Está de más decir que a Mirabel la noticia que le dio Camilo la sorprendió de sobremanera, y no sabía como sentirse, pero cuando fue con su madre para hacerle un examen ginecológico como el que le hizo la anterior vez para ver si Camilo le había quitado la pureza, pudieron confirmar la llegada de otro Madrigal.
Lo curioso del tema era que Camilo en ningún momento se quejó, lloró o hizo esperar a su esposa embarazada en lo que quisiera que ella pidiera, y a diferencia de Pepa y Julieta, Mirabel estaba extremadamente pegajosa al punto de no querer separarse casi ni un segundo de Camilo, cosa que tampoco le desagradaba, y a la vez ponía de mala leche a su Félix, Agustín y Bruno, porque esperaban reírse de él en cualquier momento, no obstante, el punto de colmo de los tres fue cuando quedaron un sábado como reunión familiar, y mientras las chicas estaban detrás de Mirabel que ya tenía mes y medio de embarazo, Camilo se fue ha hablar con los hombres de la familia.
- Estoy agotado - suspira Camilo dejándose caer en una silla.
Sus tíos y su padre se miran entre ellos sonriendo.
- Bueno hijo - exclama Félix - ¿estás cansado? - se burla
- Anoche no pude dormir - exclama en agonía causando una risa entre sus mayores.
- Asique ya ha comenzado los antojos, golpes, etc - se burla Bruno
- Que dices de golpes - se lleva Camilo una mano a la cabeza como si está le doliera - lo único que se le antoja a esa mujer es que me acueste con ella a todas horas - gruñe - ya no puedo dormir ni nada por el estilo, encima le ha dado por experimentar todo lo que se le pasa por la cabeza, y estoy tan cansado que el otro día me quedé dormido mientras lo hacíamos - se masajea las sienes - fueron solo cinco minutos, y me tocó disculparme durante más de media hora, yo a estas alturas solo quiero dormir, siento como si fuera una naranja y ella un exprimidor, no puedo más - dice con desesperación alzando la mirada para ver a los otros.
Sus tíos y padre le miran completamente asombrados.
- Eres despreciable - le dice su tío Bruno con indignación.
- Camilo - habla Félix - te das cuenta que le estás diciendo eso a tus tíos y a tu padre, y uno de tus tíos es casualmente tu suegro y acaba de descubrir lo que haces con su hija - dice lentamente.
Camilo rueda los ojos.
- No haber preguntado.
- De todas formas - gruñe Félix - su apetito sexual ¿de verdad se ha incrementado? - Camilo asiente interrogante a lo que Félix bufa - a mí tu madre no me dejó tocarla buena parte del embarazo porque debía que iba a darle en la cabeza al bebé y se iba a quedar tonto, y si insistía empezaba a llorar porque decía que yo quería hijos tontos - refunfuña pasándose la mano por la cara.
- Camilo - farfulla Agustín - ¿Qué le has echo a mi hija?
- ¿YO? - exclama indignado - que me está haciendo a mi ella - bufa cruzándose de brazos y echando la espalda para atrás hasta tocar la silla - no llevo ni dos meses con su embarazo y siento que ya soy diez años más viejo.
- Hijo de puta con suerte - gruñe Bruno mientras se va a servir un trago de tequila - me hubiera gustado verte en el embarazo de tu madre, algunas veces mientras yo estaba durmiendo, ella simplemente venía y me pegaba solamente porque estaba de mal humor, y luego se ponía a llorar mientras seguía pegándome.
- Es verdad - exclama Agustín - eso era patético.
- Cierto - confirma Félix.
- Independiente de eso - interrumpe Camilo girando la mirada hacia Mirabel quien está rodeada de sus hermanas y prima quien por suerte está tan ensimismada de la conversación que no está escuchando lo que están diciendo - ¿habéis averiguado algo sobre lo de Miranda? - vuelve a ver a los tres - lo único que me deja dormir tranquilo es que Mirabel no se quiere separar de mi - entorna la cabeza levemente - cuando me deja dormir.
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Mirame con otros ojos
RomanceMirabel ha cambiado desde que salvó el encanto, y sus sentimientos al igual que ganas de vivir se reducen a cero, y eso es así hasta que su primo Camilo, con el cual jamás ha tenido ninguna clase de relación, se da cuenta por una pequeña casualidad...