Culpa

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Richard tenía una enorme sonrisa en su rostro justo antes de besarme ante aquella noticia.

Estaba totalmente segura de que ese bebé era hijo de Benedict y no suyo, pero prefería mantenerme callada.
Intenté incorporarme, pero mi cuerpo me dolía demasiado, mi cabeza tenía una enorme venda y una de mis piernas estaba escayolada.
-Quiero ver a Benedict- dije antes de que mi padre tomase una silla de ruedas.
-¿Qué hacíais juntos princesa?- dijo Richard -creí que apenas os hablabais-
-Seguimos manteniendo una relación de amistad- dije -nos encontramos en un restaurante, charlamos y Benedict se ofreció a llevarme a casa-
-Es todo un caballero- dijo mi madre mirando a Richard mientras mi padre me tomaba en brazos para sentarme en la silla de ruedas -deberías tomar notas Richard-
-No es necesario señorita Black- dijo Richard.
-Ven muñeca- dijo Kate agarrando la silla -te llevaré junto a Ben-

Ambas salimos al pasillo con el gotero a nuestro lado, ya que estaba conectada a sueros y bolsas de sangre.

Mientras caminábamos por aquel pasillo, decidí hablar seriamente con Kate.
-¿Está bien?- dije preocupada -y dime la verdad-
-No- dijo ella frenando junto al ascensor -el médico ha dicho... que posiblemente no vuelva a caminar-
-Es mi culpa- sollocé -tenía que haberme alejado de él-
-Tranquila- dijo ella besando mi mejilla -Tim y yo lo sospechamos desde un principio pero jamás hemos dicho nada-
-Es culpa mía Kate- lloré -no tenía que haberme acercado-
-Eh no digas eso- dijo Kate -el humor de Benedict ha mejorado muchísimo desde lo vuestro. Tengo que admitir que esa relación ha sido mucho más beneficiosa que la anterior que tuvisteis-
-Hay otra cosa Kate- suspiré.
-¿Qué cosa?- dijo ella tocando la planta superior.
-El bebé que espero- dije nerviosa -estoy cien por cien segura de que es de Benedict-
-Tiene un mes- dijo ella -¿Estás completamente segura de ello?-
-¿Estás sorda?- dije -¡Claro que lo estoy!-
-Será mejor que se lo digas cielo- dijo ella -al menos será una gran noticia para él después de esta situación-

Cuando llegamos a la planta de Benedict, avanzamos hasta la habitación 347.

Fuera estaban Tim y Claire los cuales estaban tomándose un café antes de entrar a ver a su hermano.
Cuando entramos en la habitación, vimos una bandeja de comida sin tocar justo en la entrada, a Wanda y a Timothy junto a Benedict que estaba postrado en la cama y a la estúpida de Elisabeth a los pies de su cama.

Al ver a esa maldita serpiente allí, me dieron ganas de calera la silla, atropellarla y hacerla caer por la ventana.
Contuve mi genio, puesto que ella ahora era su pareja.
Benedict tenía muchos cortes en la cara y moretones en sus brazos al igual que yo, aunque yo tenía parte del lado izquierdo morado por el golpe que me había hecho abrirme el cráneo.
-Siento interrumpir- dijo Kate con una sonrisa -pero aquí hay alguien por la que Ben llevaba preguntando varios días-
-(T/N)_______- sollozó Benedict -lo siento mucho-
-No fue tu culpa Ben- dije tomando su mano mientras contenía las lágrimas -en realidad es mía yo podré volver a caminar... pero tú...-
-No- lloró.
-Shhh- dije notando la mirada de Elisabeth en mi nuca -estaré aquí contigo Benedict. Te ayudaré en todo lo que pueda-
-Emm...- dijo Richard con un doctor -(T/N)______ el doctor quiere hacerte más pruebas para verificar que el bebé está bien-
-¿Bebé?- dijo Benedict confuso.
-Felicidades princesa- dijeron los padres de Ben para abrazarme con cuidado.
-Vamos a ser padres Benedict- dijo Richard con una sonrisa -aún no sabemos que será pero con una madre así será precioso ¿Verdad?-
-Seguro que si- dijo Benedict con decepción en sus ojos.
-Vamos pequeña- dijo Richard tomando mi silla.
-Vendré más tarde Ben- dije apretando su mano con suavidad.
-Claro...- suspiró antes de que nos fuésemos.

Estaba totalmente segura de que Richard lo había dicho con la intención de fastidiar a Benedict.

Cuando volví a ver a Benedict, aún estaba acompañado de la zorra de Elisabeth por lo que no pude hacerle saber la verdad sobre el bebé.
Aquella noche Kate se quedó conmigo en el hospital para hacerme compañía.
Todo mi mundo parecía derrumbarse poco a poco ante aquella situación tan desastrosa.
Por lo menos la entrega de premios se había aplazado debido a nuestro desastroso accidente y podríamos asistir ambos una vez nos diesen el alta.
-No debes preocuparte- dijo ella acariciando mi cabello -todo se resolverá-
-No lo sé Kate- suspiré -solo quiero que Benedict se recupere-
-Es un hombre muy fuerte- dijo ella -aunque ya has visto cómo está-
-Me siento culpable Kate- dije dándole vueltas a los pequeños trozos de carne de mi plato -yo he hecho que esté en esa silla-
-No- dijo ella con seguridad -fue el maldito cabrón que os estuvo persiguiendo-

Solté un suspiro y liberé una vez más las lágrimas que luchaban por salir de mis ojos.

Ese sentimiento de culpa siempre estaría presente por mucho que los demás dijesen lo contrario.
Si me hubiese alejado de Benedict a tiempo, esto no hubiese pasado nunca.

Narra Benedict

Una vez más Elisabeth trató de alimentarme y una vez más rechacé la asquerosa comida.

Ella soltó un suave gruñido y dejó el tenedor en el plato.
-Eres un egoísta ¿Lo sabías?- dijo ella -todos nos preocupamos por ti y ni siquiera haces lo que te pedimos, cuando todos estamos haciendo miles de cosas por tu bienestar-
-¿Y que hiciste tú?- dije molesto -¿Soltar unas lágrimas fingidas? Por favor Elisabeth...-
-Benedict- dijo ella con lágrimas en sus ojos -te quiero y haría lo que sea por verte feliz-
-Pues déjame solo- dije mirando por la ventana -la soledad es lo único que quiero en estos momentos-
-¿Todavía la quieres verdad?- dijo molesta -por eso la llevaste en tu maldito coche-
-Eso a ti no te importa-
-¡Claro que me importa porque soy tu pareja Benedict!- chilló -ojalá se hubiese muerto en ese maldito accidente-
-Lárgate ahora mismo de mi habitación antes de que llame a seguridad- dije serio.

La muchacha tomó su bolso llena de ira y abandonó el lugar mientras yo me quedaba contemplando el paisaje nocturno de Londres pensando en cómo sería la vida a partir de ahora.

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora