En un mundo asediado por la discordia entre humanos y seres mágicos llamados "ents", Nora, escapa de las garras de supuestos aliados, lanzándose hacia lo desconocido, ansiosa por saborear la libertad tras un año de cautiverio. Sin embargo, lo que ig...
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Nora, Lis y Gaia estaban terminando de comer el postre que la matriarca había preparado: tartaleta de hojaldre con crema y fresas, algo que Nora agradeció profundamente.
—¡Está riquísimo! De verdad Gaia, vas a conseguir que engorde como siga así ja, ja, ja...
—Me alegra que te haya gustado. Y si el príncipe os sigue entrenando como nos has contado, lo que sea que comas lo bajarás de inmediato. Así que no te preocupes. Además, es bien sabido que los hombres suelen preferir algo de carne que agarrar, y tú mi niña, tienes todo donde debe estar.
La risotada que desató este comentario en Lis fue convulsiva, sobre todo al ver la sorpresa marcada en la expresión de su amiga, quien finalmente entendió, de dónde había sacado Lis su sentido del humor y asertividad a la hora de hacer ciertos comentarios.
Gaia cubrió su boca aparentando inocencia, al tiempo que Lis se carcajeaba a boca abierta y Nora cubría su cara al pensar en la "agarradera de carnes" que Garrett y ella habían protagonizado apenas hacía una hora. Hax seguía dormido, así que Gaia se levantó y preparó una tabla con un plato de comida, una jarra de agua y un trozo de aquel postre. Tras despedirse de las chicas, subió y Lis halló el momento oportuno para interrogar a Nora, antes de su lección de la tarde y de que los chicos llegaran.
—¿Y bien...?
Nora observó a Lis, quien había alzado una de sus delicadas cejas azabaches en su dirección.
—¿Qué?
—¡No me vengas con eso pelirroja! Vas a contarme todo lo que ha pasado entre Garrett y tú. Hace un par de días ni querías verlo, ¿recuerdas? Ayer lo abrazaste en su forma bestial como si no te importara que hubiera podido despedazarte y ahora te sonrojas como una niña al mencionar ciertas actividades que los hombres disfrutan con un cuerpecito como el tuyo...
—¡Lis!
—¿Qué? ¡Vas a gastar mi nombre como sigas con eso! Así que venga, suéltalo.
Nora observó a Lis y supo que a esa chica, nada se le escapaba, así que aprovechó el tiempo que tenían en confidencia y la puso al tanto de todo lo que había acontecido desde la última vez que hablaron. Cómo el tío Varlan la había puesto en una especie de trance y recobró así sus memorias; el hecho de que ella era la amiga que Garrett había dado por muerta; cómo había tenido varias dudas en cuanto a su relación con Garrett y decidió mantener su trato en secreto por el momento, aunque sí le confesó a Lis de sus pequeños encontronazos físicos.
