CAPÍTULO 33 - Koi No Yokan

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           Llevaban corriendo al menos cuarenta minutos y Kieran desde los primeros cinco, ya sentía que se iba a desmayar

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           Llevaban corriendo al menos cuarenta minutos y Kieran desde los primeros cinco, ya sentía que se iba a desmayar. No recordaba ser tan débil; de hecho, el joven había disfrutado mucho de las carreras con sus hermanos, pero ahora parecía que su cuerpo no le respondía como de costumbre y pensó en lo que el príncipe les había dicho acerca de sus fortalezas y debilidades, transmitidas por las bestias a las que estaban ligados de por vida.

Duncan había tenido que ponerse el chaleco de Garrett, sintiendo que su cuerpo se derretiría en cualquier instante. Los tres niños se impactaron al ver el torso descubierto de su príncipe. Todos sabían de su accidente, pero jamás habían visto su cicatriz y los tres se dieron cuenta en el momento en que posaron la mirada sobre ella, que al príncipe no le gustaba presumirla porque de inmediato se puso de mal humor y les ordenó correr por quince minutos más.

Adham, por otro lado, tuvo que correr únicamente de cara al sol y el chico sintió sus retinas arder, cuando de pronto, una señal molesta desde su interior, lo advirtió, haciéndolo cerrar fuertemente los ojos y caer de rodillas para acto seguido, ocultar su cabeza en la sombra de sus antebrazos.

Garrett se acercó a él esperando esa reacción por parte de cualquiera de los tres en cualquier momento.

Los estaba empujando a los límites que había entre ellos y sus bestias. Debían aprender a trabajar con ellas. De no fortalecerse, los tres morirían a causa de las debilidades que las bestias tenían. Y eso era algo que no estaba dispuesto a permitir.

Garrett colocó una mano en la espalda del chico sintiendo su acelerado pulso y algunas de sus marcas moviéndose lentamente, lo que le indicaba que su bestia se estaba enfadando.

           —Adham, tranquilo.

           —No puedo- duele.

           —Escucha Adham. Lo sé, es complicado. Pero quieres poder proteger a aquellos que amas, ¿no es así?

           —Sí. ¿Pero y si eso implica hacerle daño a ella?

Garrett se extrañó bastante.

La Profecía - Saga Ents I   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora