Tras el descubrimiento de que solo los brazos de Camilo podrían calmar las noches de Mirabel, las visitas de ella aumentaron considerablemente. La primera semana, ella intentaba ir a dormir a su habitación, e incluso Camilo le preparaba la leche tibia con esencia de naranja de Julieta, además de hacerle un masaje, pero a mitad de la noche Mirabel volvía a despertarse entre horribles pesadillas, lo que a paso veloz se dirigía a la habitación de su primo, tocaba tímidamente la puerta, entrando, las dos primeras noches debía despertar a Camilo para preguntarle si podía dormir con él, pero a la tercera noche él la esperaba despierto sentado en la cama, y cuando ella abría la puerta, simplemente extendía los brazos hacia ella, y Mirabel rápidamente acudía a tal reclamo.
Para Mirabel fue también una sorpresa descubrir que Camilo dormía con un pantalón largo pero sin Camisa, lo cual, solo le intimidó los primeros días, pronto estaba totalmente acostumbrada a ello, e incluso a apoyar la cabeza en el pecho de este para utilizarlo de almohada. Era curiosamente cálido, pero aunque fuera un tempano de hielo, Mirabel cada noche volvía a abrazarse a él con todas sus fuerzas.
Tras ocho días en esa rutina, las cosas cambiaron, Mirabel esperaba a que la gente se durmiera para ir al encuentro de la habitación de Camilo. Pero tras diecinueve días, esa prácticamente era su habitación. La rutina de los dos era irse a dormir juntos. Únicamente tenían turnos para usar el baño de la habitación de Camilo, pero al ser dos apenas notaban la diferencia. Llegaba un punto a que Mirabel incluso pasaba más de tres días enteros sin pisar su habitación.
Aunque desde luego que tenían extremo cuidado de que nadie viera esa rutina, no era algo que tenían intención de que los demás supiera, se había convertido en un secreto entre ambos, el cual apreciaban considerablemente.
Por supuesto, las noches las pasaban completamente abrazados y enroscados el uno en el otro, con la cabeza de Mirabel en el pecho de Camilo por lo general, o también, pero menos común, que Camilo durmiera en el pecho de Mirabel, completamente abrazado a ella. Completamente seguros ambos de que nadie más podría darles aquellas emociones y sentimientos.
Por supuesto, el contacto entre ellos era especialmente íntimo, pero a pesar de todo, tal y como prometió Camilo, jamás se sobrepasó. Y nunca la veía mientras se cambiaba por muchas ganas que tuviera siempre de darse la vuelta.
Y a pesar que a los ojos de todos eran solo el Camilo y la Mirabel de siempre, los cuales se pasaban notas lejos de los ojos de todos, cuando los demás desaparecían, y despuntaba la noche, Camilo se volvía adicto de nuevo a acariciar la piel de su prima, y todo mientras intenta calmar cualquier pensamiento. Desde luego que no tocaba ninguna zona alarmante, pero para él, en aquellos momentos era suficiente poder acariciar las delgadas piernas de Mirabel, su vientre y su espalda. Los cual hacía que ambos soltaran pequeños jadeos y suspiros entre cortados, además de escalofríos.
Incluso hubo una noche en la cual Camilo no pudo controlarse, y termino excitándose con ella encima, como cada noche, y Camilo creía que ella se enfadaría o saldría corriendo, pero, nada de eso ocurrió, incluso estuvo tentado de quitar a Mirabel de encima suya por tal falta de respeto, pero ella, a pesar de que podía notar cada centímetro de Camilo en su vientre, solo se sonrojo, y se quedo quieta en aquel sitio. Aquella noche, cada uno podía notar los latidos del otro, pero ninguno dijo nada, únicamente seguían inmersos en su pequeña burbuja.
Desde luego que Mirabel en todo ese mes había mejorado considerablemente, pero solo con Camilo. Seguía igual de apática y tímida con los demás, sin saberlo ni ser conscientes, se estaban volviendo el refugio seguro del otro. E intentaban no perderse de vista en ningún momento, Mirabel tenía miedo de estar sin él, y Camilo tenía miedo de que ella tuviera un ataque de pánico frente a otra persona.

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Mirame con otros ojos
RomanceMirabel ha cambiado desde que salvó el encanto, y sus sentimientos al igual que ganas de vivir se reducen a cero, y eso es así hasta que su primo Camilo, con el cual jamás ha tenido ninguna clase de relación, se da cuenta por una pequeña casualidad...