Racing Drivers Gay Shit

Je t'aime (vetteclerc)

O donde descargo mi frustración e intento hacer arte en forma de Drabble porque... todos y todas queríamos que Sebastian diga "je t'aime" en el video de Ferrari.

Charles esperaba un te amo en su video de cumpleaños.

No importa cuanto intentara convencerse de que no era así, o cuantas veces mirara el vídeo para ver si mágicamente se le agregaran dos segundos donde Sebastian mirara directo a la cámara y le dijera que lo amaba en francés, en su idioma.

En forma personalizada, como él si lo hizo.

Cuando grabaron el saludo de Sebastian aquel Julio, solo le dijeron que diga las felicitaciones en alemán y agregara algo bonito. Él decidió confesarle que lo amaba en ese entonces, de esa forma tan sutil y a la vez tan chocante. 

Después de todo, era su ultimo año con Seb en Ferrari. No tenía mucho más que perder.

Fue entonces que apenas se encontraron en la carrera de Hungría que Sebastian se lo llevó a un sitio aparte, lo acorraló contra uno de los camiones y le preguntó con su respiración acelerada.

"Es verdad?"

"No entiendo Seb..."

"Ich Liebe Dich"

"Oh."

"Te dijeron que lo digas?"

"No"

"Ah no?"

El ceño del alemán ya no estaba fruncido. Pero no se movió un centímetro de donde estaba, tan cerca del rostro de su compañero.

"No. Yo solo... necesitaba decirlo, Seb. Necesitaba sacarlo de mi sistema y entiendo si te traje problemas o me odias pero..."

Sebastian no le dejó terminar y unió sus labios en un beso.

"Jamás podría odiarte, Liebe."

Y desde entonces su relación anduvo de forma fantástica, pese al mal momento que Ferrari estaba teniendo y las complicaciones que tenía Sebastian para encontrar un nuevo equipo.

Con los meses, las cosas fueron de a poco mejorando y eso merecía celebrarse, así como su cumpleaños. Por lo que había invitado a Seb a su departamento en Mónaco el día después de su cumpleaños donde iba a estar con su familia, para tener ese fin de semana a solas.

Sin embargo ansiaba escuchar el saludo que Ferrari había grabado para él, ansiaba ver que decía su amado.

Y quizá fueron tantas sus expectativas que cuando finalmente vio el producto final fue tan decepcionante.

Y no debía serlo, debía hacerlo feliz! Los miembros de su equipo soñado diciendo cuanto lo querían, lo respetaban, y hasta su jefe alabando su talento e inteligencia.

Y qué obtuvo de Sebastian?

Un mal chiste y un "te deseo lo mejor".

Acaso no lo quería en serio?

Se sentía mal, muy mal. Sus ojos estaban vidriosos y su respiración se entrecortó.

Sin pensarlo mucho más, le envió un texto diciendo que no viniera a verlo.

Su teléfono empezó a sonar, estimando que era un confundido Sebastian, pero no respondió. Se dedicó a responder las felicitaciones de otras personas, antes que llegue su familia y pase el resto del día con ellos.

A las seis de la mañana siguiente, un timbre resonante lo sacó de la cama.

Alterado y aún dormido, abrió la puerta dejando entrar a un agitado Sebastian, quien aparentemente había volado durante la noche.

—Demonios Seb, ni siquiera ha amanecido.

—Demonios?! Demonios tú que de repente me dijiste que no me querías ver y dejaste de responder mis llamadas! Tienes idea de lo mucho que me preocupaste?

Entonces Charles recordó su pequeña crisis del día anterior y se sonrojó furiosamente. Cómo iba a explicarle que todo fue causa de ese vídeo?

—Lo siento mucho.

La expresión de Sebastian se relajó. Lo rodeó con sus brazos y lo abrazó con fuerza, siendo correspondido.

—Dime que pasó, Charles.- dijo suavemente, sin soltarlo.

—Yo... Dios es que no se! Cuando vi el vídeo que Ferrari hizo por mi cumpleaños, esperaba que me dijeras algo especial. Y fue decepcionante.

—Decepcionante?

—Si... No!  Es decir, yo esperaba algo más dulce de tu parte.

—Como qué?

Preguntó ingenuamente, separándose apenas para ver a su pequeño a los ojos. Charles alzó la ceja, en señal de que no estaba para juegos.

—A ver... Te enfadaste conmigo porque no dije je t'aime en tu saludo de cumpleaños? Fue por eso que no viste mis mensajes? Ni llamadas?

Charles asintió, volviéndose a sonrojar y escondiendo su rostro en el cuello de Seb.

—Exageré, verdad?- El mayor sonrió y le dio un pequeño beso.

—Algo, pero así te amo, pequeña reina del drama. Además... Deberías revisar tu teléfono.

Charles lo fue a buscar y buscó entre los mensajes de Sebastian. Allí había un vídeo para descargar.

Cuando se empezó a reproducir, mostraba a Sebastian en la misma oficina donde había grabado el saludo del vídeo. Pero este era diferente.

Hola, Charles. Feliz cumpleaños número veintitrés!

Decía en francés. Sonriendo en grande.

Eres una de las personas mas radiantes y talentosas que he conocido. Me enorgullecen estos dos años juntos como compañeros. Te deseo lo mejor.

Te amo, estrellita.

El vídeo terminó y sintió como Seb se sentaba a su lado y apoyaba la cabeza en su hombro.

—Ese fue el primero que grabé, pero Sylvia dijo que eso solo intensificaría los rumores de nuestra relación. Despues de que dejaras a Charlotte, la prensa ha estado muy sobre nosotros. Así que tuve que grabar otro menos cursi.

—Oh, Seb... Soy un tonto.

El mencionado soltó una risa y dejó una pequeña mordida en su hombro.

—Algo, pero así te amo... Ya lo dije las suficientes veces para compensar tu decepción, Liebe?

Charles sonrió y giró su rostro para besarlo, metiendo sus manos por debajo de la camiseta de Sebastian.

—Quizá deberías dejar de decirlo y empezar a mostrármelo.

El otro asintió y se dejó quitar su prenda superior, para luego intensificar el contacto y profundizar el beso, cargarlo y llevarlo en brazos a la habitación.