PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}

Capítulo 22 I

ALESSANDRO.

Una vuelta al pasado. (Darlene)

—Encárgate del cargamento de esta noche. — Bebo un sorbo de bourbon de mi vaso. — Tú mejor que nadie sabes cómo me gustan que salgan los trabajos, de cualquier manera si hay cualquier inconveniente tendré mi celular a la mano.

—Pensé que te encargarías de los brasileños personalmente. — Ese era el plan hace unas horas, pero todo cambio con la visita de madre, tengo asuntos que atender y entre más tiempo deje pasar más grande se harán.

— ¿No eres capaz de hacerlo?— Lo encaro con el seño fruncido.

—No hablo de eso, es solo que me sorprende tu decisión de última hora.

Dejo escapar un largo suspiro. — Lo voy hacer ahora. — Hablo un poco bajo para que no pueda escucharme y que la música de los altavoces inunden mis palabras, pero Massimo se queda sin decir nada, sabe a la perfección de que hablo, él mejor que nadie ha estado insistiendo que me deje de tanta mierda y acabe con tantos secretos, se queda como una estatua, supongo que escucho mis palabras.

— ¿Ha... hablas enserio?— Me mira como sin poder creer lo que acaba de escuchar.

Me encojo de hombros para quitarle importancia, aunque la verdad estoy más nervioso de lo que un día voy admitir. — Si, lo hare ahora.

— ¡Vaya!— Dice más emocionado que yo. — Pensé que nunca llegaría este momento, llevo siendo tu amigo por años, y se que estas enamorado de ella, y también tienes miedo a perderla. —Se calla rápidamente, no digo nada a lo que dice. —¿Ya sabes cómo se lo dirás?

Echo un vistazo al night-club, luces azules con verdes salen de las bolas de cristales que están alrededor, las personas bailan, otras están en la barra bebiendo, y otros con amigos en mesas redondas riéndose a carcajadas, mientras yo miro algunos de ellos desde lo alto, atreves de un cristal.
El hombre que está parado al lado mío, no es solo parte de la organización, si no, mi mejor amigo, él es el único fuera de familia que conoce todo de mi, (Y su novia, ya que es la doctora de la familia) sabe a la perfección que desconfió de todas las personas, las situaciones por las que he pasado y mi vida me es imposible que no sea de esa manera. Desde que madre salió de mi casa he tenido una conversación en mi mente con la pelirroja, la he iniciado de mil maneras y ninguna termina bien, me he hecho las preguntas que seguramente me hará, trato de encontrar una respuesta lógica, algo para decirle que no huya, que diga que se quedara después de saber la verdad pero hasta el momento no he encontrado las palabras adecuadas. Mis manos me sudan, con disimulo paso una de ellas por mis vaqueros para eliminar el sudor de ellas. No sé porque mierda estoy de esta manera, porque no se lo suelto y me dejo de tanta pendejada, pero por primera vez en mi vida tengo... miedo que alguien desaparezca de mi vida por lo que paso hace tres años –casi cuatro–

Todo sería diferente si fuera una persona "normal" con problemas "normales" pero soy un puto mafioso, el Sottocapo de la mafia Italiana y el futuro dueño de toda Europa incluyendo Rusia, una sonrisa perversa se me forma en el rostro cuando se me cruza ese pensamiento. — No. — Respondo la pregunta de Massimo. —No todos los días le decís a una mujer que tie... — Guardo silencio de inmediato cuando escucho la voz chillona Gianna entrando.

—Alessandro cariño. — Habla con un entusiasmo exagerado que me da un puto dolor de cabeza. —Estoy lista para esta noche.

La miro confundido, luego me dirijo a Massimo pidiendo una explicación de que diablos me perdí, este solo se enoje de hombros. — ¿Lista?

Gianna pone los ojos en blancos mientras se acerca a mí. — Tontito. — Hace un puchero, la miro de pies a cabeza lleva una camisa negra sin mangas, junto con unos vaqueros, sus tacones del mismo color que la camisa, el cabello recogido. — Me dijiste que esta noche me llevarías a tu pent-house. — La miro como si se hubiera vuelto loca, nunca dije eso, nunca llevo a mis a costones a mi casa. — Ahora que estábamos en el Palazzo dijiste que me llevarías. — Aclara cuando no digo nada.