"Nothing stands in our way"
"Nada se interpone en nuestro camino"
AYNA
Por lo menos, Iorg había tenido la decencia de esperar a que ambos estuviesen en privado para empezar a gritarle. Metidos en el que había sido el despacho de su madre en el Sarye y del que alguien había retirado los lemas y estandartes de la casa Eyrel, intentaba contenter las ganas de darle al general una buena patada en la entrepierna.
—Me desobedeces, actúas por tu cuenta, acabarás creando una ruptura entre nuestras facciones... —enumeraba él, dando golpes sobre la mesa al compas de sus acusaciones.
Ayna se lo imaginó doblando sobre sí mismo con un terrible dolor en sus partes íntimas.
—Me desafías en público, tú y ese dhein...
—¿Has acabado ya? —interrumpió ella, irritada—. Te recuerdo que gracias a «ese dhein» hemos logrado tomar esta ciudad. No apruebo tus métodos de castigo, Iorg. Te he jurado lealtad, pero no a cualquier precio.
—Te daría igual de no haber sido él. Los imperiales mataron a tu amiga, y a muchos otros amigos de todos nosotros. ¿Qué habrías hecho tú de tener en tu poder a la persona que le quitó la vida a Mel? ¿O de tener a Dresdent a tu merced, el hombre que asesinó a tu familia?
Ayna dio un respingo. Durante noches y noches, su único consuelo había sido imaginarse matando a la persona anónima que le había arrebatado la vida a Mel, por no hablar de las incontables veces que se había figurado acabando con Dresdent para siempre.
—Lo suponía —escupió Iorg, interpretando bien su silencio.
—Está bien —admitió ella, desando terminar con aquella estúpida disputa entre ambos—. Tienes razón. Es porque es él. Él es... importante para mí. Ya sé que es un imperial, y sé lo que ha hecho, pero no puedo evitarlo. Y si quieres que las cosas vayan bien entre tú y yo, vas a tener que respetar su vida. Ahora sabes con certeza que los dheins me apoyarán a mí. Deja que yo me encargue de su custodia. Responderé por él.
—¿Y qué harás si no? ¿Estás dispuesta a desmantelar nuestro ejército? ¿A provocar la escisión que nos llevará a un ineludible fracaso? ¿A destruir todo por lo que ambos hemos luchado?
—Supongo que tendrás que decidir si quieres arriesgarte a comprobarlo —respondió ella, jugando una carta arriesgada. Intentó componer una expresión decidida.
—Entiendo... —Iorg se frotó las sienes con los dedos largos y cuadrados—. No vas a dejarme alternativa. Está bien, Ayna, las cosas deben mejorar entre nosotros. Dentro de muy poco todos los lobos del Imperio se lanzarán contra estas murallas y no puedo negar que te necesito a mi lado. Necesito a las suevyr, a los dheins y a la milicia, y parece que todos responden ante ti. Has despertado su lealtad y eso es algo que respeto. Confiaré en ti, porque no puedo permitirme lo contrario. El Guardián es tuyo. Tú respondes de él. Y si hace daño a alguno de los nuestros o nos causa algún perjuicio, tú serás la encargada de acabar con su vida. ¿De acuerdo? Si no estás preparada para asumir esa responsabilidad, será ejecutado.
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Crónicas de Galedia III: Gran Ialmyr
Fantasía***ATENCIÓN: SPOILERS SI NO HAS LEÍDO LOS DOS LIBROS ANTERIORES*** SINOPSIS La caída de Vicuse a manos del ejército rebelde hace que el Imperio se tambalee. Ayna es ahora un importante símbolo de la resistencia y Fahran debe aprender a sobrevivir e...