𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

ᴛʜɪʀᴛʏ ɴɪɴᴇ ♡

Advertencia:
Problemas alimenticios.

Quiero mencionar que desde este punto de la historia este tema estará presente y se hablará directamente de él. Si es que hay escenas que considero que son muy fuertes para el público intentaré censurarlo o advertirlo.

✧

Jimin abrió el táper que había llevado y saco dos palillos. Su mirada se centró en el arroz que había sido moldeado con una forma de osito y las verduras cortadas con forma de corazón o estrellas. En verdad su madre se había esforzado lo mejor que había podido para que el chico tenga un mejor apetito y la comida no regrese casi llena o sin haber sido tocada. Los palillos de Park tomaron uno de los vegetales con forma adorable y lo fue tanteando bajo la atenta mirada de su amigo que se aseguraba que aquel alimento acabe dentro de su estómago. Jimin lo analizo antes de dejarlo en el mismo lugar y suspirar, su estómago se removió al pedirle que dé un bocado, pero sabía que a penas coloque aquel trozo le daría una asquerosa arcada.

Una culpa llego a su mente y la cabeza empezó a dolerle al sentirse patético. Tenía hambre, estaba consciente de ello por el dolor en su estómago y la pesadez en su nuca, pero había algo en su garganta que le gritaba que cuando haga que pase algo por dicho lugar, no acabaría donde quería, sino en una servilleta o, peor aún, en el inodoro con una mezcla de bilis. No era él quien quiera sentirse de esta manera, quería poder seguir comiendo y estar tranquilo, pero sabía que no iba a pasar así. Necesitaba tener el control de las cosas, la universidad, la distancia de Yoongi, todo lo estaba golpeando y Jimin quería poder controlar algo, no importaba si eso era positivo o negativo.

Ni siquiera podía estar seguro en sus pensamientos porque cada vez que cerraba los ojos aquellos rostros que lo atacaron en dicho callejón aparecían para atormentarlo en sus pesadillas. No había semana en la que Jimin no soñara con aquellos monstruos que llegaban a terminar aquello que dejaron inconcluso, dejando a un adolescente llorando en mitad de la noche mientras se abrazaba a si mismo e intentaba respirar.

Pero no hablaría, ni él ni nadie más. No supo cómo lo logro, pero la madre de Hoseok, tras verlo tirarse al suelo al rogar que no le diga nada a sus padres, callo. Lo único que todo el mundo sabía era que le habían robado y nadie necesitaba saber de más.

Sobre todo, su madre, quien sostenía la idea de que si intentaban abusar de ti debía de haber sido por algo.

— Jimin, tienes que comer — Jung rompió el estuche del emparedado que se había comprado. Faltaban unos veinte minutos para que la campana suene y Park solo había logrado abrir el recipiente de su almuerzo. —. Aunque sea dolo come la ensalada.

— No puedo... — una gran impotencia empezó a golpearlo, se sentía tonto.

Se sentía culpable y patético, sentía que solo quería llamar la atención y eso le hacía querer morir. Jimin negó automáticamente al pensar en aquella cosa que su psicólogo le había dicho que olvidara, pero no podía evitarlo. Eran demasiadas cosas que en verdad no las quería sentir como la gran cosa, cualquiera que lo viera podría decir que era una fuerte dependencia emocional a Min Yoongi, lo cual podría entrar en un gran cuestionamiento. El tema de la universidad seguía carcomiendo su cerebro, el examen estaba a nada de llegar y Jimin no tenía nada en claro, ni siquiera sabía si tenía los conocimientos suficientes para poder rendir el examen que tanto le estaban pidiendo. ¿Qué pasaría si desaprobaba? ¿Y si era muy torpe como para poder estar en la universidad? Tal vez el mundo no lo quería en dicho lugar.

Hoseok chasqueo los dedos frente a Park, haciendo que este le dedique una mirada bastante negativa. A Jimin nunca le gusto que su mejor amigo haga aquella acción, pues algo extraño lo recorría, aunque en verdad no sabía con exactitud que era. Jimin nada más sabía que le desagradaba y Hoseok lo usaba como un método de emergencia para poder conversar con el pelirosa. El menor le siguió insistiendo a la persona frente a él que intente dar un mordisco, incluso le separo que cosas podía comer y que otras no para que su estómago no se sienta pesado o quiera vomitar. Park solo lo escuchaba y llevaba un pequeño tomate a su boca, trato de masticarlo y tragarlo, pero la sensación de acides continúo siendo asquerosa para él mismo.