breves historias que vivirás con tus personajes favoritos del mundo mágico de harry potter, incluyen primera, segunda y tercera generación.
- todas las historias son hechas por mí.
[re-edición por errores ortográficos]
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Tus dedos se enredan entre los finos y rubios cabellos de aquel Malfoy, otra noche en la cuál el chico sufre otro ataque, odias verlo de aquella manera, triste, con miedo y verlo llorar sin parar por horas. La mansión Malfoy en aquellos momentos es un caos, a veces tienen la presencia de Lord Voldemort en el salón dándoles ordenes, carroñeros entrando y saliendo y ni hablar de la cantidad de mortífagos. Suspiras para bajar tú mirada al ver cómo el rubio platinado se ha calmado y ahora reposa con tranquilidad sobre tú pecho.
— Deberíamos escaparnos de aquí, irnos lejos de aquí, poder estar tranquilos, solamente tú y yo... — susurras para ver cómo el chico se gira con rapidez para verte.
— ¿Escaparnos? — susurra incrédulo — No podemos, ¿si algo sale mal?
— ¿Y si sale bien? — argumentas — Draco, estoy cansada de esto, se que tú lo estas. Odio verte cuando te dan ataques por este estúpido y estresante lugar, quiero verte feliz, quiero verte bien. Quiero estar contigo sin tener que lidiar con todo esto, hace un año prometí que estaría contigo pase lo que pase, y aquí estoy. — quitas los mechones rubios que caen por su rostro.
Draco solo te regala una pequeña sonrisa y asiente para volver a colocar su cabeza sobre tú pecho, sonreíste para seguir brindando caricias en su cabello.
[...]
Han pasado alrededor de un mes desde que has dado la idea de escapar, al principio a Draco le dio miedo pero ya una vez decidido comenzaron a planear todo, y ese día por fin ha llegado, hoy. Todos bajaron a desayunar cómo de costumbre, tomas asiento al lado del Malfoy y desayunan en completo silencio cómo era de costumbre, al cabo de unos minutos todos se levantan de la mesa, Draco te mira unos momentos y luego sube hacía su habitación, esperas unos minutos y luego subes tú, rápidamente entras a su habitación, la tarde esta cayendo, era hora.
— ¿Esta todo listo? — preguntas.
Solo llevan dos mochilas, saben a dónde ir, tú tía-abuela tiene una pequeña casa al lado de un frondoso riachuelo, estaran bien durante bastante tiempo allí.
— Sí. — susurra Draco, se le ve nervioso.
Tomas su rostro y dejas un beso en su frente.
— Todo saldrá bien, si. Y si no corremos con suerte, quiero que sepas que lo intentamos. — sonríes para besar sus labios y sin más salir de las habitaciones.
A estas horas la mansión siempre esta vacía y es el momento perfecto, bajan las escaleras con velocidad hasta salir al gran jardín que la familia Malfoy posee.
Mientras dos los jóvenes corren con sigilo, Narcissa sube a la habitación de Draco, al entrar y no verlo primero no le toma importancia, pero al definitivamente percatarse que no hay rastro de él ni de su novia, alerta a los demás.
Oyen pasos detrás de ustedes giran para encontrarse a varios mortífagos detrás, Draco toma la mano de su chica y corren con más velocidad cada vez perdiéndose entre los árboles. Los hechizos intentando detenerlos e inmovilizarlos no tardan en aparecer, los dos jóvenes esquivan aquellos hechizos cómo puedes. Saben que se han adentrado lo suficiente, ya no se encuentran en el jardín de la mansión Malfoy, se han introducido en el bosque, no se detienen y siguen corriendo hasta asegurarse de que ya no los persiguen, toman de sus manos con fuerza y logran desaparecer de aquel lugar.
El olor a aire fresco viene a sus fosas nasales y sonrien, T/n se gira para ver a Draco y tirarse sobre él para abrazarle.
— Te dije que lo lograríamos, lo hicimos. — susurras para sentir cómo Draco la abraza con fuerza y la alza en el aire.
— Lo logramos. — susurra el rubio para hacer que lo mires y besar tus labios — lo logramos... — vuelve a susurrar para por fin, volver a verlo sonreír.
