breves historias que vivirás con tus personajes favoritos del mundo mágico de harry potter, incluyen primera, segunda y tercera generación.
- todas las historias son hechas por mí.
[re-edición por errores ortográficos]
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Caminas por la estación con tú carrito, tú lechuza descansa en su jaula, te acercas al área dónde dejan los equipajes y las mascotas.
— Compórtate, shadow. — le adviertes a tu lechuza para luego dejar su jaula con las demás y salír de allí.
Te encaminas por el tren, te diriges al área dónde comúnmente los Slytherin van, pero buscas a alguien en concreto, alguien levanta su brazo llamando tú atención.
— T/n, ven.
Al verla una sonrisa se aparece en tu rostro, se ve hermosa. No era novedad que sintieras un amor platónico por aquella Slytherin, ¿quién no lo tendría?, si era demasiado linda.
— Pansy... — susurras mientras ves su nuevo corte de cabello.
— ¿Te gusta? — mueve su melena.
— Te ves muy linda, me encanta. — confiesas mientras tomas asiento frente a ella.
Ves su rostro colocarse algo rojo.
— Gracias. — la ves morderse su labio — Cuéntame, ¿qué tal las vacaciones?
— Oh bueno, estuvieron bien. Fuimos al bosque a una cabaña por un mes, fue genial. — confiesas — ¿Las tuyas qué tal?
— Asombrosas, fuimos de viaje a Estados Unidos, todo es diferente allá, más el acento. — admite ella — Pero... — revisa su mochila — Te traje algo de allá, se que te gusta mucho coleccionar cuarzos y mira. — sacó una bolsa — Te compré algunos.
Rápidamente tomas la bolsita y abres esta para dejar las piedras sobre la mesa. Eran hermosas.
— Dios, Pansy... — levantas la mirada — Es el mejor regalo que me han dado. — dices totalmente entusiasmada, son las indicadas para la colección — De verdad, gracias.
— Oh, no hay de que. — dice sonriente — No pude evitar pensar en ti al verlas en la tienda, un pequeño detalle para que me recuerdes siempre.
[...]
Levantas la mirada para ver cómo Pansy se esta quedando dormida sobre la mesa. Ambas se encuentran en la sala de Slytherin, ya era más de medianoche y aún siguen estudiando para el examen que tendran en unas horas.
— Pansy, pero concéntrate. — tocas su brazo.
— Quiero dormir. — se queja aún con los ojos cerrados.
— Sabes que no hemos estudiado nada, debemos aunque sea aprendernos algo.
La escuchas bufar.
— De acuerdo. — se incorpora en la silla y vuelve a abrir su libro.
Amarras su cabello en un moño para luego ver tú reloj de muñeca, son casi las 2:30 de la madrugada, giras la cabeza hacía Pansy la cuál aún sigue leyendo.
— Pansy... — susurras — Ya tengo sueño, creó que es hora de ir a dormir.
Te estiras escuchando tronar tú espalda un poco.
— Vamos, ven. — está se levanta de la mesa y comienzan a recoger los libros y dejarlos en el estante del salón.
Ambas se movilizan hacía los dormitorios, entran y buscan sus camas. Quitas tú bata para quedarte solo en pijama, estas lista para acostarte pero Pansy toma tú mano.
— ¿Qué pasa? — la miras con una sonrisa.
— Solo... quería decirte que descanses. — susurra está con una sonrisa.
— Oh, tú tambien Pansy. Que tengas lindos sueñ... — no terminas la palabra por que alguien deja un beso en tus labios.
Algo asombrada ves a la chica, por fuera no sabes ni que decir pero por dentro sientes que saltan de la emoción.
— Para que duermas bien. — ríe esta para luego dejar un beso en tu mejilla.
— Creó... que después de eso dormiré más que bien. — ríes por lo bajo aún algo sorprendida.
— Hasta mañana.
Aún con la sonrisa en tus labios te acomodas en tú cama y suspiras. Soñarías más que bien.
