𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

ᴛᴡᴇʟᴠᴇ ♡

El joven apoyo su codo en el antebrazo del auto, pegando su cabeza a la ventana mientras conectaba la mirada con las nubes que lentamente iban moviéndose a causa del viento. Volvió a darle una ojeada al reloj instalado en la parte superior de su visión, notando que ya habían pasado quince minutos sobre la hora propuesta. Su pierna empezó a moverse de forma impaciente y por un segundo pensó en volver a escribirle para que confirme si es que todo andaba en orden o había surgido un inconveniente de último momento. El pecho le fastidiaba y sentía algunas cosas en el rugir de una manera no tan positiva, era extravagante como su mecanismo principal lograba mandar ondas de fuerte energía para que sus brazos se sientan pesados. 

Para Yoongi tener emociones era grandioso, pero no le agradaban del todo las negativas. 

Lo importante en ese momento no era llegar rápido a la escuela, las prioridades eran modificadas cuando algo extraño le sucedía a alguien que portaba un mayor significado en su robótica vida. Giro a ver al conductor del auto, quien ya venía observándolo por largos minutos, fascinado por como todo el cuerpo de MYG093 era afectado por la ausencia de su amigo. Salió de su mundo y frunció el ceño, haciendo que Min se encoja en hombros, desanimado. 

— No creo que el joven venga. — interrumpió el silencio. 

Nuevamente, el androide se retorció en su propio sitio con un malestar en el abdomen. Era como si quisiera vomitar, pero no había que. — No digas eso, por favor. Sé que Jimin vendrá, siempre tarda unos minutos. 

— Pero no siempre tiene este tipo de retrasos. Sus clases inician en veinte minutos y no pienso que a su padre le agrade la idea de una tardanza. — Min suspiro, entrando al chat desde su pantalla y preguntándole a Park si es que iba a salir o podía ir yendo. 

La respuesta fue bastante cortante, solo recibió un "ya voy". Esa y toda la charla que había mantenido con Jimin durante ese fin de semana había sido tan extraña. A pesar de que ellos se comunicaban por medio virtual, había algo en la manera de textear de Jimin que había cambiado. Fue desde el sábado en la tarde que las respuestas se cortaron y tardaba demasiado en responder. Los tiempos variaban entre las dos y tres horas, lo que cambiaba los roles, ya que Yoongi, en la mayoría de casos, era quien tardaba en responder unos quince minutos por las distintas actividades del hogar a las que se dedicaba. 

Escucho cuando los seguros del auto se quitaron, viendo por el rabillo de su ojo como una persona de cabellos tenidos de rubio salía de la casa al lado de ellos. Jimin miro a los dos lados moviendo a penas su cabeza antes de cruzar, e ingresar al auto. Vestía un suave atuendo que parecía arroparla contra el frío. Tenía un pantalón acampanado de color crema, amarrado a la cadera por un cinturón marrón. Llevaba una camisa un poco más larga de su talla, esta era cubierta por un suéter del mismo tono que su vestimenta inferior. Como accesorios portaba una boina clara que combinaba con el color principal que dominaba su atuendo y en su pecho descansaba el collar que con dos anillos de lata formaban un corazón. 

— Buenos días. — saludo con respeto al chofer, agachando un poco su cabeza. — Hola, Yoongi. 

— ¿Qué tal, Jiminie? Me preocupé cuando no salías. 

— Tuve un contratiempo. — hablo mientras se colocaba el cinturón de seguridad y volteaba a ver la nublada mañana. 

Yoongi espero con todas las ansias que Park sacara algún tipo de charla como ya venía haciéndolo desde hace un tiempo, pero ninguna oración salió de sus labios. Llevaban días acompañándose mutuamente para ir a la escuela y para cada uno de esos momentos Jimin siempre hablaba alegre y espontánea. Iban siendo quejas de lo estresante que resultaba la clase de investigación o la pereza que le daba realizar un video sobre su proyecto de vida. Le exigían que narre lo que estaba planeando para finales de año y Jimin solo sabía que en cinco años quería estar en una tumba.