I'm your biggest fan (follow you till you love me)

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O un AU de Singer!Lew y Fanboy!Seb

Sebastian y Charles eran dos amigos que se conocieron hace dos años cuando iniciaron su carrera en la Academia de Ferrari; el primero como ingeniero mecánico, y el otro como piloto. Compartían un departamento cerca de allí, que si bien era de Charles, el más joven invitó al alemán a compartir piso.

La convivencia era sencilla debido a lo bien que se llevaban, además que Seb era más que respetuoso, y rara vez fastidiaba. Solo había una cosa que sacaba lo peor de él.

 Lewis Hamilton, un cantante británico que traía babeando al rubio desde que lo conoció.

Charles siempre solía compararlo con una adolescente hormonal, algo que al rubio le daba gracia porque era en parte cierto. Si bien lo que primero le atrajo fue la música, Charles pronto se dio cuenta de que iba más allá de eso por como los ojos le brillaban al hablar de él, y lo furioso que se ponía cuando su ídolo era criticado.

Bueno, eso y el póster de dos metros con corazones en la pared.

—Oh dios Charles lo has escuchado!?- dijo Seb entrando sin aviso en su cuarto, haciéndolo saltar de la silla de escritorio en la que estaba ubicado antes que su compañero entrara.

—No grites, Sebastian. Si lo hice... Y es una buena canción, me agrada.

—Es una maldita obra de arte!

—Por millonésima vez, estás obsesionado con Hamilton.- dijo el menor rodando los ojos.

—Puedes culparme?- dijo mordiéndose el labio.

—Supongo que no. Espero que algún día se conozcan, se casen y adopten muchos perros.

—Ugh si tan solo se dignara a dar algún show aquí.

—Lo dudo, Seb. Debes ser su único fan fuera del Reino Unido.

—Oye, no es para tanto. Además, la gente normal tiene mal gusto. Prefieren Kpop y niños bonitos como Justin Bieber.- Charles rió.

—Te quedaste en el tiempo, compañero. JB dejó de estar de moda. Ahora son Shawn Mendes y Harry Styles.- La expresión del otro denotaba confusión, como si no supiera de quienes hablaba.— Olvídalo. Solo... trata de olvidar el tema por el momento, si? No quiero que te decepciones si no viene.

El rubio sonrió de costado y asintió, retirándose para dejar a su amigo estudiar en paz.

***

Charles no sabía como animar a su amigo, quien en ese momento estaba encerrado en su cuarto sin querer cenar.

Pues resulta que Lewis iba a realizar una presentación especial en un pequeño estadio de Bologna, que estaba cerca de allí. Charles intentó todo lo que pudo para conseguir algún pase, pero el evento era tan exclusivo que no hubo forma de conseguir entradas por internet, y Sebastian estaba en verdad frustrado, porque jamás había estado tan cerca y tan lejos.

—Seb, por favor.  Se enfría la lasagna.

—Déjame.

—Te prometo que encontraré una forma de llevarte, aunque deba pagar el doble por una reventa.

Sebastian salió de la habitación. Su expresión si bien era de resignación, mostraba una leve sonrisa. La perseverancia de Charles bien podría ser confundida con terquedad, pero al rubio le causaba ternura.

—No debes pagar. Si logras contactar algún revendedor, tengo dinero.

—Pero yo tengo más.

—Y por eso pagarás la cena.

Racing Drivers Gay ShitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora