Capítulo 29

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SAMANTHA.

Polonia

— ¡Aléjate de ella malnacido!—Le gritó apuntándole con el arma.

Alessah se va a un rincón rápidamente cuando él se aleja de ella lentamente, mientras ella se cubre con los pedazos de tela que le quedan.—No sabes en que te estás metiendo.—Habla amenazante el hijo de puta, intentado acercase a mí.

— ¡Eres un cerdo!

— ¡Baja esa arma!—Me grita, todavía dirigiéndose hacia mí con intención de arrebatarme el arma.

Aprieto el gatillo, haciendo que la bala de en el cristal de la ventana. —No te muevas hijo de puta, que la siguiente bala entrará en tu entrecejo.

Mi acción hace que Valentino se pare en seco, y no se mueve del lugar, mientras Alessah solloza  en el mismo rincón, sé que en unos segundos estarán muchos hombres en la habitación y lo que menos quiero es que la vean de esa manera.—Sal, ve a mi oficina.—Me dirijo a Alessah.

— ¡No, ella se queda aquí!

— ¡¿Y quién me lo va a impedir?! ¡¿Tú maldito cerdo?!

—Pronto vendrán hombres Samantha. —Habla por primera vez Alessah.

Me quito ligero el jersey que llevo en mi cintura, lanzándoselo, cuando ella termina de ponérselo cinco hombres aparecen en la habitación. — ¿Que sucede?—Pregunta uno de ellos, mientras tanto yo sigo apuntando hacia el cabrón de Valentino.

Antes que pueda responder Alessah se me adelanta. —Un mal entendido, eso fue todo. —La miro incrédula por sus palabras, este maldito la ha intento violar, ¿Y ella dice que fue un mal entendido? ¿Qué mierda? Comienza a caminar hacia mí. —Baja eso Samantha, es hora de irnos. —Me dice mientras baja mi mano, y me empuja a la salida con ella, pero pongo resistencia, puedo sentir con un simple toque como todo su cuerpo tiembla presa del pánico.

Uno de los hombres que llegó hace unos segundos nos mira confundidos, mientras que otro mantiene su mirada fija en mí para que hable ya que mi rostro estoy segura que dicen muchas cosas.

Miro al idiota que se supone es su novio, el cual la mira amenazante y a mí, con aire de superioridad. —Pero...

—Vamos Samantha, por favor. —Me dice en un susurro, tomándome de la mano, halándome hasta mi oficina.

Hay unos cuantos metros hacia mi oficina, observo como mira hacia tras cada segundo asegurándose que nadie la sigue.

Cuando cierra la puerta a su espalda abro la boca. — ¡Ese imbécil trato de abusar de ti! ¿Por qué no dijiste la verdad?

—Baja la voz Samantha. —Me pide con su voz temblorosa, echa una ojeada a la puerta revisando si el seguro está bien puesto. —No es lo que piensas. —Suelta.

Sonrió incrédula y con mucha ironía por sus palabras. —No me quieras ver la cara de idiota Alessah, sé que no somos amigas, pero lo que estaba pasando en esa habitación era más que evidente.

—No lo entiendes.

—Por supuesto que no, ¿Cómo pudiste quedarte callada con algo así?

Comienza a caminar por la habitación, percatándome que sus manos tiemblan así como también todo su cuerpo, aunque intenta disimularlo. — No se lo digas a nadie, por favor.

No entiendo su punto de vista ese cerdo debería de estar en la cárcel, o mejor aún, a tres metros sobre la tierra, y estoy segura que ningún Moretti duraría en hacerlo, Alessah es la hija del Gran Alessio Moretti, puede matar a ese hijo de puta sin ningún problema, me mira como si leyera mi mente. —Si lo hago, tiene cosas sobre mí que saldrán a la luz y las cuales no quiero, por diferentes razones.

PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora