ONE-SHOT 34

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Parte 34: "¿Crees en la magia?"

Theo estaba en el vestíbulo vestido con su traje más formal. Esta noche, el Lydia había decidido organizar un baile en la mansión Hale. Theo esperó a que llegara Liam para que entraran juntos. Theo miró a través de la puerta para ver quiénes acudían al baile y cómo las chicas se vestían muy bien. El vino corría a raudales, y se servía con uvas y otras frutas, pero también con carne. No había nada en aquella sala, salvo un par de mesas largas, con la abundancia de la mencionada comida y bebida encima, que se movían contra las paredes. Una de esas mesas estaba colocada junto a la puerta frente a la cual estaba Theo.

La puerta del largo pasillo que conducía al salón de baile se abrió. Theo miró hacia la puerta y vio a la persona que había estado esperando tanto tiempo. Era Liam. ¿Pero qué llevaba puesto? Liam llevaba un largo vestido de baile gris. La parte superior del vestido tenía adornos de encaje en el pecho, mientras que se ataba en la espalda como un corsé.

Se estrechaba en la cintura, haciendo que la ya pequeña cintura de Liam fuera aún más delgada. A diferencia de la parte superior del vestido, que se ceñía al cuerpo, la parte inferior era tan abultada que Theo pensó que otra persona podría caber cómodamente bajo el vestido de Liam. Liam llevaba unos guantes del mismo color que le llegaban hasta los codos. Llevaba un abanico cerrado en una mano. Llevaba el pelo recogido en un elegante moño, con mechones rizados hacia fuera, que enmarcaban muy bien su rostro, dándole un aspecto más femenino.

A Theo le gustó lo que vio. Su expresión facial era como si estuviera viendo a Liam por primera vez en su vida. Su estómago dio una vuelta de campana sólo con mirar esa pequeña cintura. Le pareció que podía rodearla con las manos. Se preguntó si Liam llevaba algo debajo de todas esas capas de tela. Liam se acercó a Theo con una sonrisa, rodeando su cara con las manos y depositando un beso en sus labios. Theo aspiró un fuerte aroma del perfume de Liam que lo volvió aún más loco.

—¿Qué te parece? —preguntó Liam, dando una vuelta completa sobre sí mismo para que Theo lo mirara desde todos los ángulos.

—Bueno, debo decir que nunca te había visto llevando algo así. Me gusta. ¿Entramos?—preguntó Theo, extendiendo su mano a Liam.

Se cogieron de la mano y entraron juntos en el salón de baile. Liam agitó su amplio abanico con movimientos cortos pero rápidos. Saludaron a los demás cortesanos, que no pudieron resistirse a comentar el vestido de Liam. Mientras Theo y Liam bailaban todo el mundo los miraba. Liam se movía con tanta gracia como una pantera con ese vestido, y cuando bailaba... parecía que flotaba unos milímetros sobre el suelo. Las manos de Theo se paseaban por la espalda recta de Liam, deteniéndose en sus caderas o en su cintura. El hecho de que estuvieran bailando tan juntos no ayudaba a Theo a no pensar en ese maldito vestido. Si tan sólo pudiera pisar su dobladillo para que milagrosamente se desprendiera de Liam. Sus ojos se cruzaban sobre el pecho plano de Liam, que subía y bajaba rápidamente debido a la falta de aliento durante el baile; sobre su cuello expuesto que se arqueaba como el de un cisne; sobre sus labios en los que se aplicaba un carmín rojo pálido.

Theo acercó sus labios a la oreja de Liam y le susurró: —Cómo me gustaría poder desnudarte aquí y ahora. —Luego dejó caer un beso en el lóbulo de la oreja de Liam. Fue suficiente para que un escalofrío recorriera la columna vertebral de Liam.

Theo manoseó el trasero de Liam a través del vestido, acercándolo a él. Liam puso las manos en los hombros deTheo y dijo: —Bueno, tendrás que esperar a que termine el baile. Quién sabe qué sorpresas esconderé bajo el vestido. ¿Crees que merecerá la pena la espera? —preguntó con un guiño.

Theo depositó otro beso morado en los labios de Liam, todavía agarrando su trasero. Theo empujó a Liam a través de todo el podio para que Liam caminara hacia atrás hasta que golpeó el borde de la mesa con la parte baja de la espalda. Era la misma mesa de la entrada, junto a la que Theo estaba al principio de la velada. Ambos bebieron demasiado vino, tanto tinto como blanco. Las mejillas de Liam se volvieron rosas, y ya empezaba a reírse cada vez que Theo le besaba en el cuello o le pellizcaba la mejilla. Theo también le dio de comer uvas, como si todo ese vino no fuera suficiente para él.

Thiam Comfort One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora