerta.
-John- dije tomando a mi hijo en brazos que estaba en su silla de paseo -he quedado con Kate en el Angelos para tomar algo-
-El señor Cumberbatch dijo que...- habló el muchacho.
-No se va a enterar- dije peinando a Junior -solo será un rato-
-No me parece correcto- respondió.
-No tardaré mucho- dije con una sonrisa para subir al coche y poner al pequeño en su asiento.

El tráfico era horrible, pues la mayoría de la gente acaba de terminar su jornada laboral.

Cuando llegamos, puse a Junior en su sillita y Late corrió a saludarnos.
-¡Hola!- dijo estrujándome -que guapa estás-
-Tú estás increíble- dije con una sonrisa, pues llevaba casi in mes sin verla.
-¿Y dónde está el niño más guapo del mundo?- dijo haciendo que se riese y se tapase con su manta la cara por vergüenza -ay que vergüenza, madre mía-
-¿Entramos?- dije con una sonrisa.
-Claro- respondió ella.

Entramos a una de las mesas del pequeño establecimiento.

El dueño era íntimo amigo de Ben y casi siempre nos invitaba.
Pedimos un café y un zumo para el pequeño que metí en su biberón.
-¿Qué tal las cosas con Tim?- pregunté con una sonrisa.
-Está raro últimamente- suspiró -y creo... que me engaña-
-¿Qué?- dije atragantándome.
-Si con una arquitecta- habló haciéndole burla -ha tenido muchos proyectos prestigiosos-
-Amanda- suspiré -tuve que ponerla en su sitio el otro día-
-Es que es tan...- dijo -guapa, atractiva...-
-Para- dije tomando su mano -tú eres mucho mejor que ella, no lo olvides-
-Tu guardaespaldas se impacienta un poco- rió ella mirando hacia John que estaba en la puerta.
-Lo sé- dije limpiando a Junior con una servilleta y ver que ya eran las siete -tengo que darle el biberón-
-Espera- dijo ella yendo a la barra para que lo calentasen -toma-
-Dáselo tú- sonreí dándole al pequeño.

Una sonrisa iluminaba el rostro de Kate mientras Junior se tomaba la leche con tranquilidad.

Miré mi móvil que estaba vibrando sin parar y vi seis llamadas de Ben.
-¿Quién es?- preguntó Kate.
-Ben- dije suspirando -no me deja salir de casa por culpa de lo de Walley-
-Tampoco puede prohibirte salir- respondió ella haciendo eructar al pequeño para meterle en la silla y pagar las consumiciones.
-Lo sé- suspiré -nos vemos pronto ¿Vale?-
-Si- sonrió -para el cumpleaños de Tim-

Volví con John y metí al niño en el coche para llamar a Benedict de camino a casa.

Como no contestaba decidí esperar a que volviese a llamarme él.
Durante el trayecto el pequeño Ben se quedó profundamente dormido, así que John se ofreció a encargar la cena en un italiano mientras yo acostaba al niño.

Entré en la habitación a oscuras y encendí la lámpara musical del pequeño para dejarle dormir tranquilamente.
De pronto, sentí como alguien me tapaba la boca y ponía un cuchillo en mi cuello mientras me sujetaba pero pude gritar a tiempo.
-Ahora- habló el hombre -vas a ser una buena chica, si no quieres que le pase nada a nuestro hijo-
-Richard- susurré mientras olía mi pelo apretando suavemente el cuchillo contra mi cuello -por favor suéltame-
-Tranquila- dijo Richard yendo al ascensor.
-¡Suelta el arma!- dijo John apuntándole con su pistola.
-Venga dispara- dijo apretando el cuchillo.
-Al suelo- dijo Parks poniendo la pistola en su cuello.

Inmediatamente me soltó y corrí detrás de John.

Park le inmovilizó y lo tumbó bocabajo en el suelo.
-¿Está bien señora Cumberbatch?- preguntó.
-Por suerte si- dije acelerada.
-Espósalo- dijo John.
-No tenemos esposas- respondió Parks.
-Si tenemos- respondí para ir a la habitación roja y tomar unas esposas -toma-
-No voy a hacer preguntas- dijo ella esposándole.

La policía no tardó mucho en llegar para llevárselo y estudiar la escena.

El jefe de policía me hizo un interrogatorio sobre si le conocía de antes, porque creía que lo hizo, etc.
La señora Francis me había preparado un té mientras sacaba la cena de las bolsas del reparto.
-El señor Cumberbatch llegará pronto- dijo ella dirigiéndose al policía -¿Puede terminar pronto?-
-Tenemos suficiente- habló el hombre -trate de descansar señora Cumberbatch-
-Gracias- dije mientras tomaba a mi hijo de los brazos de John que se había despertado con el revuelo.

Los chicos se sentían culpables por lo que había pasado pero ellos no contaban con que pudiese burlar a la seguridad de esa forma tan sucia.

Tras cenar, fui a mi dormitorio con el pequeño Ben y nos me tumbé a su lado en la cama contemplando como dormía tranquilamente mientras yo estaba muerta de miedo.