En un mundo asediado por la discordia entre humanos y seres mágicos llamados "ents", Nora, escapa de las garras de supuestos aliados, lanzándose hacia lo desconocido, ansiosa por saborear la libertad tras un año de cautiverio. Sin embargo, lo que ig...
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El niño se encontraba ahora a varios metros de ambos y Adahy comenzó a caminar hacia él con su versión adulta pisándole los talones. Cuando se encontró a su espalda, observó a los dos bebés que tan desesperadamente luchaba por proteger. Tenían ojos rojos y amarillos. Eran sus hermanos. Adahy comprendió lo que estaba sucediendo de inmediato:
«Tu mayor miedo es no poder protegerlos...»
—Adham.—Adahy se acercó hasta su espalda y tocó su hombro—. Eres fuerte. Y eres inteligente. Sabes que si sigues peleando de la misma manera, nada cambiará; no podrás superar a la sombra.
Cuando el joven Adham escuchó esa voz en su cabeza sintió que debía responder, a pesar de encontrarse solo.
—Pero mis hermanos...
El joven parecía seriamente acongojado; tenía a los bebés a un metro de distancia detrás de él y la sombra parecía seguir cambiando de forma a todo aquello que pudiera ser una amenaza para ellos haciéndolo retroceder cada poco, aproximándose cada vez más a los infantes.
—Adham, tus hermanos no son bebés. Tienen tu misma edad, y si bien es cierto que tu deber es protegerlos, es también el de ellos el protegerte. Sois hermanos.
Ante dichas palabras, algo tras ellos cambió; el llanto de los bebés a sus espaldas fue remplazado por silencio y los otros dos hermanos se acercaron a cada lado ya con un tamaño acorde a su edad.
—Al fin. Ya me puedo mover.
—Oye Adham, recuérdame cuando acabemos con todo esto que te dé una tunda.
Ante este rápido giro de eventos, Adahy susurró algo más en el oído del Adham niño.
—Confía en tus hermanos Adham, y no te fallarán.
En ese momento, Duncan y Kieran se abalanzaron sobre la sombra por ambos lados, y Adham por el frente acabando casi de inmediato con la amenaza. Cuando la sombra se hubo ido, Adham se giró hacia sus hermanos.
