𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

ᴛʜɪʀᴛʏ ᴏɴᴇ ♡

— Jimin, por favor. Escúchame. — nuevamente, el tono tembloroso de Min se dio a escuchar en la habitación mientras que Park se alejaba con miedo de su novio.

Todo había pasado tan rápido. El rechazo de Jimin a momento que sintió el contacto con su centro de control fue claro. Lo alejo de golpe mientras preguntaba qué tipo de broma pesada era. Jimin se había vestido lo más rápido que pudo mientras fruncia su ceño y no entendía que carajos estaba pasando con Yoongi, que cosa era lo que tenía su pareja en el pecho. Quería creer en algo lógico, pero nada llegaba a su cabeza y la ausencia de palabras en el menor no lo ayudaron demasiado para que él esté convencido de que todo estaba bien. Por ello, el mayor decidió alejarse del cuerpo descomunal como si este le quemara.

Se abrazaba a sí mismo mientras negaba en silencio y tiraba golpes rápidos cuando Yoongi parecía tener intensión de tocarlo. No quería sentir ese tacto extraño que hace unos segundos le estaba dando las emociones más dichosas que alguna vez sintió. Tenía miedo, no entendía nada de lo que pasaba y aquello le daba una ansiedad que no sabía cómo tratar, todo era tan extraño. 

— Dame unos minutos. Por favor solo te pido eso. — volvió a suplicar Yoongi cuando sintió como su corazón empezaba a funcionar mal. Le dolía el pecho como nunca le había dolido. — Jimin, por favor.

— Aléjate. — volvió a pedir mientras se negaba a dejar que este acaricie su brazo. 

— Jimin, por favor. Escúchame. — Yoongi volvió a alzar sus manos en señal de que quería que este se dignara a escucharlo. — Nada más unos segundos. Te lo ruego.

— Me mentiste. Estás jugando conmigo, ¿por qué debería escucharte? — su ceño lo miro de una forma tan horrible que todo el cuerpo de Yoongi volvió a temblar. No quería ver ese asco en los ojos de Jimin, no era lo que le gustaba. — ¿Qué cosa eres?

— Si te calmas y me deja hablar prometo que te explicaré todo. — poco a poco Yoongi logro que la respiración de Park se relaje y que este dejara a un costado el objeto que había tenido para defenderse. — Por favor siéntate en la cama. — a pesar de que todo su ser estaba sufriendo, la comodidad y bienestar del mayor siempre serían lo más importante para él. Señaló la cama, pero Jimin no se movió de donde estaba. — Está bien, si quieres estar parado, está bien. Lo respeto.

— Habla, Min. — pidió mientras cruzaba sus brazos y empezaba a golpear su pie contra el sueño en señal de su poca paciencia. 

Yoongi bajo sus manos y tanteo todo lo a su alrededor. La habitación había dejado de tener esa escancia tan maravillosa que se había creado por los roses que uno recibía del otro mientras se murmuraban cuanto se amaban. El erotismo que había intentado manejar se derrumbó junto a su sensualidad cuando Jimin metió su mano por debajo de su polera y todo se vino abajo. Ya no sentía todo lleno de rosas, se sentía solo en esa habitación con alguien que lo miraba con desprecio y miedo. 

Jimin tenía miedo de quien era y esa idea le hacía doler todo su ser. 

Ese chico que le acababa de declarar que lo amaba estaba mirándolo de la forma más fría que jamás lo había hecho. ¿Por qué? Yoongi nunca quiso que las cosas salieran de esa manera, él esperaba más confianza para poder confesarle la verdad. Apostaba que la reacción sería la misma, pero el hecho de que se haya llevado de esa manera era lo que le alteraba. ¿Qué le costaba al universo darle un poco más de tiempo? Poder disfrutar de su chico un poco más, porque sabía que luego de eso nada volvería ser lo mismo y la posibilidad de que Jimin decida alejarse por su estafa era bastante obvia. 

Se había vendido como un novio perfecto cuando solo era un conjunto de cables. 

— ¿Piensas decir algo o te vas a quedar ahí parado como un idiota? — la voz de Jimin resonó en el sistema de Min.