Capítulo 38

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ALESSANDRO

El villano de mi historia.

Me puse en contacto con todos los socios que tengo que República Checa para poder traer a Irina de vuelta, tárdanos más de una hora para regresar a Italia de Di Ostia, en todo ese tiempo Irina está montada en un avión rumbo a Italia, nos falta al menos diez minutos para llegar al Palazzo, cualquier noticia Kennedy se comunicará conmigo.

Puedo ver la ansiedad de Sam para ver con sus propios amigos ojos cómo está Irina, en todo el trayecto es poco lo que hemos dicho, no es buen momento para hablar de lo qué pasó en el muelle, así que quiero dejarlo aún lado hasta que tengamos el momento adecuado para retomarlo de nuevo y sobre todo quiero que su mente este clara.

Durante lo que llevamos del viaje he pensando ¿Cómo a alguien como Akim se le escaparía una de su prisionera?

Sam me pidió que la lleváramos al Palazzo para que la revisaran como era debido, accedí, pero les dije a mis hombres que la revisaran por si Akim planeaba algo, que la interrogaran porque esto no me gusta para nada, conociendo a los rusos harán lo que sea para hacernos daño.

Mi teléfono suena cuando estamos a solo unos minutos de llegar. —La persona de Republica Checa acaba de llegar, siguieron  sus órdenes antes que subiera al avión, aquí también ya procedimos con lo nuestro, usted dirá lo que prosigue.

—Llévenla a la enfermería, vigílala, cualquier movimiento raro informármelo enseguida. —Sam me mira por mis palabras.

— ¿Que fue eso?

No quiero discutir con ella pero no quiero darle falsas esperanzas, y quiero eliminar toda sospecha, así que hare lo que mejor hago, este o no de acuerdo conmigo.

—Sam escucha, llevo años en esto, y créeme esto  no suele pasar, por no decir que es algo imposible escaparse de un hombre como Akim, tuvo que a ver pasado algo, ¿no crees que es muy sospechoso que se ella escapara de la nada?

— ¿De la nada? Ni siquiera has escuchado lo que realmente pasó Alessandro.

—Y como sabremos si realmente no la han mandado para averiguar dónde estamos cada uno de nosotros...

—Por Dios escúchate lo que estás diciendo.
—Pudo llegar  hacer un cambio con Akim, que la dejara en libertad, a cambio de nosotros. —Resopla a mis palabras. — ¿Sabes que puede ser una posibilidad?

—Si no quieres ayudarla dímelo, puedo pagar un doctor.

—No se trata de eso Samantha.

— ¿Y que se supone que debo hacer? ¿Dejarla tirada sin hacer nada después de todo lo que ha pasado?—Me habla molesta. —Contéstame Alessandro. —Desvío la vista hacia la ventana mientras Guido se estaciona enfrente del Palazzo.

—Solo estoy diciendo que no hay descartar cualquier posibilidad, así que tenemos que estar muy atentos, mis hombres no han encontrado nada fuera del lugar, pero eso no quiere decir que todo esté bien. —Mis palabras hacen que comience a ver de diferente manera. —Además no quiero que te lleves una sorpresa. —Ella baja su cabeza pero no dice nada, estar en esta organización te enseña hasta desconfiar de todo el mundo. — Ojala y me equivoque Sam—Levanta el rostro antes de hablar.

—Pero si lo hago ¿Como sabremos si es una trampa?

—Lo sabré, pero quizá no antes que tú, eres su amiga la conoces desde hace años sé que puedes reconocer cuando miente, o si algo está fuera del lugar. —Ella asiente. —Entonces me lo dirás, y si yo lo descubro antes serás la primera en saberlo, pero si eso sucede tienes que ser fuerte para lo que viene. —Sam agacha su cabeza una vez más, todos en esta organización sabemos qué pasa cuando eres un traicionero y si Irina lo hace aunque no esté dentro de esta organización pagará de la misma manera.
—Lo sé. —Me habla con hilo de voz.

PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora