Mirame con otros ojos

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Después de eso sus planes estaban más que hechos, y decírselos a la familia desde luego no fue nada fácil, para empezar porque todos pusieron el grito en el cielo al saber que la nueva generación Madrigal no solo no iba a nacer en encanto y con ello probablemente no tendría un Don, sino que además Camilo y Mirabel habían decidido por su parte no permanecer más allí. 

Por más gritos y comentarios además de pasar largas horas con ambos juntos y separados tratando de convencerles de quedarse nada dio sus frutos, ellos tenían claro que la vida que buscaban no estaba allí. 

- Pero Camilo - llora de nuevo Pepa haciendo un escandalo de nuevo en la cocina a los ojos del resto de sus familiares - no puedes hacernos esto, Mirabel está embarazada, ¿Cómo vais a emprender un viaje a lo desconocido sin magia ni familia ni nada, en este estado? Es una completa locura.

Él bufa, era la octava vez que había tenido esa conversación con su madre en lo que iban de semana y solo estaban a jueves, y eso sin contar el resto de sus familiares.

- ¿Por qué nos hacéis esto Camilo? ¿Os hemos echo algo malo para que os valláis así? No conoceré a mi nieto y probablemente nunca vuelva a ver ni a mi hijo ni a mi sobrina, ni si quiera me gustó que os fuerais de casita - atrapa el brazo de su hijo con la esperanza de que esta vez la escuche - por favor pensarlo bien, piensa en la familia.

Se separa de ella, ya sabía por donde iban los tiros y esa conversación no le gustaba nada.

- Mamá no te hago esto ni a ti ni a nadie - se cruza de brazos con seriedad - simplemente es momento de vivir nuestra vida y aunque tu decidiste quedarte en casita con tus hijos y marido, no significa que nosotros queramos lo mismo, sin embargo, respeto tu decisión, al igual que espero que respetes la mía, como has dicho estoy pensando en mi familia, y para mi esposa e hijo, solo quiero lo mejor, si por algún casual pensara que esto es malo evidentemente no lo haría. 

- Camilo - brama asustada - soy tu madre - se lleva las manos al pecho completamente afligida - te he dado la vida, te he criado, te he cuidado, y ahora, después de todo te vas a marchar. ¿Tan poco significo para ti?

Se pasa una mano por la cara, se remueve el pelo.

- Es mi vida, que nos vayamos ahora ni significa que no pensáramos volver, podríamos venir de vacaciones o algo así.

Isabela se coloca delante de Pepa.

- Ambos sabemos que eso no es así, no debí dejarte que te quedaras con mi hermana, estabas tan loco que no paraste hasta que la apartaste de todos, ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Qué pasa? ¿Cómo aquí ya no puedes dejarla encerrada de un habitación planeas levarla lejos para que solo pueda depender de ti? Eres un maldito enfermo - gruñe rencorosa. 

- Isabela, cuñada - respira con dificultad intentando calmarse - lo que pase dentro de mi matrimonio solo es cosa mía y de mi esposa, en eso tú no te metes - habla firme y seco - y en lo que respecta al resto, como he dicho antes, Mirabel y mi hijo es la familia por la cual debo de mirar, un día todos podríais encontrar pareja y decidir quedaros en esta casa y hacerla más grande, o mudaros a otra de encanto  como nosotros - se encoge de hombros - en tal caso, será decisión vuestra, y no lo hacemos para fastidiar a nadie, os queremos a todos y os consideramos familia, pero no significa que pensemos igual ni queramos lo mismo, Isabela - la señala - pudiste escoger que no querías a Mariano, mi hermana escogió que si lo quería, tío Bruno escogió quedarse en casita, y nosotros - se encoge de hombros - nos vamos, y es algo que nosotros escogimos sin pensar en molestar a nadie, simplemente nos sentamos a hablarlo porque somos esposos y es lo que debemos hacer. 

- Camilo no compares situaciones - se adelanta Isabela.

- No las comparo, solo digo que cada uno es libre de escoger lo que quiera, y esto es lo que queremos, puedes alegrarte por nosotros o no, pero es lo que escogemos.