𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

ᴛᴡᴇɴᴛʏ ᴇɪɢʜᴛ ♡

Advertencia:

Mención de autolesión, trastornos alimenticios, ataques de pánico e intento de suicidio.

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El azabache se presentó en la casa de su enamorado a los diez minutos que le había pedido si presencia, lo curioso es que está vez no había sido Jimin, sino quien hizo la llamada fue Jungkook. No sabía bien cómo este tenía su contacto y no tenía muchas ganas de investigarlo, nada más se centró en ir lo más rápido a dicho hogar cuando escucho su voz nerviosa. No sabía bien qué cosas podían estar sucediendo, pero lo que tenía claro era que no quería que sea grave, cuando se trataba de Jimin cualquier cosa podría pasar y bueno... No queria pensar lo peor. La puerta le fue abierta y la señora Park lo saludo con un corto beso en la mejilla, acto seguido agradeció que se haya presentado para poder ver lo que sucedida.

— Jimin no ha querido salir de su cuarto desde hace dos días. Todo empezó el viernes en la tarde que salió por unas cosas al súper y bueno... Regreso y no quería hablar con nadie. — la madre de Jimin fue hablando mientras subía junto a él a la habitación de dicha persona. — Creí que si te veía tal vez iba a querer hablar contigo.

Luego de hablar toco dos veces la puerta, pero nadie respondió. La mayor habló y expresó su preocupación; no obtuvo respuesta alguna. Segundos después se despidió de Yoongi y decidió que era mejor dejarlo solo para que pueda hablar con su hija. Una vez que el androide determinó que todo era seguro, tocó por su propia cuenta la puerta. Modifico sus sentidos auditivos y los codifico de tal manera que trataba de escuchar lo que sucedía dentro de la habitación. Poco a poco noto los susurros de la voz de Jimin y lo que parecían claras quejas, podía apostar que estaba acostada en su cama, hecha una volita con las mantas.

— Dolcezza, soy yo. — volvió a tocar y pecho su cabeza a la madera. — Por favor ábreme, todos están preocupados por ti.

— Déjame sola. — el murmullo fue tan bajo que un humano cualquiera no hubiera podido escucharla.

Yoongi volvió a golpear la puerta y espero una respuesta que nunca llegó. Trato de girar la perilla, pero fue tal y como imagino, estaba trabada. Al ver que Jimin no parecía tener la intención de abrir su puerta no le quedó de otra que tomar asiento en el suelo al lado de la madera. Aún trataba de prestar atención a todo lo que parecía suceder a pesar de que la menor no quiera darse a ver. Min nada más espero porque sabía que en algún momento la chica se aparecería por el lugar, ya sea para comer o verificar que se haya ido. Es por esa misma razón que nada más abrió una nueva pestaña en su visión y reprodujo la sería de la que su novia tanto le había hablado. Se fue entendiendo en lo poco que podía tener mientras esperaba a poder ver a Park.

Fueron casi unos cuarenta y cinco minutos o tal vez una hora en la que Yoongi estuvo viendo los capítulos de un boy love. Este parecía ser bastante agradable y le gustaba la relación fluida que uno manejaba con él otro, hubo algo en su robótico corazón que hizo que él también deseara ser como el mayor de ambos que cuidaba a la perfección a su novio. Fue en esos pensamientos de cómo ser una mejor pareja que el sonido del seguro ser abierto le llamo la atención. Yoongi giro al ver como Jimin abría poco a poco la puerta, la mayor detuvo sus movimientos cuando noto la presencia del ajeno y no tardo ni medio segundo en volver a encerrarse en su habitación.

— ¡Hey no! Jimin abre la puerta. — volvió a colocarse de pie y golpeó la madera.

Podía escuchar la respiración pesada de su pareja al otro lado de la habitación.

— ¿Qué demonios Min? — la voz de Jimin no parecía enojada, más bien sorprendida. Bueno, ¿quién no? — Te dije que me dejaras tranquila.

— Y lo hice. Me quedé aquí afuera, pero no te moleste.