CAPÍTULO 23 - Ukeireru

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           —¿Nora?

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           —¿Nora?

La expresión del príncipe encerraban terror, vergüenza, confusión y agotamiento por igual mientras observaba la situación en la que se encontraban:

La pelirroja estaba tomada de su cuello, con ojos llorosos y mejillas chapeadas a la par que su respiración agitada provocaba una elevación y descenso marcados en su pecho. Él se encontraba sobre ella, apresándola con una mano y sus piernas, separando las de ella. 

Cuando notó su erección y la humedad de ella se sintió hundido y se incorporó de inmediato; tan rápido que un mareo lo invadió y tomó su cabeza en su mano libre, mientras con la otra trataba de estabilizarse. Sentía que más de una extremidad iba a explotar si no les daba alivio.

«Maldito lobo, ¿en qué estabas pensando?». Cuando estuvo inconsciente, su lobo había tomado control, pero no creyó que Nora sería víctima de uno de sus ataques. «¿Qué hace ella aquí para empezar?».

           —Nora, lo lamento, yo... no era mi intención-

           —Lo sé. Tu lob-

           —Garrett, ¿¡qué demonios!?—De un segundo a otro, el príncipe pasó de encontrarse sobre la cama, con Nora bajo él, a estar en el suelo, tirado boca arriba con un enfurecido fauno apresándolo—. Te dije lo que pasaría si la atacabas de nuevo Garrett.

Varlan echaba chispas, y afortunadamente, Nora reaccionó rápido tomándolo de la espalda, tratando sin mucho éxito de apartarlo de Garrett.

           —¡No fue él! ¡Fue el lobo! ¡Tío Varlan, estoy bien; por favor, suéltalo!

Varlan se desconcertó al ver a su sobrina defendiéndolo y observó a Garrett bajo su cuerpo. Estaba agotado, con sus ojos cerrados y su lobo parecía demasiado débil para asomarse; eso, o Garrett estaba excediendo sus fuerzas al controlarlo para que no tomara posesión de su cuerpo nuevamente y lo atacara.

Cuando Varlan se relajó un poco, indicó a su sobrina que lo soltara, pues ya entendía la situación y no lo dañaría.

Nora se apartó de Varlan, éste se incorporó y esperó a que el príncipe hiciera lo mismo, pero nada pasó. Seguía en el suelo, con los ojos cerrados y respiración jadeante. Nora se acercó cuidadosamente y colocó su mano en su frente.

La Profecía - Saga Ents I   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora