ᴛᴡᴇɴᴛʏ ♡

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La música estaba reventando a todo volumen. La cantidad de gente había sido más de la que esperaba. De su promoción eran noventa, puesto que eran tres salones, y habían asistido un total de ochenta, incluso con los que no solía hablarse. Hoseok informo que también invito a unos cuantos de su taller de danza, los cuales resultaron ser más de la cuenta. Lo mismo con Jake, que le anuncio que iba a haber una fiesta de uno de sus mejores amigos y habría trago gratis. JiMin iba viendo como la gente iba entrando y saludándolo con un golpe de manos, mientras le entregaban una bolsa con algún regalo dentro hacía que todo en el rebote en euforia. Era conciente que algunos eran para ser formales, otros ni siquiera sabían cuál era su nombre; no les importaba. Incluso aquellos que juzgaban cuando su vestimenta era femenina se acercaron donde él para tomarse fotos y agradecerle por la fiesta.

Jimin se sentía contento, realmente lo hacía. Amaba ver como la gente saltaba y coreaba la música a todo pulmón, al no ser tan bueno en los gustos musicales el encargado de la playlist fue Jake y sus amigos. He de admitir que en un inicio todos estuvieron sentados y sin saber bien que hacer hasta que los amigos de Hoseok animaron a todos a levantarse y dejar los celulares. Empezaron a bailar y los de su colegio comenzaron a hablar con los de Hoseok, disfrutaban estar juntos.

Hoseok, para sorpresa de sus dos amigos estaba como si nada hubiera pasado, como si su corazón no se hubiera partido en miles de pedazos el miércoles de esa semana. La verdad es que Jung se tragó sus lágrimas como debía, archivo toda información que tenía de Taehyung, decidido en reinventarse y sacar lo mejor de él. Estaba en flor de juventud, en una fiesta con alcohol. Su amor de la adolescencia y el sufrimiento podría esperar por un tiempo, hoy tal vez podía buscar a alguien para pasarla bien, caiga lo que quiera.

Claro que su máscara estuvo a punto de caer cuando vio a Kim ingresar por la puerta principal con Hikaru de la mano, por lo que había oído no habían formalizado ni estaban cerca de tal, pero era como cuando estaba con él. Obvio que en su mundo de fantasía, lo que él había vivido con Taehyung siempre será mejor, era aburrido la costumbre, él fue un pedazo de cielo. Uno que para su mala suerte no supo disfrutar, ¿le afectaba? ¡Claro que lo hacía! ¿Le importaba? Pues la verdad es que si, no por nada había un vaso de jugo de naranja con alguna sustancia que habían metido.

Jake se había perdido entre la gente en un momento y Jimin se llevó a Yoongi a dios sabrá dónde. Estaba bailando con un grupo de amigos de su academia de baile. Una chica, a quien le solía llamar Sommi, se había juntado con él para bailar algunas piezas; terminaron chocando sus cuerpos y sudando a montones, ambos se miraban de vez en cuando mientras reían por lo extraño que era todo.

— Voy a descansar. — murmuro cuando una nueva canción estaba iniciando.

— Ay Hobi, no ahora. Me encanta esta canción.

— Perdón, pero es que estoy agotado. — se excusó mientras se alejaba y tomaba asiento en uno de los sillones, en una esquina. A lo lejos observo a Jake y levanto su mano para saludarlo, pero él hizo una ceña para que lo deje tranquilo.

No se sentía muy capaz de bailar esa canción, no esa. Tanto la melodía como la letra le recordaban a la noche en la que estuvo con Taehyung y empezó a sonar en la playlist. Kim le extendió su mano y ambos empezaron a bailar como si fueran los únicos dos en el mundo. No quería imaginarse con otra persona haciendo aquello, era algo privado, sagrado en su historia.

No quería bailarlo con nadie más que no sea Taehyung, había sido algo especial.

Aunque parece que lo especial solo había sido para él, Taehyung se encontraba en medio de la pista de baile, acariciando la cadera de Ezaki mientras todos gritaban al rededor. Los pasos eran casi los mismos, ella reemplazaba su lugar de una manera tan fácil que incluso parecía como si no le importara. En su rostro únicamente había una sonrisa, sus ojos brillaban por la forma en la que las luces parpadeando al ritmo de la música. Se movían de manera exquisita, sabiendo cuál era el siguiente paso que daría su pareja, como si siempre hubieran sido uno mismo.

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora