A British weekend (simply lovely dear)

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Es el cumpleaños de Seb pero para Seb es la oportunidad ideal de ser quien brinde a sus compañeros lo que cada uno necesite.

O cinco veces en las que Seb le da algo a un colega y una en la que él recibe de ellos.

1. Un regalo a Daniel

Daniel esperaba que Sebastian acudiera a la improvisada fiesta de cumpleaños que estaba orquestando en el penthouse del hotel, apenas tres días antes de la carrera. La mayoría de los pilotos estaban allí, así como sus amigos y familiares... Pero faltaba poco para la medianoche y el hombre no aparecía por ninguna parte.

El australiano no pudo evitar sentirse decepcionado. Realmente quería que Seb viniera y disfrutara de su día especial. No le importaba realmente si traía un regalo o no. Sólo quería que estuviera allí, que disfrutara de una copa y que fuera todo risas y abrazos y besos (eso si Sebastián estaba lo suficientemente borracho).

Pero justo cuando suspiró y se dirigió a la nevera para buscar el pastel y darle un cierre a la noche, una voz aguda le llamó desde lejos.

Cuando se giró, vio al rubio caminando con un pastel envuelto en sus manos y a Charles llevando una bolsa detrás.

"¡Gracias por la ayuda!" Le dijo al conductor del Ferrari antes de tomar la bolsa de él y ofrecer ambas cosas a Daniel.

"¡Feliz cumpleaños dulzura!" gritó Sebastian por encima de la música con la más brillante sonrisa en su rostro. Daniel tomó ambas cosas, las dejó a un lado sin cuidado y le rodeó con sus brazos.

"Pensé que no vendrías, imbécil".

"Ni en sueños te librarás de mí en tu cumpleaños. Tuve que esperar hasta el último segundo para que llegara tu regalo. Lo había olvidado en casa y tuve que pedirle a un amigo que me lo trajera". Daniel arqueó las cejas, sorprendido.

"¡Pero si no tenías que traer nada!" Seb esbozó una sonrisa traviesa.

"Oh, créeme, quería hacerlo".

"¿Sí? ¿Qué hay ahí?"

"Yo que tú no los abriría en público. Sólo digo... Ahora, ¿dónde puedo encontrar algo de vodka?" Daniel se rió y guió a Seb hasta la barra, charlando de otras cosas sin importarle los misteriosos regalos durante el resto de la noche.

Pero a la mañana siguiente... Cuando no había nadie más que Michael, abrió las dos cajas... sólo para encontrar un conjunto de lencería y ropa interior masculina con el número cinco... y un pastel en forma de pene, de durazno y chantilly.

"Ese hijo de puta". Se carcajearon.

Daniel se aseguró de llamar a Sebastián para agradecerle el increíble regalo.

2. Apoyo a Lewis

Lewis sabía que siempre podía contar con Sebastián para lidiar con su yo enojado, molesto y fastidioso cuando lo ofendía racialmente y no sabía cómo mantener la calma.

El rubio le escuchaba, le tranquilizaba y, cuando se encontraron, Sebastian le dio un abrazo tan fuerte y amoroso que le había hecho olvidar todo el problema con Piquet.

"Hey cariño."

"Hey tu. Descuida si? ya tengo todo bajo control." Le dijo serio en lo que le mostraba fotos de artículos en los que se repudiaba fuertemente el insulto y mensajes con George en los que hablaban del mismo tema.

"Seb..."

"Ya he hablado con George para pedirle la prohibición de ir de por vida a todos los eventos de la F1..." Lewis negó con la cabeza.

Racing Drivers Gay ShitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora