daddy's cash doesn't make the boy

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Hey hey!

Este es un AU  Esteban/Lance. Enjoy

—Miren quien viene ahí! El nene de papi.

Lance bajó la cabeza y siguió a paso rápido.

Estaba saliendo de la escuela tras acabar su horario, debiendo ahora preocuparse de no ser alcanzado por el grupo de bullies que cada miércoles, el único día en el que no podían venir por él, lo acosaban hasta el hartazgo. Pero esta vez la cosa empezaba a asustarle, porque ya estaba a unas cuantas cuadras de su casa y los cuatro muchachos seguían tras él.

Hasta que se encontró con uno de ellos frente a él.

—Que pasá? Acaso tienes miedo? Aquí ya no tienes un papito que te salve.- decía Alex riéndose y mirándolo de arriba, haciendo provecho de la poca pero notable diferencia de altura.

—No quiero problemas.

—Entonces vendrás con nosotros.- dijo Lando a su espalda.— Nos falta dinero y tu nos lo darás.

—No tengo mucho, se los juro. No llevo dinero a clase.- A Alex no le gustó nada lo que oyó y lo tomó de las solapas de su blazer.

—Entonces empieza por darme ese bonito maletín.- amenazó, a su vez que Carlos se acercaba dispuesto a quitárselo.

—Él no les va a dar nada.

Las cuatro cabezas voltearon a ver a quién había dicho eso. Lance aún seguía con sus ojos cerrados.

—Esteban no es cosa tuya, vete al demonio.-  dijo Lando con fastidio.

—Ven a decírmelo aquí, imbécil.- Alex soltó a Lance para dirigirse a él, pero Charles lo detuvo.  Conociendo a Esteban, sabia que tenían las de perder. Lando también resignó.

—Ya, ya. Mejor no te alejes de tu guardaespaldas, que volveremos por ti, oíste?- dijo Max para irse junto al resto.

Esteban vio que Lance estaba bien, asi que se retiraba.

—Oye!- llamó el mas joven, aún ensimismado por lo ocurrido

—No me debes nada, niño. Ve a casa.- dijo volteándose para recuperar su moto y seguir su camino. Pero Lance insistió.

—Como te llamas?

—Esteban Ocon. Y tu, niño?

—Lance. Y no me digas niño, no pareces mucho mayor.-Esteban sonrió.

—De acuerdo, Lance.

—Muchas gracias, no sabía que hacer. Ellos... Ellos suelen acosarme cada vez que mi papá no puede recogerme.-Lance lo pensó un segundo.

—Vives lejos?

—No. Diez calles en esa dirección.-dijo señalando el camino.

—Si las motos no te asustan, te llevo.

Lance sonrió aliviado y asintió. Esteban le cedió su casco, se ubicaron en la moto y a los pocos minutos Lance le indicó su casa.

—Wow, bonita.-Dijo el mayor, intentando no parecer intimidado frente a la enorme residencia.

—Gracias, no se cuantas gracias te he dicho ya pero... En verdad me salvaste.

—No es problema, no estoy lejos de donde vivo.

—De acuerdo. No quisiera haberte hecho perder tiempo.-dijo acomodándose el cabello y devolviendo el casco. Esteban lo observaba embobado.

—Oye, por si acaso... Quisieras que te traiga cuando tu padre no pueda? Para evitar lo de hoy.

Racing Drivers Gay ShitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora