breves historias que vivirás con tus personajes favoritos del mundo mágico de harry potter, incluyen primera, segunda y tercera generación.
- todas las historias son hechas por mí.
[re-edición por errores ortográficos]
— Esta vez fue algo más tranquilo, pero siempre se dió sus buenos golpes, pobre Lunático. — levanta su mirada hacía la entrada del gran comedor para luego mirarte y hacer una seña para que mires a esa dirección.
Giras tú cabeza dudosa y logras ver el rostro de Remus algo rasguñado y su labio al parecer roto, haces una mueca. Este toma asiento al lado tuyo.
— ¿Te sientes bien? — preguntas algo angustiada.
— Si, ya me siento mejor. Pero odio que todos me miren así. — susurra por lo bajo para tomar una manzana y morder con cuidado esta.
— Solo... ignóralos. — susurras para seguir comiendo.
Logras percatar a Remus removerse en su lugar eso significa incomodidad en él, lo escuchas bufar este se levanta de su asiento.
— ¿A dónde vas? — habla ahora Sirius.
— A cualquier lugar menos a este. — gruñe para salir del gran comedor a paso rápido.
Te giras para ver a los chicos, le copias el gesto levantadote de tu asiento y sales corriendo detrás del licántropo.
— ¡Remus! — corres detrás de él pero esté parece ignorarte.
Un trueno retumba por aquellos pasillos y una llovizna comienza a caer, Remus sale de los pasillos al patio sin importarle empaparse.
— Maldita sea, ¡Remus Lupin! — gritas mientras igual sales al patio y lo ves girarse — ¿Qué rayos te pasa?
— ¿Qué me pasa? — pregunta frustrado — ¿Sabes qué me pasa? que cada maldita luna llena me convierto, llego a lastimarme y odio ver mi rostro y mi cuerpo sumamente golpeado, estoy harto de que todos me vean y cuchicheen sobre mi aspecto cómo si yo no lograra escucharlos, soy un mounstro. — puedes ver su dolor en sus ojos.
Negaste.
— No lo eres Remus, eres la persona más amable, gentil, preciosa y honesta en este mundo, no eres una mala persona por lo que eres, tú no pediste serlo. — muerdes tú labio viendo cómo aquel chico niega mientras sus ojos se colocan llorosos.
— No, no lo soy. — negó — Solo mírame, ¿quién podría amarme? soy un total desastre. Nadie lo haría, nadie podría lidear conmigo toda su vida.
— Yo lo hago. — sueltas sin más para acercarte a él y tomar sus manos — Te amo cómo no tienes idea, no me importa cómo luzcas o lo que seas, amo al Remus que yo he logrado conocer, amo todas y cada una de tus cicatrices, te amo Lupin. — tomas su rostro entre tus manos.
Ambos estan siendo empapados por la lluvia pero eso no importa, solo eran ustedes dos y nada más.
— ¿De verdad? — susurra Remus con su rostro ya muy cerca del tuyo.
Asentiste varias veces para no bastar más para que sus labios se unan en un beso, con cuidado te separas de estos.
— Espero no haber lastimado más tú labio. — acaricias con cuidado este.
Ves al chico negar y volver a dejar otro beso, ambos sonrieron.
— Eso ya no importa, ya no más. — sonrió para volver a unir sus labios con los tuyos.
Ambos bajo la lluvia, hablando desde sus más sinceras acciones.
