ᴛʜɪʀᴛʏ ғᴏᴜʀ ♡

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Jimin volvió a correr al otro lado del pequeño espacio que la profesora les había entregado mientras sostenía su raqueta y trataba de darle a la plumilla que estaba volando cerca de él. Trato de moverse de forma rápida, pero a pesar del movimiento extraño que hicieron sus piernas acabo golpeando al aire. Giro en búsqueda del volante y vio como el marcador automático le aumentaba un punto a su oponente que soltaba una carcajada. Al adolescente no le quedo de otra que hacer un sonido de molestia con su nariz, mientras se agachaba y le atinaba un golpe la plumilla.  El contrario corrió hasta ella y le pegó con una perfecta precisión, nuevamente Jimin se vio obligado a moverse mientras trataba de calcular el espacio con la dirección y esas cosas que le habían enseñado. 

Definitivamente, el bádminton no era su deporte favorito. 

— Vamos, dolcezza. — le alentó Yoongi desde la banca mientras alzaba dos de sus puños en señal de motivación. — ¡Tú puedes hacerlo!

— Yo creo que es bastante malo. — hablo Hoseok mientras bajaba su raqueta y giraba a ver a Yoongi. 

En ese instante Jimin aprovecho para alzar la plumilla y tirarla, logrando por primera vez que esta caiga en el suelo de su oponente y se cuente su primer punto. Bien, solo le faltaban veintiocho puntos para alcanzarlo, tenía fe. 

Nuevamente, Hosek se volvió a centrar en la cancha, mientras ajustaba su agarre en la raqueta y centraba su atención en la plumilla que voló de un lugar a otro. Sus movimientos eran ágiles y precisos, como si de un profesional se tratara. A diferencia de él, Jimin corría de un lado a otro mientras trataba de darle a su objetivo, fallando en distintas ocasiones. Las pocas veces que atinaba, la fuerza que ejercía era demasiada como para que la plumilla caiga donde deba, por lo que Jung obtenía puntos a su favor. 

Jimin era hábil en muchas cosas, pero no en esa clase de deportes. A Park se le podía colocar cualquier música y no le costaba demasiado tiempo poder usarla para crear una pieza de arte con su cuerpo, junto a sus movimientos y coordinación en el arte que manejaba al derecho y al revés: el baile. Cuando se hablaba de atletismo o competencias de resistencia de velocidad también era bastante bueno, pero hasta ahí llegaba. El tenis, bádminton o beisbol no era lo suyo, por lo que prefería ignorarlo. 

¿Qué es lo que pasaba? Que al genio de su mejor amigo se le ocurrió inscribirlos en dicho deporte para las olimpiadas, aprovechando que les había tocado el mismo equipo después de años enteros. Para su mala suerte, Yoongi no había sido seleccionado en su color, por lo que Jimin tendría que competir frente a su novio en un deporte en el que el ajeno también se inscribió. 

En fin, no era su día y lo único que quería era poder parar todo porque sumado al estrés del deporte tenía unos cólicos que lo querían tirar al suelo. 

— Jimin vamos. ¡Ponle animó! — exigió Hoseok mientras bajaba su raqueta y miraba como su amigo se tiraba al suelo luego de haber intentado recoger la plumilla. — ¡Sé que puedes, amigo!

— Dame un jodido descanso por el amor de Dios. — suplico mientras se giraba para tomar su abdomen. — Ya no puedo más. 

Hoseok dejó su raqueta a un costado, le avisó a Jimin que iría al aula por su toalla y de paso tomaría agua, tal vez comería una fruta, no lo tenía claro. Le dio un pequeño golpe a Jimin en la cabeza antes de correr por el pasillo, mientras tarareaba una que otra canción. Yoongi al ver al adolescente alejarse, se colocó de pie para poder ir donde su novio. Este le sonrió desde el suelo mientras se quejaba en voz baja. 

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora