Capítulo 45 - Iris

39 2 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

           Los rayos del sol ni siquiera estaban atravesando la cortina de hojas que Garrett había colocado frente a la entrada cuando Nora despertó ante un grave resonando contra su oreja izquierda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

           Los rayos del sol ni siquiera estaban atravesando la cortina de hojas que Garrett había colocado frente a la entrada cuando Nora despertó ante un grave resonando contra su oreja izquierda. Dicho sonido se fue aclarando hasta que abrió los ojos y se percató de que estaba apoyada sobre el pecho de Garrett y que él parecía estar hablando. Cuando alzó la cabeza y se lo encontró, mirándola, primero sorprendido y después sustituyendo su expresión por una pícara sonrisa, se quedó sin habla y fue él quien la recibió ese nuevo día:

           —¿Te hemos despertado?

El uso de ese verbo hizo que Nora girara la cabeza tan rápido que cualquiera hubiera pensado que se trataba de un búho.

A unos pasos de ellos se encontraban los trillizos: Adham de cuclillas, mientras ataba los cordones de sus botas; Duncan sentado con las piernas cruzadas, y mirándolos con diversión en la mirada; y Kieran, de pie a unos pocos pasos de distancia, quien parecía preocupado por ella y al mismo tiempo molesto con Garrett.

Nora se irguió de inmediato al saberse descubierta, algo ruborizada y saludó a todos.

           —Buenos días...mmm... Me dio algo de calor a mitad de la madrugada y comenzamos a hablar y...

           —Ya se los he explicado yo, tranquila.—Garrett parecía sumamente divertido con la situación y miró la cabellera roja que hasta hacía unos minutos, se mantenía repartida sobre su pecho.

Kieran se acercó a Nora, dobló un poco sus rodillas, quedando a su misma altura y le preguntó:

           —¿Segura que no te hizo nada?

El príncipe soltó una risotada que mostró todos sus dientes y llamó la atención de los presentes, por tan genuina reacción. Nora no pudo evitar contagiarse de su risa, y a su vez, los chicos se les unieron mirando a Kieran, quien luchaba por que su humor, no lo delatara.

 Nora no pudo evitar contagiarse de su risa, y a su vez, los chicos se les unieron mirando a Kieran, quien luchaba por que su humor, no lo delatara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Profecía - Saga Ents I   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora