ONE-SHOT 27

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Parte 27: "La experiencia frente a la inocencia"
Nota: La "Wii Fit" es un juego sexual que estuvo de moda. El resto ya lo verán.

Después de un largo y duro día de entrenamiento, la noche había caído en la mansión Hale. La cena ya estaba servida; un par de personas del pequeño grupo ya estaban en sus camas, mientras que algunos, entre ellos Mason y Corey, estaban viendo una película.

Theo y Liam disfrutaban de una copa de whisky sentados en sus sillones favoritos frente al calor de una chimenea.

—Serenidad —susurró Theo, disfrutando de la calma que reinaba en la mansión a esas horas.

Liam rió suavemente: —Estás estresado, amigo mío.

—No lo estoy —contestó Theo al instante, balanceando el vaso en sus manos muy lentamente—, Es que... No estoy acostumbrado a tener un grupo de personas hiperactivas yendo y viniendo todo el tiempo.

Liam volvió a reírse, y miró fijamente los ojos azul-grisáceos de la quimera: —Ya te acostumbrarás, Theo.

—Desde luego, eso espero.

El beta suspiró y se levantó: —Bueno, vamos a hacer algo que sé que te ayudará a relajarte.

Theo sonrió mientras esperaba la habitual invitación a jugar al ajedrez. Realmente le encantaba ese momento del día: no había personas gritando, peleando o corriendo de un lado a otro... o incluso pidiendo cosas. Sólo estaban él y Liam.

Le encantaba pasar tiempo a solas con Liam. Le encantaba jugar al ajedrez con él, era cuando podía mirar fijamente los profundos charcos de azul del beta, y perderse en ellos mientras intentaba descifrar cualquier idea que cruzara por esa mente.

—¿Theo?

—Perdona Liam, ¿decías?

—Theo, te he preguntado si te apetece jugar a la Wii.

—¿Qué?

—¿Si quieres jugar a la Wii?

—¿Nosotros? —muy confundido, Theo levantó una ceja—. Liam, ¿nosotros qué?

—A la Wii. Vamos a jugar con mi Wii.

Theo abrió la boca sólo para volver a cerrarla. Cogió el vaso de whisky y le dio un buen sorbo; luego volvió a mirar a su amigo. ¿Había oído bien?

—Theo... ¿estás conmigo?

Theo suspiró y luego dejó su vaso a un lado: —Liam , realmente no sé qué decir.

—No es tan difícil Theo, o quieres o no quieres. —Liam se levantó y se dirigió a la barra; cogió la botella de whisky y volvió a llenar su vaso—, Entonces, ¿vienes?

—S-Seguro.

—Genial.

Varios minutos después, Theo miraba fijamente la espalda de Liam mientras ambos caminaban por los pasillos de la mansión.

De todas las formas en que Theo había soñado con que esto sucediera; con cómo le diría a Liam lo que realmente sentía, ésta no era precisamente una de ellas. Sobre todo porque empezaba a preguntarse si su amigo había cruzado ya la línea que separa el estar ligeramente achispado del estar borracho.

—Liam, espera. —Theo se detuvo y Liam se giró para mirarle—. Sólo quiero... Sólo quiero saber si estás realmente seguro de esto.

—Theo... —El beta volvió sobre sus pasos hacia su amigo sólo para mirarlo fijamente: —¿Qué clase de pregunta es ésa? Por supuesto que estoy seguro. No lo preguntaría si no estuviera seguro. No seas ridículo. —Liam palmeó el hombro de Theo—, ahora, ven. Vamos a divertirnos.

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