El baño

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El señor Walley se dirigió a una mesa equipada con un Mac último modelo, una impresora y todo lo necesario para trabajar.

Giró su rostro hacia mí y sonrió.
-Este será su escritorio- dijo él -supongo que sabrás cómo funciona esto ¿No?-
-Por supuesto- dije con una sonrisa -prometo no defraudarle señor Walley-
-Bien- dijo para darme un USB con el logo de la empresa-aquí tienes la información necesaria para elaborar tus primeros documentos, todo lo que hagas durante tus prácticas deberá quedar recogido en este USB y mi valoración será emitida a la Universidad al final del proceso-
-De acuerdo- dije con una sonrisa.

Me senté en mi asiento y comencé a trabajar.

Comparado con las empresas Cumberbatch, tenía la mitad de trabajo que hacer.
Terminé los informes con rapidez, los imprimí y se los entregué al señor Walley con rapidez.
-Tenga- dije dejándoselos en el escritorio.
-Guau- dijo él -em señor Cumberbatch te ha enseñado bien-
-¿Disculpe?- dije confusa.
-Sé quién eres (T/N)_____- dijo Richard -no hay nadie en el mundo empresarial que no sepa quien eres-
-Debe de estar confundiendome con otra persona- dije seria.
-Sé que eres la novia de Benedict- dijo él -todo el mundo lo sabe-
-Está bien- suspiré.
-Te agradecería mucho- dijo él -que lo que tratemos en la empresa se quedase aquí ¿De acuerdo? No quiero que Cumberbatch se meta por el medio de nuestros asuntos-
-Vale- dije -soy una mujer de palabra y cuando se me pide no contar nada cumplo mi promesa-
-Eso está bien- dijo con una sonrisa -te invito a comer. Me gustaría conocerte mejor fuera del trabajo-
-De acuerdo- dije con una suave sonrisa.

Nos fuimos a un restaurante cercano para ahorrar tiempo y nos sentamos en una mesa.

Richard era un hombre muy agradable, gracioso y atento.
Su familia estaba muy orgullosa de haber llegado tan lejos con su empresa, aunque lo estarían más si consiguiese ocupar el puesto de Benedict en la lista de los empresarios más importantes de Reino Unido, puesto que las empresas Walley se encontraban en el segundo puesto.

De pronto, Benedict entro con Elisabeth en el restaurante.
Ella tenía una sonrisa tonta en su rostro y se agarraba a su brazo.
Ver aquel gesto hizo que me hirviese la sangre.

Seguramente ella ya se las estaba arreglando para conquistarle mientras yo no estaba y Benedict apenas se daba cuenta.
Me excuse de Richard con el pretexto de que tenía que ir al servicio, tome un vaso de vino de una mesa y fingí tropezarme haciendo que se derramase sobre ella.
-¡Uy lo siento!- dije falsamente -¿Estás bien?-
-Si tranquila- dijo ella con una sonrisa falsa.
-Ven te ayudaré a limpiar eso- dije agarrandola del brazo y llevándola al baño mientras Ben me miraba con una sonrisa ladeada.

Una vez allí, la empujé contra los lavabos.

Estaba harta de ella y no iba a consentir que me robase a Benedict.
-Muy bien- dije molesta -¿Qué es lo que tramas Elisabeth?-
-Yo no he hecho nada- dijo ella fingiendo inocencia -no se de que me hablas-
-No seas tan cínica Elisabeth- dije molesta -nos conocemos perfectamente y sé que quieres conquistar a Benedict-
-¿Y eso te importa?- dijo ella -soy mucho mejor que tú. Tan solo tengo que hacer que él se de cuenta-
-Como hagas algo- dije agarrándola del cuello -juro por Dios que te arrepentirás de haberte metido en el medio y haré lo que sea por obtener la satisfacción de humillarte públicamente ante todo el mundo-
-No te atreverías- dijo ella - tan solo eres una niña estúpida que se acostó con su jefe-

No pude evitarlo y estampé su cara contra el lavabo haciendo que su nariz comenzase a sangrar.

Tenía que salir de allí, por lo que abandoné los servicios y le pedí al señor Walley que nos fuésemos.
Cuando volví a trabajar, volvía a estar totalmente tranquila.

Abandoné la empresa a las siete y me fui a casa donde Kate me esperaba con una sonrisa.
-¿Qué tal tu primer día preciosa?- dijo ella con una sonrisa.
-Muy bien- sonreí -le he roto la nariz a la secretaria de Benedict-
-¡¿Qué?!- dijo ella.
-Quiere quitarme a Benedict- dije con algo de molestia -y no se lo voy a permitir-
-Bueno...- dijo ella -entonces has hecho lo correcto, aunque te has precipitado un poco-
-Prefiero dejarle claro lo que pasará- dije -ya le perdí una vez Kate y no volverá a pasar-
-Ven aquí- dijo ella para abrazarme -eso jamás pasará-
-¿Cómo estás tan segura?- dije -no sabes como es ella-
-Porque confío en Benedict- dijo ella -y tú también deberías hacerlo-

La abracé con fuerza y preparamos la cena.

Kate siempre sabía que decirme en aquel tipo de situaciones y por aquellas cosas que solía hacer la quería tanto.
Su compañía era muy importante para mí y si ella confiaba en Ben yo también lo haría.

Cuando me fui a mi dormitorio, mi teléfono comenzó a sonar.
Benedict me estaba llamando, por lo que corrí a tomar la llamada.
-¿Diga?- dije.
-¿Qué tal tú primer día de trabajo?- dijo con una risa -¿Has sido buena?-
-No- reí -ya sabes lo que hice-
-Me parece que tendré que castigarte- dijo con voz seductora -pero no podré hacerlo si no me dejas entrar-
-Mmmm...- dije para abrir mi ventana -¿Y por qué?-
-Porque- dijo antes de colgar y entrar en mi dormitorio -los celos no son nada buenos-
-Ni usted tampoco señor Cumberbatch- dije con una sonrisa antes de besarle.

Una sonrisa cruzó su rostro durante aquel beso.

Sus manos se deslizaron a mis mejillas y sus pulgares acariciaron mis labios con suavidad.
-No sé que me haces (T/N)_____- dijo él -cuando te vi con Richard me moría de celos. Pero al ver que tú sentías lo mismo con Elisabeth me ha dejado más tranquilo-
-Nunca haría nada que te perjudicase Ben- dije para besarle con suavidad -y jamás sería capaz de traicionarte con alguien como el señor Walley-

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora