ғᴏʀᴛʏ ♡

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Al llegar a su hogar, Yoongi recibió un mensaje de Jimin. Era una foto de él sonriendo mientras mostraba un plato de waffles junto a algunos pequeños frutos. Uno de los waffles estaba mordido casi por la mitad al igual que el desorden de las frutas indicaba que había sido probado un poco Jimin. Junto a la foto, había un mensaje que decía "Tal y como te lo prometí, me hice un aperitivo para poder estudiar ♡". Yoongi analizó la foto por unos segundos y notó que en el brazo que sostenía el platillo había una tonalidad rosada que iba hacia el morado. Escribió una respuesta, la cual analizó por unos segundos antes de decidir eliminarla y simplemente le dijo que continuara así. No tardó en evadir la conversación con respuestas cortas para poder finalizar lo que estaba haciendo. Jimin también fue de utilidad al despedirse para poder seguir adelante con sus estudios. Después de recibir una foto de los apuntes del chico, su chat fue cerrado y Yoongi pudo respirar.

Las imágenes del suceso en el centro comercial llegaron a su mente de forma desagradable. Pensó en ello por unos segundos e intentó borrar ese malestar. Yoongi aún quería a Jimin, de una manera demasiado extraña y posiblemente tóxica. Lo deseaba tener a su lado por instinto, por esos sentimientos que su corazón aún guardaba, pero todas las programaciones le ordenaban que lo alejara. Así que se encontraba en un fuerte conflicto: quería estar cerca de él, pero no de una manera física. Cuando hablaban por mensaje, podía sentirse relativamente tranquilo, porque Jimin no estaba cerca, pero aun así podía estar con él. Era una conducta demasiado extraña que no sabía cómo manejar. Tal vez le pediría a Taehyung que lo ayudara, pero luego reflexionaba en lo hermoso que era ese sentimiento en su pecho.

Su corazón era una de las pocas cosas que permanecían como estaban y no estaba seguro si quería continuar de ese modo o cambiar bruscamente.

Ignoró todos esos mensajes y fue hasta su escritorio donde guardaba una memoria externa para traspasar los documentos que le habían indicado. Guardó el pequeño pedazo de metal y salió de la habitación, procurando no hacer ningún ruido que pudiera levantar sospechas. Caminó en silencio hasta la oficina personal de Namjoon, se aseguró de que las cámaras estuvieran apagadas para poder ingresar a la computadora y empezar a navegar por los archivos. Desde su pantalla personal fue pasando pequeños archivos RAR para descomprimirlos y romper la seguridad con la que Namjoon guardaba cada uno de sus documentos como un maniático. Sabía que su creador era una persona bastante estricta al momento de organizar las cosas que se dedicaba a diseñar, pero había sido partícipe en muchos proyectos, por lo cual conocía el orden meticuloso que Min tenía.

Sus movimientos entre las diversas pantallas que había proyectado eran rápidos, su rostro reflejaba seriedad y trataba de hacer el mínimo ruido posible mientras iba y venía para buscar entre los cajones algo más que pudiera ser útil para los Kim. Alrededor de ochenta documentos fueron copiados a la memoria externa que tenía consigo. Si bien no tenía un límite de archivos que debía robar, tampoco se esforzaba en llevarse una cantidad demasiado grande porque mientras sustraía la información, un desagradable sentimiento se instalaba en él. Era consciente de sus errores, pero estaba programado para llevar a cabo esa acción y no entendió por qué se sentía tan pesado al llevarse grandes proyectos.

Odiaba ese maldito corazón que lo incapacitaba para manejar todas sus funciones como debía. No solo lo atormentaba con el aspecto de Jimin, sino también con el de Namjoon. Perfecto, ahora todo estaba hecho un desastre por querer jugar a ser una persona más. Simplemente patético.

Sus quejas internas se callaron cuando vio cómo el pasillo se iluminaba por la rendija entre la puerta y el suelo. Yoongi cerró todo lo que tenía abierto y extrajo la memoria para guardarla en uno de sus bolsillos. Se aseguró de no dejar rastros, así cuando Namjoon lo observara no tendría ninguna sospecha sobre lo que había estado haciendo. Apagó el equipo en el mismo momento en que aquella persona entraba a su estudio con un rostro algo cansado, pero frunció el ceño al ver al androide en medio de la habitación.

𝐂𝐎𝐃𝐈𝐆𝐎 𝐌𝐘𝐆𝟎𝟗𝟑 || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora