ᴛᴡᴇɴᴛʏ ᴛʜʀᴇᴇ ♡

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Jimin jugo unos segundos con los mechones de su cabello antes de volver a mirar a los ojos que había enfrente suyo. Mordió sus labios con un miedo y por inercia se volvió a centrar en las losetas que había debajo de sus pies. Buscaba la manera correcta de seguir las palabras que antes había estado gesticulando; su mente tenía un bloqueo que lo atormentaba desde hace días, pero sabía que tenía que hacerlo. 

Tenía que decírselo. 

— Yo — paro unos segundos para dejar su cabello en paz. — Maldición — murmuro. —, hay algo que quería decirte hace mucho tiempo. 

Sus dientes volvieron a atrapar su labio inferior al notar el presente temblor de sus manos que guardo dentro de los bolsillos de su pantalón. Se sentía estúpido de no poder decir unas simples palabras. ¿Por qué su cabeza tenía que complicarse tanto al momento de decir las cosas tal y como quería? Tenía ganas de poder conectar su cerebro con algún altavoz para que este hablara en vez de él. Así todo sería más fácil. 

— Tal vez es algo que debí de comentarte hace mucho tiempo, pero no encontré la manera de como hacerlo. — el silencio fue lo único que lleno el ambiente. — No es que sea cobarde, es que nunca hallaba la manera de poder decirlo. Siempre que lo intentaba me ponía nervioso. 

"Vamos Jimin, ya déjate de tantas vueltas." Escucho una parte de su cerebro regañarle. 

La posición en la que estaba cambio, su peso paso de estar del pie derecho al izquierdo. Dejo de ver el rostro y miro por la pequeña ventana que había cerca de la pared, había un árbol que vio desde que era pequeño hasta que creció óptimamente. Jimin deseaba ser una planta para no tener que enfrentarse con lo complicado que era la vida. Le dolía la cabeza de pensar no solo en los efectos de relaciones intrapersonales, sino también de cosas como qué universidad ir, que carrera tomar, que trabajo tomaría para poder subsistir. Un millón de cosas.

En cambio, las plantas no tenían ninguna preocupación. Ellas nada más existían y se preocupaban de hacer que con su existencia los miserables humanos no mueran. No existía la pregunta de qué comería o que se pondrían para la cena de esa noche. Su vida era tranquila mientras ningún humano se atreva a arrancar sus flores o tirar su basura por dónde estaban. Eran indefensas y nadie se metía con ellas porque no había una razón.

— Sé que te estoy haciendo muchos rodeos; no encuentro las palabras para expresar lo que quiero decir. Aunque sea por mi torpeza imagino que ya lo sabrás. — su rostro no tardo de cubrirse de rojo y los ojos se llenaron de lágrimas. Se sentía tan patético. — Yoongi, tú...

De pronto un sabor ácido recorrió su estómago y un nudo en su garganta le impidió gesticular correctamente las siguientes dos palabras. Su pecho ardió a la par que su cuerpo se llenaba de un frío particular; llevaba ropas de polar más sentía como si estuviera en contacto directo. Su cabeza dio una punzada que le mareo y una extraña sensación de cosquilleo llegó en la zona cerca a sus pies. ¿Por qué su cuerpo tenía que hacer que sienta tanto miedo por solo una frase?

— Yoongi, tú... —repitió mientras sus pupilas temblaban.

"Me gustas"

Fue inevitable para sí mismo no golpear el mármol frente suyo a la par que cubría su cara con una de sus manos. Abrió el caño frente a él y mojo su rostro para aligerar sus pensamientos. Miró su reflejo por milésima vez y noto la hinchazón en su labio inferior por el largo tiempo en el que había estado mordiendo esté mismo.

— Si ni siquiera te lo puedes decir a ti como asumes que Yoongi te escuchara. — volvió a lavar su rostro mientras tomaba un poco de jabón y los sobaba.

Jimin jalo la toalla y la llevo consigo hasta su habitación, la cama estaba desordenada a pesar de que se haya levantado hace más de media hora. Sus lapiceros y cuadernos seguían desparramados en la mesa al lado de su cama. Luego de matarse por aprenderse las fórmulas, su cerebro se había bloqueado y empezó a procrastinar, cada vez que aquello le sucedía detestaba los minutos que tenía que expender en echarse en su cama y pensar en otra cosa para estar más tranquilo.

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora