ᴛʜʀᴇᴇ ♡

1.3K 193 26
                                    

La gente estaba moviéndose de aquí para allá. Angustiada por la noticia que les había dado su jefe. El más afectado podía resultar Seokjin, el encargado del proyecto luego de su jefe. Kim no dejaba de pasearse de derecha a izquierda, observando detalladamente las pantallas en sus trabajadores. 

Algunos aún estaban tecleando cosas en sus computadoras, terminando de agregar las cosas que faltaba o revisando tener todo en orden. Sabían perfectamente que no faltaba nada, pero, aunque el mejor artista sepa al derecho y al revés la coreografía, igual se ponían nerviosos al presentarlas.

Luego de tantos meses de arduo trabajo verían si es que lo que se construyo era efectivo. Era algo que por primera vez estaban creando, por lo que nadie podía imaginar como terminarían el proyecto.

Podía ser un rotundo éxito como quemar hasta su último fusil al presionar un botón mal. Todo era tan sensible lo que hacía que su ansiedad incrementara.

— ¿Quieres dejar de moverte? Me pones nervioso. — pidió Beomgyu, uno de los tantos encargados de programación y robótica que tenía. Uno de los mejores.

— Déjalo ser. — le pidió Nayeon, una diseñadora graduada en la mejor universidad. — Jin, ¿Sabes a qué hora va a llegar el jefe?

Sin detener su paso fue hasta su móvil que había dejado a un lado, viendo el último mensaje que intercambio con su superior. Exactamente hace ocho minutos.

— Lo último que me notificó es que ya estaban saliendo. De ahí sales unos veinte minutos. Sabes que Namjoon maneja lento.

Giro aun con su teléfono en la mano, viendo directamente a la nueva creación en la que habían estado trabajando por casi un año. Muchos habían colocado el alma en que ese nuevo prototipo salga correctamente, pues Min había sido muy exigente. Algunos apostaron hasta su carrera.

La altura del objeto frente a él era mucho más pequeña que él, pero sin duda el más grande que la empresa había creado. Valía millones y estaba pronosticado a ser una de las máquinas más inteligentes.

No podía negar que le llamaba mucho su curiosidad. Moria por verlo funcionar y poder sentirse orgulloso de lo que había originado. Casi el sesenta por ciento había sido neto trabajo suyo con el de su jefe, pues, aunque sea un proyecto de veinte personas, era secreto.

En ningún medio o plataforma se comentó lo que se estaba generando debajo del laboratorio y esperaba que se mantenga así. El jefe dejó más que en claro que no quería que su trabajo salga a la luz, esta vez era un gusto propio. Algo de él para engreírse.

— ¿Le tienen fe a eso? — pregunto Beomgyu nuevamente pegando su espalda a la silla.

— No es que le tenga fe. Tiene que funcionar. Puse todo de mí. — bajo los escalones de la plataforma para ir al pequeño refrigerador y tomar una bebida energética.

— Dame una, por favor. — pidió Jungwon, quien había estado callado durante toda la charla.

Seokjin tomó una y se la entregó con cuidado. Ambos fueron precavidos al momento de abrir sus bebidas, pues no querían que el líquido caiga en las computadoras. La cabeza del grupo le dio un sorbo, sintiendo su dulce sabor pasar por toda su garganta.

— Mucho mejor. — la dejo a un costado en el momento en el que su celular vibro una vez, anunciando un mensaje nuevo.

Kim se incorporó a leerlo, viendo la afirmación de llegada del superior con su esposa. Anunció a todos, haciendo que se levanten de sus lugares y empiecen a ordenar todo como debían. Una vez todo limpio, permanecieron de pie, esperando pacientemente a que los contrarios lleguen.

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora