Take my breath away (sewis)

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O donde Lewis y Seb comparten su primer beso.

Es viernes, pero estoy sola y esta lloviendo así que aquí tienen dulce de leche hecho fanfic.

enjoy!


"Alguna vez has sido besado de manera tal que es algo sorpresivo, pero luego es más intenso y debes separarte aunque no quieras porque el mero contacto te deja sin aliento?"

Sebastian se sintió sonrojar furiosamente. Lewis solo le sonrió levemente mientras arqueaba sus cejas levemente, sorprendido.

"Seb?"

"No, creo que no."

Y es que no había sido su caso. El solo había besado a una persona toda su vida, su novia de la infancia, su esposa.

Y si bien no pensaba decirselo a Lewis, su primer beso con Hanna había sido espantoso. Su incontenible y juvenil impulso contrastaba con la timidez de la rubia en un beso que fue más bien el impacto de sus dientes con el labio inferior de ella.

Pero eso no fue motivo suficiente como para que dejaran de intentarlo, llegando a una monotonía de incontables besos que eran o un simple roce de labios o un apasionado beso francés al momento de tener intimidad.

Pero el rubio sabía que ninguno de esos eran a los que Lewis se refería.

Lewis se refería a un beso emotivo. A uno de esos besos en los cuales vuelcas tus sentimientos en y dejas de contener el aire, liberando ese suspiro de alivio por finalmente tener a tu amado cerca, sentir sus mismos nervios, respirar su aire y de repente todo es demasiado, y debes apartarte un momento para volver a respirar y darte cuenta que no es un sueño, que en verdad está ocurriendo.

Pero no, Seb no había tenido de esos, y Lewis se dio cuenta al notar la mirada perdida y la curva triste de sus labios al negar.

"Por qué?"

Porque si bien amaba a Hanna, al momento de darse su primer beso, no estaba enamorado de ella.

Y aunque quiso convencerse que iba a lograrlo con el tiempo, era demasiado tarde.

Porque ya había conocido a Lewis Hamilton.

Al muchacho luchador y rebelde, vuelto un prodigio, vuelto un novato estrella, un campeón del mundo y uno de los mejores pilotos de la historia.

Pero Seb siempre vio más allá de eso. El no solo sabía que Lewis era lo mejor que ofrecía el deporte.

El también sabía que Lewis era un hombre amable, devoto a dios y su familia y generoso con su prójimo. Era cariñoso, sensible, sonriente y pese a la fachada de chico malo, el poder, el dinero y la fama, entre otros fenómenos corruptores del ser humano.

Lewis podrá haber desarrollado una fascinación por la moda, la música, los deportes extremos y los clubes de LA. Podrá mostrarse impasivo, hacer comentarios agitadores y publicaciones polémicas que salen en las revistas de todo el mundo...

Pero siempre fiel a su simpleza y convicciones. A su hermosa naturaleza y amor por la vida.

Y así como Lewis amaba vivir... Él amaba a Lewis.

Nunca podría haber otra persona en su corazón, mientras existiera este Lewis Hamilton, este hombre con quien empatizó y formó un vínculo.

Con quien creció como persona y como profesional.

Y con quien experimentó todas las emociones posibles. Lo había amado y odiado, envidiado y enorgullecido, adorado y deseado.... Incontables veces.

Pero eso no cambiaba nada en la forma en la que lo miraba. Jamás podría ver a Lewis como otra cosa que no fuera el amor de su vida.

Y por eso no pudo contestar otra cosa que no fuera la verdad absoluta.

"Porque no fue contigo."

No sabía si Lewis había entendido lo que quiso decir, y no tenía la valentía y la fuerza para alzar la mirada y ver su expresión.

Pero algo era obvio... en la inmensa y vacía sala de lobby en la que estaban, el silencio era ensordecedor.

Sebastian solo podía oir su respiración, cada vez más acelerada por la desesperación y la impaciencia creciente adentro suyo.

En su mente, solo había dos opciones.

Decir algo, lo que sea, y esperar a que Lewis responda, o insistirle para que lo haga.

O irse sin mayor preambulo.

Pero entonces sintió a Lewis moverse, y sus botas aparecieron en su campo de visión, así como una mano fue a parar a su pecho.

"Seb, mírame." Fue una orden precisa y clara, a la que obedeció casi por instinto.

Y fue en el preciso instante que sus miradas chocaron que sus labios también lo hicieron.

Lewis empuñó la tela bajo sus dedos, apretando la camiseta y atrayendolo un poco más cerca, y sin embargo, la intensidad del agarre no se condecía con la suavidad del contacto de sus bocas.

Eran sus labios presionados contra los de Lewis, tan cálidos y dulces como el hombre mismo, y fue entonces que Sebastian salió de su shock y llevó sus manos a las mejillas del moreno, a su vez que inclinaba levemente la cabeza para poder profundizar tan tierno beso.

Cuando sus lenguas se rozaron apenas, accidentalmente, haciendo que Sebastian sienta en su cuerpo el calor y la ebullición de lo que algunos llaman enamorarse.

Creía que ya estaba enamorado, pero en ese momento se sintió caer de nuevo.

Sintió que era su oportunidad para darle a Lewis todo de si, porque así lo sentía.

Sus palpitaciones, sus imáginas, sus sueños, sus alegrías y penas... todas le pertenecían a Lewis.

Pero como Lewis había dicho, la intensidad del momento les dejó sin aliento, y debieron separarse para recuperarlo.

Eso, sin ceder un mínimo centímetro que les explotara la burbuja en la que se encontraban, suspendidos en tiempo y espacio, mirándose a los ojos con sus frentes reposando en la ajena, sus narices rozándose con cariño y sus dedos acariciando la tersa piel a la que accedían.

"Oh Lew..." Susurró, en lo que veía esos bellos orbes oscuros cristalizarse.

Los suyos no estaban muy lejos de dejar salir lagrimás tambien.

"Y ahora?"

Alguna vez has sido besado de manera tal que es algo sorpresivo, pero luego es más intenso y debes separarte aunque no quieras porque el mero contacto te deja sin aliento?

Sebastian asintió sonriendo, y volvió a reclamar sus labios.


QUIEREN LA PARTE NARRADA DESDE LA PERSPECTIVA DE LEWIS???

Racing Drivers Gay ShitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora