PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}

Capítulo 7

SAMANTHA

Llegando al cielo.

Llego delante del hombre enigmático y este saca sus manos de los bolsillos, aprecio su mandíbula marcada, su nariz respingada y sus labios tan apetecibles, me ofrece su mano en forma de saludo y cuando la tomo este me hala hasta quedar solo a unos centímetros de distancia. Mis fosas nasales se inundan de su peculiar aroma, su perfume caro es una de ellas, me da un pequeño beso en la comisura de los labios.

— te vez exquisitamente fantástica. —dice con su hermoso acento y su aliento mentolado con un toque de bourbon que rosa mi mejilla.

Veo sus pupilas las cuales tiene dilatadas y eso me hace sentirme aun más poderosa. — Gracias. —le respondo con un hilo de voz.

Caminamos hacia el lujoso lobby, Alessandro posa una mano en mi espalda descubierta y eso causa un escalofrió desde mi nuca recorriendo todo mi cuerpo.

El lugar es todo una maravilla, piso de mármol color marrón igual que las enormes columnas que están por los pasillos, hermosos candelabros cuelgan del techo, empleados con sus respectivos uniformes los cuales evitan hacer contacto visual con Alessandro, y podría decir que también conmigo cuando observan que voy junto a él.

Tenemos una pequeña charla donde me cuenta que acaba de aterrizar y que por ese motivo no se presento a recogerme en mi casa.

Nos dirigimos hacia el ascensor el cual abre sus puertas solo con una tarjeta que Alessandro saca de su traje la cual coloca en una pequeña pantalla, veo alrededor y observo que en el otro extremo del hotel están los demás ascensores por los cuales las otras personas pueden acceder.

—Este es un absceso solo para mí. —dice sacándome de mi observación.

Entramos al ascensor y este se cierra de la misma manera que se abre, él me mira con toda la lujuria del mundo y eso me hace arder mi piel.

—creo que no podre dejarte de ver toda la noche.

—Creo que yo hare lo mismo.

Cuando las puertas se cierran Alessandro me acorrala en la esquina de ascensor y comienza a besarme como lo hizo la otra noche, o incluso mejor.

Mis manos viajan a sus hombros y las deposito allí mientras acaricio su cabello, él pone una de sus manos en mi cadera y la rodea, con la otra toma mi muslo y la enrosca en su cadera, quedándome solo en un pie haciendo una pose de un sexi tango.

Con una de sus manos comienza a acariciar la pierna que tengo en lo alto hasta poder tocar una tapa de mi trasero y manosearla, eso hace que salga un gemido de mis labios.

De un momento a otro mis dos piernas abrazan su cintura para poder salir del ascensor, ambos entramos al lugar, nuestras lenguas están en un excitante baile, sus manos están en mi trasero y de vez en cuando lo presiona y eso hace que pueda sentir su paquete lo cual es una sensación fascinante, su boca baja por mi cuello dejando un camino húmedo por él, hago mi cabeza hacia atrás para darle más espacio.

—No Sabes cómo he soñado con esto.—Dice con mucho deseo.

—No eres el único. —Le respondo con mi respiración agitada.

—Me alegro saberlo.

Mi cabeza está en blanco no logro pensar en estos momentos de mi vida, mi cuerpo está lleno de excitación, lo único que logro pensar en este momento es tener a Alessandro en mi interior.

A mis espaldas hay una puerta la cual abre, y lo primero que veo es una enorme cama que nos espera, me deposita en el suelo y puedo ver sus labios rojos he hinchados por nuestros besos.