Racing Drivers Gay Shit

Night Changes (Lew/Checo)

O donde Checo se da cuenta que la fiesta no está completa sin su encantador compañero

Sergio logró bajar de su nube de ensueño y felicidad recién al atardecer.

Las palmadas de felicitación, los abrazos, los mensajes y llamadas... Aún podía sentirlos, y se veían reflejados en su sonrisa.

Amaba tener la oportunidad de representar a su país como se merece, dándoles a sus compatriotas un podio en casa. Estaba orgulloso de sí mismo, de Max y del equipo.

Y claro, también de Lewis.

Un Lewis que él no había tenido oportunidad de ver hasta ese instante. Pues el moreno no se iba a quedar a la celebración, prefirió calmar los humos en soledad y reunirse con su amante más tarde.

Por eso, se dirigió caminando tranquilo, lento y despreocupado a donde Lewis se estaba quedando, y notó como el otro ya estaba en una esquina esperándolo.

El moreno se veía mejor. Llevaba ropa suelta y cómoda, sus largas trenzas estaban sueltas y tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

Checo suspiró embobado.

"Hey"

"Hola cariño"

 Dijo para envolverlo en sus brazos y apretarlo fuerte contra sí. Lewis hizo lo propio y dejó un beso en su mejilla antes de romper el abrazo.

"Te divertiste?"

"Pasé un buen rato, si... Pero te extrañaba."

"Cursi." Le codeó el inglés, pero su leve sonrojo se podía notar y Sergio frenó solo para tomarle las mejillas y darle un beso.

"Fue genial haber podido compartir otro podio contigo." Susurró apenas separándose.

"Vendrán muchos más el próximo año. No te puedo asegurar que ganes, pero..." Sergio rió.

"Yo tampoco puedo asegurar que ganes, cariño."

"Así va a ser, eh?" Dijo para volver a besarlo con más ganas, mordiéndole el labio en el proceso. El mexicano se limitó a sonreír y devolvérsela, apretando el agarre en su cintura.

"Parecemos adolescentes."

"Tu bien podrías serlo. Pareces más joven que yo. Cómo le haces? Donde está el cuadro?"

"Cuadro?" Preguntó el otro confundido. Sergio sonrió irónicamente.

"Como el de Dorian Grey. Apuesto que tienes un retrato que envejece por ti."

Entonces Lewis soltó una inmensa carcajada que retumbó en la vacía calle, y que el mexicano tuvo que callar con otro beso.

"Quieres venir a verlo?" Preguntó seductoramente. Checo se hizo el pensativo.

"No, prefiero que volvamos a casa. Los invitados ya se habrán ido y quiero volver a tenerte solo para mi."

Lewis tomó su mano y ambos emprendieron el camino de regreso.

"Ya me tienes." Susurró