MAKE ME [Rafe Cameron & JJ Maybank]

la pregunta

-Sarah venga, ya estamos casi.-

Kiara, Sarah y yo subíamos las largas escaleras de la casa de los Cameron.
Kiara y yo sujetábamos a Sarah y ella nos rodeaba los hombros con sus brazos para no caerse.

Se veía más consciente, pero cansada, solo necesitaba descansar.

La cambiamos y la hicimos un recogido en el pelo entre las dos.
Ya estaba metida en la cama, Kie y yo nos sentábamos alado suya mirándola.
-Podéis quedaros a dormir conmigo?-
Preguntó en un susurro.

Kiara y yo nos miramos y sonreímos.
-Claro.- Kiara la acarició la cara.

Nos levantamos y buscamos algo que ponernos en su armario para estar cómodas, ya que con la ropa de fiesta no podíamos dormir.

Termine escogiendo una camiseta grande blanca con un dibujo por atrás que tenía en un cajón.

Volvimos a sentarnos en la cama y Kiara empezó a abrir la sábana para meterse en ellas.

-Necesitas vomitar?- Preguntó enconces Kiara

-No, estoy bien tranquilas, necesito agua.-
Sarah se intento incorporar en la cama pero me interpuse poniendo una mano en su hombro y volviéndola a tumbar.

-Yo iré.-

Me levante y me dirigí a la cocina, bajando las largas escaleras de nuevo con cuidado, para no despertar a nadie.

Y como no, allí estaba.

Rafe.

Apoyado en la encimera, bebiendo un vaso de agua algo tenso.

Entre sin decir nada mostrando total indiferencia.
Noté sus ojos puestos en mi mientras pasaba por delante suya.

Abrí la nevera y un armario y cogí un vaso y la jarra de agua.

-Esa camiseta es mia.-

Por alguna razón mis mejillas se enrojecieron, tal vez de vergüenza.

-Si quieres me la quito.-

-No, te queda bien.-
Rafe dio un sorbo de su vaso mientras me miraba.

Yo seguía concentrada en llenar aquel vaso para poder llevárselo a Sarah cuanto antes.

-Mira Rafe, no me haga la pelota después de haberme gritado en la fiesta.-

Rafe cambio la expresión y bajo la cabeza.
-No quería hablarte así, estaba nervioso.-

-Pues lo has hecho, que sepas que yo no tengo culpa de nada.-

-Lose.-

Resoplé y terminé de llenar el vaso, volví a andar hacia la puerta pasando por delante suya, pero su gran brazo se estiró, inmovilizando mi paso.