breves historias que vivirás con tus personajes favoritos del mundo mágico de harry potter, incluyen primera, segunda y tercera generación.
- todas las historias son hechas por mí.
[re-edición por errores ortográficos]
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Te colocas tú suéter de rayas, quitas cualquier arruga de este, tomas el cepillo y peinas tu abundante cabello oscuro.
— ¿Crees que se ve mejor suelto o amarrado? — giras para ver a tú hermano, Harry.
— No lo sé... ¿a ti cómo te gusta? — fija su mirada en ti — De las dos formas te queda bien. — se encoge de hombros.
Te giras para quedar nuevamente frente el espejo y dejar tú cabello suelto.
— ¿Quién te tocó en el intercambio? — pregunta Harry.
— Que te importa. — ríes para tomar asiento en la orilla de la cama y amarrar las agujetas de tus zapatos.
— Oh vamos dime, soy tú hermano. — golpea tu hombro.
Sonríes por lo bajo para negar.
— Mhm... — te mira con sus ojos entrecerrados — Por esa sonrisa creó que se quién te toco.
— Si, claro. — respondes sarcásticamente.
— Te tocó Hermione, ¿no es así? — se acerca a ti y rodea tus hombros con su brazo.
— Cállate, Harry. — lo miras.
— Esperó le hallas regalado algo que le guste de verdad, si quieres enamorarla. — sonríe tratando de darte los ánimos suficientes.
Rodaste los ojos para verle.
— Estoy muy seguro de mi regalo, Harry. Pero gracias.
— Por supuesto, ojitos verdes. — se burla de ti para reír y levantarse de la cama para caminar hacía la puerta de la habitación — Vamos, la cena esta por empezar.
Tomas la bolsa de regalo y sales detrás de él para bajar por las escaleras hacía el gran comedor de la casa de los Black. Los Weasley ya estan allí al igual que Hermione, la miras por unos momentos, se ve muy linda, le sonríes pero algo hace que apartes tú mirada de la de ella, Harry te ha dado un leve codazo.
— Ya casi babeas. — susurra este riendo mientras se acerca a los demás.
Todos toman asiento en la mesa para degustar de aquella rica cena, bebes de tú copa para luego limpiar tus labios.
— Muy bien, hora de los regalos. — dice emocionada la señora Weasley — La verdad quise regalarle algo a todos, así que tejí algunas cosas. — comenzo a repartir los regalos envueltos.
— Muchas gracias. — sonríes agradecido y abres este viendo una linda bufanda hecha a mano, rápidamente la colocas a alrededor de tú cuello.
Subes la mirada para ver a Hermione, esta abre contenta el regalo de la señora Weasley y rápidamente se lo coloca.
Vas a halagarla pero alguien se te adelanta.
— Te queda muy bien, Hermione. — miras a Ron sonreír.
— Gracias. — susurra la chica para luego verte.
Tragas saliva y tomas la bolsa del regalo.
— Muy bien... ¿Quién será el primero en empezar? — pregunta emocionada la señora Weasley — ¿Qué tal tú t/n?
— ¿Yo? — preguntas algo nervioso, rascas tú nuca y te levantas — Muy bien, mi amigo bueno amiga secreta es... Hermione.
Esta rápidamente levanta su mirada y puedes notar un leve sonrojó en sus mejillas.
— Espero te guste. — le extiendes la bolsa.
La chica abre esta, luego saca una pequeña caja la cuál deja en sus manos, la abre con cuidado, la ves sonreír.
— Dios, t/n... — la escuchas hablar — ¡Es hermoso! — saca el collar el cuál su dije es una linda nutria, el cuál era su patronus — Muchas gracias, me encanta. — se acerca a ti y te abraza con fuerza.
Algo nervioso con cuidado rodeas su cuerpo con tus brazos y la abrazas.
— Me alegra mucho que te halla gustado.
[...]
El intercambio siguió entre risas y bromas, todo se ven felices, eso te hace sentir en casa, te levantas de la mesa y caminas escaleras arriba para salir al balcón que hay en aquella casa, colocas tus brazos sobre el barandal y miraa a las personas pasar y jugar en la nieve, nevaba, no mucho pero se ve hermoso.
— Ey. — escuchas una voz detrás de ti.
Al girarte y ver de quién se trata relames tus labios.
— Oh... hola.
— ¿Te molesta si te acompañó? — pregunta la chica.
— No, no... Para nada. — la invitas.
Esta se acercó a la orilla y se coloca a tu lado.
— Es lindo, ¿no crees? — susurras para girarte y ver a la chica — Ver la nieve caer, las luces afuera de las casas, ver a los niños jugar con la nieve...
— Si, es hermoso. Navidad es ese tiempo de relajarte, disfrutar en familia y amigos y sobre todo ser feliz. — voltea a verte — La verdad siendo sincera nunca me espere un regalo tan lindo, créeme. Lo apreciaré toda mi vida. — toma el dije entre sus dedos.
— Es una forma de que sepas que al ser tu patronus te protegerá siempre, pero al ser yo quien te lo regaló, será mi deber también hacerlo.
Ambos estan cara a cara, la ves sonreír y acercarse rápidamente a ti para besar tus labios, te quedas estático ¿de verdad te a besado?, te quedas unos segundos quieto pero captas que es tu momento, tu mano sube a su mejilla y sigues su beso. Unes tú frente con la de ella, ambos ríen.
— Yo... lo siento por eso. — fija su mirada en tus ojos.
