Culpa

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Cuando estuve preparada entré con Benedict de nuevo en la sala.
Mi madre estaba charlando con Wanda y mi padre estaba sosteniendo a Dylan en una esquina.
-Ve con tu padre- dijo Ben -te necesita a su lado-
-Está bien- dije -si ya me resultaba raro estar contigo... ahora que sé que te acostaste con mi madre lo es más aún-
-Lo sé- dijo él -pero tú eres mucho mejor-

Sonreí y fui junto a mi padre el cual estaba algo triste.
-Hola papá- dije acariciando la mejilla de Dylan.
-¿Cómo te encuentras princesa?- dijo besando mi cabello.
-Mejor- dije sonriendo -¿Tú?-
-Esto me resulta muy extraño- dijo él -creí que nunca más la vería-
-Yo también- dije acariciando su nuca y besando su mejilla -me tienes aquí papá, eso es lo único que importa ¿Vale?. Has sido fuerte todos estos años y me has criado tú solo. Me enseñaste a ser fuerte, a levantarme cuando la vida solo me daba golpes, a creer en mi misma cuando nadie lo hacía, a ver el mundo siempre con otra persepectiva... no dejes que esa mujer te derrumbe porque, como tú me enseñaste un día, tú vales mucho más que nadie-
-Te quiero- dijo mi padre con los ojos cristalizados.
-Y yo a ti- dije abrazándole -Dylan está muy tranquilo ¿Verdad?-
-Si- dijo él -parece que al tenerte más cerca está más relajado-
-Bueno- dije tomándole entre mis brazos -soy como una madre para él, ya que soy la única mujer que pasa mucho tiempo con él-
-¿Te imaginas que te llamé mamá?- dijo bromeando.
-Dios no- dije riendo -quiero escuchar esas palabras pero no de él-
-Es increíble como has cambiado con los años- dijo mi padre acariciando mi mejilla -eres toda una mujer y dentro de poco te casarás, tendrás hijos propios, casa propia...-
-Calma vaquero- reí -falta muchísimo para eso-

De pronto unos tacones se me acercaron por detrás y una suave mano se posó sobre mi hombro.
Giré mi rostro y contemple que la mujer que estaba detrás de mí era mi madre.
Tenía una leve sonrisa en su rostro y una mirada muy tierna, pero no me podía dejar ablandar por ella.
-¿Podemos hablar?- dijo ella.
-No lo sé- dije mirando a Benedict que me hizo un gesto hacia el jardín -vale... papá cuida a Dylan-
-Si- dijo él cargándole entre sus brazos.

Ambas salimos al hermoso jardín y comenzamos a caminar bajo el enorme cielo estrellado.
-Has cambiado mucho- dijo ella.
-No iba a ser una niña siempre- dije seria.
-Así que...- dijo ella -tú y Benedict...-
-Si- dije seria.
-¿Te lo ha contado?- preguntó.
-Si- dije -todo-
-Te preguntarás por qué me fui- dijo ella.
-Te fuiste porque te aburrías de la monotonía- dije -yo era muy pequeña pero lo suficientemente lista como para saber que no eras feliz con nosotros-
-Siempre fuiste una niña muy inteligente- dijo ella sentándose en una banco -y lo sigues siendo además de que eres toda una belleza. Seguro que has tenido muchos novios-
-No- dije mirando al suelo.
-Espera...- dijo ella -eso quiere decir que Benedict... ¿Fue tu primer... ya sabes?-
-Si- dije -y no sé porque te estoy contando esto-
-Lo siento- dijo ella -no quería incomodarte-
-¿Por qué le escogiste?- dije seria -¿Qué fue lo que viste en él?-
-No lo sé- dijo suspirando.

Benedict nos llamó y volvimos a la fiesta.
Cuando tomó mi mano, me dio un escalofrío extraño pero no era aquel escalofrío placentero que solía darme.
Fuimos a su dormitorio y comenzó a besarme con delicadeza pero fuertemente al mismo tiempo.
Le correspondí los besos pero me separé mirando al suelo.
-¿Qué sucede?- dijo él acariciando mis mejillas.
-No puedo Benedict- dije con los ojos cristalizados -lo siento-
-¿Por qué?- dijo sentándome sobre la cama y arrodillándose frente a mí.
-No lo sé Ben- dije -pero prefiero dormir en el dormitorio de mi hermano hoy-
-Vale- dijo con un tono extraño -¿Seguro que estás bien?-
-Si- dije poniéndome mi pijama y depositando un beso en su mejilla -buenas noches-

Fui al dormitorio de Dylan donde mi padre estaba intentando dormirle.
-Déjalo papá- dije -yo me encargo-
-Vale- dijo él - ¿Por qué no duermes con Ben?-
-Cosas mías papá- dije sosteniendo a Dylan y metiéndole en su cunita buscando unos cuentos.
-No te habrá hecho daño ¿No?- dijo él.
-No- sonreí -solo que prefiero estar con mi hermano-
-Está bien- dijo besando mi mejilla -buenas noches pequeña-
-Buenas noches papi- dije sonriendo.

Cuando mi padre se fue, le leí a Dylan el cuento del soldadito de plomo, ya que era su cuento favorito.
Justo en la mitad de la historia, Dylan se quedó dormido como un tronco y yo me puse a leer un libro.
De pronto la puerta se abrió lentamente y pude ver a mi madre en el pasillo.
-¿Qué haces aquí?- susurré para no despertar a Dylan.
-Benedict me dijo que estabas aquí- dijo ella sentándose a mi lado -¿Por qué no quieres dormir con él?-
-Quiero estar con mi hermano pequeño es todo- dije seria.
-No me mientas- dijo ella -soy tu madre y a pesar de haber estado mucho tiempo sin verte sé cuando mientes-
-No vengas ahora como si fueses una madre angelical ¿Vale?- dije molesta -no te queda bien-
-Me preocupo por ti- dijo ella -he seguido todos tus pasos sin que te enterases. Sé que en la escuela se metían contigo, sé que en el instituto te graduaste con matricula de honor, sé que en la universidad eras una de las mejores alumnas, que estuviste en el hospital algún tiempo...-
-¿Por qué no contactaste conmigo?- suspiré.
-Porque no quería que me rechazases- dijo ella -pero ya lo estás haciendo ahora-
-Estoy en mi derecho- dije -no te has aparecido en todos estos años... ¿Y esperar que ahora corra a tus brazos de nuevo como si fuese una niña? Lo siento mamá pero las cosas no son así-
-Hija...- dijo sollozando.
-Vete mamá- dije con lágrimas en mis ojos -no quiero verte en este momento-

Mi madre abandonó la habitación sollozando y al poco tiempo unos fuertes pasos llegaron a mi puerta.
Abrí antes de que golpeasen la puerta y vi a Benedict con una cara de estar enfadado horrible.
Me tomó con fuerza de la muñeca y me arrastró a su habitación de nuevo.
-Benedict suéltame- dije forcejeando para que me soltase.
-¿Por qué le hablaste así a tu madre?- dijo molesto.
-Porque se lo merece- dije con lágrimas cayendo de mis ojos debido al dolor -suéltame por favor me haces daño-
-Tienes mucha suerte de tener una madre de verdad (T/N)______- dijo apenado y molesto al mismo tiempo -esa mujer te quiso cuando eras una niña mientras que la mía solo me daba golpes y palizas-
-Pero me abandonó- lloré -y tú tienes parte de culpa de todo-
-¿Qué?- dijo sorprendido.
-Si- dije molesta -tú eres el culpable de que mis padres se divorciasen y de que ella haya vuelto para hacernos daño a mi y a mi padre-
-Sabes que eso no es...- dijo antes de que le interrumpiese.
-Déjame- dije soltándome finalmente -y si la vas a defender a ella antes que a mí... hemos terminado Benedict-

Cerré la puerta y volví al cuarto de Dylan encerrándome para llorar en silencio mientras mi pequeño angelito dormía.
Todo era por culpa de ella y ahora mi relación con Benedict estaba absolutamente destrozada porque ella había vuelto a aparecer en mi vida de nuevo.

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora