Prácticas

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El curso había terminado y finalmente había llegado mi tiempo de prácticas.

Para mi gran suerte me habían destinado a Londres pero no a la empresa Cumberbatch.
En su lugar me habían destinado a la empresa Walley, la mayor competencia de Benedict.

Al ver aquellas listas mandé un mensaje a Ben, al cual no le agradaba en absoluto.
Tomaría el primer avión de la tarde para no perder tiempo, además de ver a mi hermoso ex-jefe.

Mi padre y Dylan me acompañaron al aeropuerto para despedirse.
-Se buena- dijo mi padre con una sonrisa.
-Sabes que lo soy siempre papá- sonreí para luego mirar a Dylan -y tú monstruito debes de hacer lo que papá te diga-
-Si- dijo él con una dulce sonrisa -Te quiero mucho-
-Y yo a ti principito- dije para besar su mejilla y estrujarle.

Les abracé con fuerza y me subí con rapidez al avión.

El vuelo fue muy tranquilo y no hubo ningún problema.
Al llegar al aeropuerto, agarré mi maleta y salí a la zona donde los familiares esperan.
Allí un hombre alto con gafas de sol, traje y mejillas marcadas me esperaban con una sonrisa.

Corrí hacia él a toda velocidad y me abalancé sobre sus labios para besarlos.
-Creía que tenías trabajo- dije para quitarle las gafas de sol con una sonrisa.
-He conseguido terminarlo a tiempo- sonrió -¿Tienes hambre?-
-Me muero de hambre- dije con una sonrisa -¿Qué te parece si vamos a mi apartamento y pedimos algo de cenar?-
-Buena idea- dijo él -¿Cómo están tu padre y tu hermano?-
-Bien- dije con una sonrisa -Dylan es todo un hombrecito-
-¿Empezará al colegio este año verdad?- dijo Ben con curiosidad.
-Si- dije sonriendo -vendrán en Septiembre-
-¿Vivirán aquí de forma permanente?- dijo.
-Si- sonreí -la casa de Los Ángeles será para ir de vacaciones y para hacer alguna escapada-
-Genial- dijo abriéndome la puerta del coche.

Cuando ambos estuvimos dentro del vehículo, pusimos rumbo a mi apartamento.

Nada había cambiado apenas durante mi ausencia.
Había extrañado aquella enorme ciudad que todavía no me creía que ya había vuelto.
Cuando subimos al apartamento y encendimos las luces, todos nuestros amigos gritaron.
-¡Sorpresa!- gritaron a coro.
-Os odio- dije abrazándoles con fuerza.
-¡Cuanto te había echado de menos!- dijo Kate estrujándome con fuerza -estás preciosa-
-Siempre lo está- dijo Ben para besar mi mejilla.
-De eso no cabe duda- dijo Tim para abrazarme -Bienvenida a casa-
-Gracias- sonreí.

La fiesta fue increíble y cuando todos se fueron a casa solo nos quedamos Tim, Ben, Kate y yo.

Nos fuimos a nuestros dormitorios y deshice mis maletas.
Benedict me observaba desde la cama con una sonrisa, lo cuál me incomodaba pero al mismo tiempo me agradaba.
-Se te cae la baba- dije con una risa para tomar mi pijama.
-Aún no me creo que ya estés aquí- sonrió.
-Hay algo que quiero preguntarte desde hace un rato- dije con curiosidad.
-Pregunta- dijo mientras me iba al baño para cambiarme.
-¿Quién es la secretaria en prácticas de tu empresa?- dije.
-Se llama Elisabeth Stone- dijo él -parece una chica simpática-
-Ben- dije lanzándome sobre él llena de angustia -por favor no hagas caso de lo que te diga-
-¿Qué ocurre?- dijo él -¿Por qué estás tan asustada?-
-Porque esa chica me odia- dije -durante la carrera se las intentaba ingeniar para poner a mis amigos en mi contra e incluso a los profesores. Es una pésima estudiante y supongo que ya tendrás una idea de cómo ha conseguido sacarse el título-
-Me lo imagino- dijo acariciando mi cintura con suavidad -no te preocupes ¿De acuerdo? No pasará nada-
-No quiero perderte Ben- sollocé -no podría soportarlo-
-Shhhh- dijo abrazándome con fuerza -no me perderás-

Cuando conseguí tranquilizarme, ambos decidimos que lo mejor era descansar.

A la mañana siguiente al despertarme, Ben ya se había ido y me había dejado una nota en mi mesita de noche.

"Que tenga un excelente día de trabajo señorita (T/Apellido)________. Nos veremos el viernes en mi apartamento y nos mantendremos en contacto como siempre.

Benedict Cumberbatch"

Me preparé como siempre y tomé mi desayuno antes de ir a trabajar.

Los nervios me invadían al entrar en aquel enorme edificio donde la gente iba y venía sin apenas prestarme atención.
Me dirigí al puesto de información donde un chico moreno con espesa barba me atendió con un tono muy amable.
-¿Desea algo?- dijo con amabilidad.
-Si- dije con una sonrisa -Soy (T/N______) (T/Apellido)_______ la nueva secretaria en prácticas-
-Ah si- dijo tecleando -el señor Walley la espera en su despacho. La acompañaré-
-Gracias- dije con dulzura.

El chico abandonó el mostrador y se dirigió al ascensor tocando el último piso.

En aquella planta, todo el mundo trabajaba totalmente concentrado y había tanto hombres como mujeres.
Todas las mesas eran de cristal y estaban rebosantes de documentos y lo último en tecnología, la sala estaba muy bien iluminada por grandes ventanales y el ruido de las teclas, fotocopias y pasos inundaban el ambiente.
Atravesamos todos los escritorios hasta que llegamos a una puerta de color negro que estaba cerrada.

El muchacho golpeó la puerta tres veces y entró en la sala ordenándome que esperase.
No tardó mucho en salir y le agradecí su ayuda.
Tomé aire profundamente y entré en aquel despacho con una sonrisa.

Era un despacho amplio, de paredes grises muy claras y enormes ventanales.
Los muebles eran de color negro y el suelo era de roble.
Sentado en una enorme silla de cuero blanco, se encontraba un hombre rubio de ojos verdes con una sonrisa perlada.
Su piel era morena, su cuerpo era musculoso pero no demasiado y vestía un traje de color negro.
-Bienvenida a la empresa Walley- dijo levantándose de su silla para estrechar mi mano -soy el señor Walley aunque puede llamarme Richard-
-Encantada señor Walley- dije con una sonrisa -soy la señorita (T/Apellido)_______-
-Veo que es muy puntual- dijo él -eso es perfecto y me gusta mucho, siempre digo que el tiempo es oro-
-Si- dije con una sonrisa.

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora