sɪxᴛᴇᴇɴ ♡

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Yoongi no había hablado mucho en el proceso de la creación de la presentación, excepto al momento de buscar una opinión de aprobación por parte de Jimin cuando habia algo que involucraba a los dos, como el diseño de las diapositivas. Si bien era cierto que Jimin no era el mejor en lo que era estética y esas cosas, pero con la educación básica que recibió por parte de Hoseok, quiso pensar que tenía algo de talento para poder guiar a Yoongi por buen camino y decirle que no use ciertos colores con otros si es que no sabía cómo mezclarlos, como los tonos fuertes o conocidos como chillones.

La charla no era mucha porque según la programación de Yoongi, tenía que centrarse en sus actividades primero y luego vendría el cotorreo, aunque en cierta parte noto que Jimin se la pasaba hablando consigo mismo. Parecía criticar o soltar sus ideas en pequeños murmurios que al oído de cualquiera serian pasado de largo, pero el robot gracias a su sistema desarrollado lo entendía a la perfección. En cierta manera le parecía curioso y lindo la forma en la que Jimin iba jugando con sus cabellos mientras movía sus cejas con constancia.

En la memoria del androide aún perduran miles de imágenes y cosas que Jimin a veces le soltaba que no lograba entender a su perfección. Había un límite de sus capacidades que Jimin había alcanzado y no sabía que cosa tenía que buscar. Era confuso, trataba de igualar lo que Park le trataba de decir, pero Yoongi solo se sentía vacío. En blanco. No había un sentimiento porque él no era capaz de tenerlo y eso era lo que le faltaba. No importaba cuanto lo intentara, no lo recorría la felicidad, o los nervios como lo hacía en el cuerpo de Park, él nada más se quedaba ahí sin poder igualarlo.

— Yoongi ¿Estás bien? — pregunto Jimin segundos después, dejando su tableta de lado y yendo a donde estaba.

Sabía que ninguno de ellos había entonado una conversación, pero de pronto el ambiente había cambiado y Jimin pudo percibir aquello.

— ¿Uhm? Si, todo está bien, ¿por qué? —pregunto mirando la pantalla de tableta. Guardo el proyecto que tenía avanzado, escuchando como el contrario había dejado sus cosas.

— No me mientas, algo no está bien. — Yoongi lo miro confundido. Jimin se agachó a su costado, llegando casi a su altura. — Oye mírame cuando te hablo.

Min sintió los dedos de Park tomarlo por su mentón y hacer que gire para mirarlo. La palidez de Yoongi creaba un buen contraste con el tono suave de Jimin. Otro elemento que también hacían una ligera combinación era la calidez que el mayor daba a lo contrario del androide, que su superficie era fría en la mayor parte del tiempo. En sí Jimin nunca le tomo importancia a ese tipo de cosas, sabía que mucha gente tenía la temperatura de un muerto así que no había que sobre pensar las cosas.

— ¿Qué tanto estás pensando? — Yoongi separo sus labios con titubeo sin saber que responder a la par que se levantaba.

— Sobre los sentimientos. Hay muchas cosas que no comprendo de ellos. — suspiro antes de continuar. — Me confundo con las señales que me envían.

— ¿Qué señales? ¿Quién? — Min vio las mejillas de Jimin pasar de un tono piel a uno rosado. Sus pupilas se dilataron y el ritmo cardiaco se elevó.

— Tú, tú me confundes. — Yoongi dejo su tableta de lado y le extendió la mano a Jimin para que se levante con él. — Hay cosas que... no lo sé. Es raro. — cruzo sus brazos y empezó a maquinar bien lo que haría. — ¿Puedo tocar tu cuerpo unos segundos?

— ¿Q-qué?

— ¿Puedo?

Sin entender muy bien a que se refería a lo que decir, Jimin accedió al pedido. Espero unos segundos antes de tomar la cintura contraria y tirar su cuerpo para atrás, logrando caer dentro del mismo lugar donde había estado sentado. Si bien el cuerpo ajeno había caído sobre su regazo, por la fuerza del movimiento, su espada fue para el lado contrario. Yoongi trato de reaccionar lo más rápido y sostenerlo para atraerlo así mismo y evitar que se haga alguna herida. Pego ambos pechos, manteniendo sus rostros relativamente cerca, Jimin no sabía dónde mirar o donde poner sus manos siquiera. Tenía todo su rostro de tonos rojizos y no sabía que decir ante la situación, su mente solo le gritaba que no vaya a pensar en otras cosas que no estén relacionadas con su realidad.

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora