MAKE ME [Rafe Cameron & JJ Maybank]

¿Oportunidades?

Porfin puede llegar a la casa de los Cameron.

Sin más sustos por el camino, todo se había solucionado, Andrew saldría de mi vida para siempre.

Llamé al timbre cansada.

La puerta se abrió antes de lo que me esperaba.

-Ey!!- JJ con una lata de cerveza me rodeo con el brazo para saludarme y meterme a dentro de la casa.

Puede que me esperara a otra persona, pero no fue así, y me alegré que jj haya sido quien le abriese.

Le abracé y pasé a la cocina donde estaban todos, con un pequeño altavoz donde escuchan música no muy alta, algunos estaban bebiendo cerveza y otros cocinaban, parecían galletas.

-Porfin! te estábamos esperando.- Kiara se acercó con un delantal y con las manos llenas de harina.

Me dio un beso con las manos apartadas para que no me manchase y se volvió a acercar a cocinar.

-Que hacéis?- Pregunté cogiendo uno de los delantales que había colgados en las perchas de la cocina.

-Unas galletas de puta madre.- Dijo Pope riendose y dando un codazo a jj.

-Y dice de puta madre porque son de puta madre!- Repitió jj mirando a Pope.

Yo no entendía nada.
Todos reían.

Y creo que porfin pude entender, pero quería asegurarme.

-que llevan las galletas?- Dije entre confusa y riendo.

jj se acercó a mi y apoyo su brazo en mi hombro.

-Tranquila, solo llevan un poco de "rock and roll".- dijo y todos rieron.

Estaba claro que las galletas llevaban algún tipo de droga y la verdad si me apetecía probarlas y pasar un buen rato, solo eso, me pareció buena idea.

Negué con la cabeza y reí de ello.

Continuamos haciendo la forma de las galletas y colocándolas en el horno para calentarlas, mientras la música seguía sonaba, hablamos y reíamos.

Alfinal, después de tanta espera, las galletas se hicieron.

Kiara abrió el horno y un aroma peculiar lleno la cocina.

Olía rico, olía a dulce, a azúcar pero mezclado con algo más, un ligero olor a orégano.

Las colocamos en unas bandejas y nos quitamos los delantales para colgarlos.

Probamos todos una galleta.
La textura estaba perfecta, blanda por dentro y por fuera, el sabor el típico de galleta con algo más amargo.
Estaban deliciosas.

Todos ríendo y probando las galletas no nos esperábamos que alguien diese tres golpecitos al marco de la puerta.

Me giré.