ONE-SHOT 29

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Parte 29: "Soy huérfano"

Mason dice algo, y Theo se ríe, echando la cabeza hacia atrás. Liam cierra los ojos. El sonido burbujea de felicidad y confianza, y Liam deja que lo inunde. También quiere sentir ese sonido en el pecho de Theo.

Quiere estar pegado a él.

Liam sonríe suavemente, con tristeza, porque es gracioso, ¿no? Es gracioso que se preocupe tanto, la emoción no debería caber dentro de él. Es gracioso porque la única otra cosa que puede ser es deprimente.

Liam abre los ojos y observa cómo la luz se mueve sobre la piel de Theo, se detiene en las sombras que definen sus afiladas líneas. Observa cómo se mueven los suaves labios de Theo. 

Desea que estén sobre los suyos.

Antes se enfadaba mucho por esto. Solía maldecir la existencia de Theo, y pasaba horas en el campo, entrenando tratando de vencer sus sentimientos. Pero nada es tan fácil, así que Liam ha aceptado que ama a Theo más que a sí mismo.

—¡Oye, Dunbar! —llama, y Liam se anima inmediatamente.

—¿Sí?

—Ven. Quiero decirte algo.

Mason mira a Liam con complicidad desde el lado de Theo. Puede que Mason haya ayudado a Liam a aceptar sus sentimientos, pero eso no impide que Liam maldiga esa mirada. Es una mirada que recibe a menudo, desde que se lo dijo a los demás. Es la mirada de "Si estás tan enamorado, díselo" Liam mira a Mason, y hace el esperanzador viaje a través del pasillo.

Liam ladea la cadera, sonriendo alegremente. Hay un desafío en sus ojos. Siempre lo hay.

A Theo le encanta.

—¿Tienes ya un regalo increíble para mí?

Theo inclina la cabeza hacia un lado, confundido: —¿Qué?

Liam le mira con una ceja levantada: —Eh, ¿regalos?.

Esto no explica nada.

Liam suspira, su boca hace un movimiento exagerado de caída que no debería ser caliente.

—Por Navidad, Theo.

—Oh —dice Theo, frunciendo el ceño. Navidad. Bien—. Eso es, eh, una cosa.

Liam levanta una ceja y amartilla más su cadera: —¿Qué? No hay nada malo en la Navidad, ¿verdad?.

—No, no —Theo mira a Mason en busca de ayuda.

—Quiere decir que si no lo celebras, no pasa nada—dice Mason, inclinando la cabeza hacia delante. Liam asiente con la cabeza.

No es la ayuda que buscaba.

—Yo... ¿realmente no celebro nada? —dice Theo, sin saber qué esperar.

Los ojos de Liam se abren de par en par, y Theo intenta no darse cuenta del precioso color azul que tienen: —¿Qué? ¿Cómo? ¡Incluso los ateos celebran la Navidad! ¡Incluso mis vecinos celebran la Navidad! ¡Derek acabó celebrando la Navidad!.

Theo se encoge de hombros: —Nunca tuve nada bueno.

Era cierto. Su "familia" nunca sabían qué regalarle, así que le daban cosas que creían que él quería, o que ellos querían. En parte era culpa suya, porque nunca hacía una lista, pero nadie se molestaba en preguntarle.

Liam jadea, profundamente ofendido, —La Navidad —se acerca un paso—, no se trata de regalos. Se trata de la familia. Y de la felicidad.

El ceño de Mason se frunce en confusión, sus ojos son curiosos.

Thiam Comfort One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora