𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

ᴛᴡᴇɴᴛʏ sᴇᴠᴇɴ ♡

Mirando el suelo bajo el sillón donde estaba sentado, Jimin repaso las cosas que se supone que había estudiado una noche antes. No por nada había invitado a Hoseok y Jake a su casa para que al final no saliera nada. Se habían puesto una meta de practicar las cosas de etiqueta como que tenedor se cogía primero o de qué manera debía de doblar la servilleta al momento de estar en un evento elegante. Era cierto, Jimin no iba a cenar con el presidente de Corea, pero si con los padres de su enamorado y sobre todo... el jefe de una de las mayores empresas en su país. Cuando estaba con Yoongi había veces en las que se olvidaba que literalmente estaba saliendo con el hijo de uno de los mejores funcionarios. 

Incluso, y luego de algunos meses, todavía era sorprendente encontrar su rostro en algunas noticias. Era más que consciente que a ninguna le había dado su consentimiento, pero claro que si todos se dedicaran a exigir dinero a cambio de mostrar su foto no existiría el mundo del entretenimiento. 

— Joven Park, el señor Min indica que puede esperar en el comedor. — indico la misma joven que lo había recibido hacía algunos minutos. 

Jimin no respondió al llamado, solo hizo un movimiento con la cabeza y volvió a peinar su cabello. La desventaja de tener sus mechones tan cortos era que no había una manera exacta de cómo tratar con ellos; también entra el hecho que cuando se levantaba en la mañana su cabello estaba hecho un torbenillo. Miro los bordes de la camisa que había vestido ese día y empezó a jugar con uno de los botones que tenía en la parte de abajo; no pudo evitar pensar en lo tonto que era tener dos botones para una misma abertura, pero él no era nadie para criticar la moda. 

— ¡Jimin! — Yoongi apareció a los minutos por la escalera, vestía una camisa corta que dejaba a la vista sus pálidos brazos donde en una de sus muñecas tenía la pulsera con el nombre de su novio. 

Namjoon apareció segundos después con su esposa a su costado. Jimin al ver al mayor de estos desvió la mirada como ya era de costumbre. En un inicio su relación había sido de lo mejor y con una gran tranquilidad, pero luego de que lo haya corrido de su casa todo se puso tenso. No obstante, y con mucha ayuda de Yoongi, habían tratado de volver a tratarse de la mejor manera y todo por querer que el androide no sienta un dolor ante lo que causo. 

— Buenas noches, señores Min. — Park se acercó con una liviana sonrisa a donde estaban los mayores y se reverenció como debía. 

Namjoon hizo un gesto corto y luego Jeongyeon le siguió con un movimiento de cabeza mientras elevaba las comisuras de sus labios. Sin palabras fue ella quien pidió para que puedan caminar en dirección a la mesa para que los cuatro puedan cenar en silencio. Por el lado de Jimin, él estaba mirando a ambos lados, centrado en la zona del suelo por el miedo a que el can de cuatro patas llegue para lastimarlo o asustarlo. No recordaba con exactitud si es que al perro le dejaban andar libre por la casa, pero ante cualquier ataque quería estar atento. 

— Holly no está por aquí, amor. — las mejillas de Jimin volvieron a encenderse en rosado. 

Había pasado demasiado tiempo en el que el androide se había vuelto, técnicamente, adicto a esa decirle de tal manera porque amaba la forma tan particular en la que su novio se avergonzaba. Para Yoongi era todo un mundo analizar como los latidos de Jimin se hacían más rápidos con el pasar de los segundos por su particular costumbre de llamarlo de maneras dulces. Park era muy vulnerable a los apodos de ese modo, sentía como su pecho arropaba su corazón de modo dulce y todo en su vida parecía tener un sentido diferente. La felicidad era única, en sí nunca se entendía como describir el amor, nada más era conocedor que era lo mejor que había en el mundo. 

Yoongi al notar como su chico se había quedado en un mismo sitio se decidió a tomar su mano y tirar de él para llevarlo al asiento a su lado. En verdad él le había dicho que deseaba que vaya a su casa para que puedan tener una tarde de películas a gusto; sin embargo, fue Seokjin el que se metió en la charla del androide e invito a Jimin a una cena. Ya se habían visto miles de veces en dicho viaje, pero su sustento fue decir que ahí conocía al "amigo de Yoongi" no al "novio de Yoongi". Tanto para el robot como para el humano era algo tonto, pero no había porque contradecir sus palabras.