Capítulo 29 - Natsukashii

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           Nora y Garrett pasaron horas hablando mientras ella trataba de tapar sus heridas lo mejor posible; afortunadamente el sangrado se había detenido, pero eran terribles y algunas de ellas, muy profundas

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           Nora y Garrett pasaron horas hablando mientras ella trataba de tapar sus heridas lo mejor posible; afortunadamente el sangrado se había detenido, pero eran terribles y algunas de ellas, muy profundas.

«¿Cómo sigue aquí, hablando conmigo como si no le doliera nada?», se preguntó ella, totalmente preocupada por su actual estado.

Justo cuando Nora pensaba en esto, estando a su espalda y tratando de cubrir otra de sus laceraciones, Garrett interrumpió sus pensamientos con una aflicción que Nora supo, que llevaría mucho más tiempo sanar.

           —Sé que no lo crees, pero en verdad lamento lo que pasó aquel día. Si no te hubieran encontrado no hubieras sufrido nada de lo que te pasó en la aldea...

           —Garrett, yo sé que no quieres oírlo, pero te lo voy a repetir hasta que te lo creas y te canses de escucharlo. No fue tu culpa. Y créeme, quisiera culparte. Quisiera poder justificarlo y culparte como tú lo haces, pero no puedo, porque sé que fue algo lamentable, causado por varias decisiones, pero no fuiste responsable de ninguna.

»Ha habido partidas de caza desde hace muchísimo tiempo; y siempre buscan lo mismo. Que te los encontraras no fue tu culpa. Tal vez ya habían estado rastreándonos. Garrett, sinceramente; son demasiadas incertidumbres para culpar a un elfo de 10 años.—Nora suspiró en corto al no recibir respuesta por parte de Garrett y observó su espalda magullada—. Oye, deberíamos regresar y curar tus heridas.

           —Sólo un rato más.—Garrett se colocó un poco más adelante para poder dejarse caer sobre las piernas de ella mientras disfrutaban de la sombra que aquel árbol les otorgaba. Cuando abrió los ojos, vio a Nora sin saber qué hacer y él alzó la mano hacia su rostro; específicamente hacia su mandíbula—. Además, primero hay que sanar tu hematoma.

           —¿Es una maldita broma? Garrett, ¡tienes suerte de no haberte desangrado! Lo mío ni siquiera due- ¡Au!

Mientras Nora regañaba al príncipe, este último hizo una ligera presión con un solo dedo sobre su mandíbula y la expuso:

La Profecía - Saga Ents I   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora