En un mundo asediado por la discordia entre humanos y seres mágicos llamados "ents", Nora, escapa de las garras de supuestos aliados, lanzándose hacia lo desconocido, ansiosa por saborear la libertad tras un año de cautiverio. Sin embargo, lo que ig...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando al fin hicieron contacto, el príncipe por poco enloqueció y sujetó las piernas de ella para controlarse, evitando recorrer con sus manos sus muslos y sus nalgas. No era esa la intención del beso y Garrett tuvo que recordárselo cada roce, cada jadeo y cada segundo que sentía su cuerpo arder por la muchacha que paseaba con las manos su pecho, en busca de más heridas.
Pronto, el beso se tornó más profundo, pero también más pausado; no estaba presente esa frenesí que los había recorrido a ambos en sus primeros encuentros. Garrett trató de marcar a fuego los labios de ella en su memoria, quería impregnarse de su olor y cubrirla a ella con el suyo desesperadamente. Pero recordó todo cuanto quería hacer con ella; toda fantasía cumplida bajo la premisa de que ella se entregara a él voluntariamente.
Y Garrett hubiera podido mantener esa idea clara en su cabeza, de no ser por la lubricación que comenzó a sentir sobre su erección; cuando olfateó la excitación de ella.
Garrett interrumpió el beso para colocar su cabeza entre su cuello y su hombro para cerrar los ojos y tratar de concentrarse. Inhaló profundamente, al mismo tiempo que apretaba su mandíbula, luchando consigo mismo para no tomar a Nora en ese preciso instante. En vez de eso, Garrett alzó sus labios y mordió suavemente el lóbulo de la chica, ante lo cual, ella sólo pudo jadear. Oak se regodeó al volver a escuchar esos hermosos sonidos llenos de placer provenientes de la joven y varios recuerdos de su previo encuentro con ella se deslizaron a la mente del príncipe, haciéndolo recordar el incidente.
Garrett se separó rápidamente de Nora, sólo lo suficiente para poder mirarla a los ojos, ahora llenos de confusión, debido al abrupto movimiento.
—¡Oak te atacó! Nora lo s-
—Shhh... cállate...
La disculpa de Garrett se vio interrumpida por ella, cuando volvió a acercar sus labios a los de él, callando cualquier protesta al instante. Aquello lo volvió loco e hizo crecer su erección a la vez que pegaba el cuerpo de ella más al suyo, haciéndola sentir la presión en su entrepierna.
